domingo, 15 de julio de 2012

El amor no falla nunca


«Por primera vez desde hace años, mi marido me llama desde el trabajo. ¡Lo curioso es que coincide justo con los días en los que no podemos tener relaciones!»: a la hora de afianzar un matrimonio, el amor no falla jamás; el mejor modo de expresarlo en las relaciones sexuales son los métodos naturales

Métodos naturales: el mejor modo de disfrutar
de la sexualidad y hacer del matrimonio una auténtica
celebración de la vida
La mentalidad anticonceptiva se ha colado en la alcoba de muchos matrimonios. Sin entrar a juzgar la intención y la conciencia de los cónyuges, esta mentalidad se concreta en elementos como la píldora, el anillo o el parche anticonceptivos, así como en el DIU o el preservativo, que en realidad son unasolución en falso, ya que traicionan el amor de los esposos y ponen en riesgo la salud afectiva y la estabilidad de su matrimonio. Expertos en métodos naturales advierten incluso de que no se pueden explicar las crisis de muchas parejas si se ignora que han usado anticonceptivos durante años. Como contrapartida, cualquier terapia orientada a retomar la ilusión de un matrimonio puede encontrar en los métodos naturales una inestimable ayuda para avivar el amor.
El magisterio de la Iglesia sobre la sexualidad no hace sino confirmar lo que el hombre y la mujer llevan inscrito en su naturaleza. No existen dos formas de vivir la sexualidad: una para católicos y otra para el resto de matrimonios. El lenguaje sexual es el mismo para todos. La diferencia está en cómo se concreta el intercambio sexual en los períodos en los que, por las razones que sea, el hombre y la mujer deciden espaciar los nacimientos.
La máxima expresión del lenguaje sexual -cuando el placer no se reduce sólo a los automatismos corporales, sino que se enriquece también con la unión emocional y profunda de los esposos- se realiza en la observación del ritmo natural de la mujer, de modo que el matrimonio pueda tener relaciones en los períodos infecundos, o abstenerse, por serios motivos, en los fecundos. Así lo señala Mónica de Aysa, especialista en educación sexual, en Sexo, un motivo para amar (ed. Palabra). Los resultados son inmediatos: «Las personas que deciden dejar los anticonceptivos y utilizar un método natural dicen que su vida matrimonial y sexual mejora; se les ve muy contentos, y se les nota en la mirada, la sonrisa y la actitud».
Más mujer, más hombre
Los métodos naturales tienen la ventaja de que son la fórmula que más respeta a la mujer y que hace al hombre más hombre. En el período fecundo, el marido puede conducirse de una manera más atenta con su esposa, y ésta se puede asegurar de que la actitud de él no es interesada (sólo para llevarme a la cama). Así, los cónyuges se quieren más y mejor, y al no interponer elementos extraños -que, en realidad, más que acercarlos, alejan al uno del otro-, los métodos naturales son la mejor manera de disfrutar de unas relaciones sexuales y matrimoniales felices, estables, alegres y duraderas.
No se trata de aguantarse unos días hasta que lleguen días mejores para tener sexo, sino que los esposos siguen amándose en esos días en los que han decidido no tener relaciones. Es un tiempo especial para cultivar las atenciones entre los esposos, como cuando eran novios: detalles de afecto, llamadas telefónicas, una cena romántica, acercamientos cariñosos, caricias, masajes, besos, abrazos...
Para una pareja que quiere un amor resistente y cada vez más agradable, los métodos naturales son un medio infalible. Como afirma Mónica de Aysa, «se vuelve a saborear el verdadero deseo sexual, propio de quien, por tener ilusiones, mantiene joven su espíritu».
Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
alfayomega.es

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