lunes, 31 de marzo de 2014

El coordinador del Consejo de Cardenales (C8) cumple el deseo de Francisco y lanza una red social Católica


Director General, el Señor Cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga y Monseñor Kevin J. Ferrell han anunciado el lanzamiento de DeoSpace, una red social Católica que el papa Francisco reclamaba desde hace tiempo.
Cardenal Oscar Rodriguez de MaradiagaCardenal Oscar Rodriguez de Maradiaga
El Director Ejecutivo de DeoSpace es Mario Cappello, Presidente del Instituto Católico para la Evangelización con sed en Roma. DeoSpace es un hogar virtual para aquellos que son, y aquellos que antes eran Católicos, y también todos aquellos interesados en la Iglesia Católica.
DeoSpace es único porque funciona como un híbrido de redes sociales físicas y virtuales: Miembros de comunidades parroquiales ahora pueden interactuar en línea unos con otros y con otros Católicos de todo el mundo.
En su versión inicial, DeoSpace está disponible en italiano, español, e inglés. DeoSpace es un universo digital al que le ha llegado su hora, y el cual es una respuesta al llamado del Papa Francisco para una red social Católica que sirve a toda la humanidad con el amor de Cristo.
Abrir las puertas de las iglesias significa abrirlas asimismo en el mundo digital, tanto para que la gente entre, en cualquier condición de vida en la que se encuentre, como para que el Evangelio pueda cruzar el  umbral del templo y salir al encuentro de todos. ...La comunicación contribuye a dar forma a la vocación misionera de toda la Iglesia; y las redes sociales  son hoy uno de los lugares donde vivir esta vocación redescubriendo la belleza de la fe, la belleza del encuentro con Cristo. También en el contexto de la comunicación sirve una Iglesia que logre llevar calor y encender los  corazones (la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2014).
En su versión inicial, DeoSpace ofrece las características estándar ofrecidas por la mayoría de redes sociales, pero adaptadas para Católicos. Los usuarios pueden crear su página perfil personal; buscar amigos; crear o unirse a una parroquia, diócesis, o grupo apostólico; envíar mensajes de forma seguros; comunicar peticiones de oración; compartir fotos y videos - todo en un ambiente seguro y Católico. En versiones posteriores, DeoSpace ofrecerá funciones más avanzadas.

domingo, 30 de marzo de 2014

D. José consiliario de un grupo de matrimonios jovenes en promocion del MFC recibido por el Papa

El Papa recibe a un párroco de Madrid en sus bodas de oro sacerdotales


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José Millán, párroco de Santa Teresa Benedicta de la Cruz de Madrid y experto en Edith Stein, concelebró la Misa de ayer con el Papa Francisco en la Casa Santa Marta.

José Millan es párroco de la Parroquia de Santa Teresa Benedicta de la Cruz, en el norte de la capital madrileña, desde sus orígenes y es además autor de varios libros sobre Edith Stein.



El motivo de su audiencia con el Papa es la celebración, el próximo mes de mayo, del 50 aniversario de su ordenación sacerdotal. Durante su encuentro, el sacerdote entregó al Papa varias cartas de sus feligreses.

sábado, 29 de marzo de 2014

Presentado el Encuentro Mundial de las Familias de Filadelfia


Presentar «la belleza del matrimonio y de la familia», «resaltar el plan luminoso de Dios» y acompañar a las familias «con una pastoral inteligente, valiente y llena de amor», tal como les pidió el Papa a los cardenales en el reciente consistorio extraordinario, será el gran objetivo del Encuentro Mundial de las Familias que se celebrará en 2015 en Filadelfia, y al que la Santa Sede ha invitado a representantes de otras confesiones cristianas y a «representantes de las grandes religiones mundiales, junto con hombres y mujeres que se preocupan por el destino de una humanidad pacífica y solidaria»
alfayomega.es

Acompañado del arzobispo de Filadelfia, monseñor Charles Joseph Chaput, el arzobispo Vincenzo Paglia, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia, presentó el martes las grandes líneas del VIII Encuentro Mundial de las Familias, que tendrá lugar del 22 al 27 de septiembre de 2015 en Filadelfia (EE.UU.).
El Presidente del Pontificio Consejo para la Familia explicó que el Encuentro se coloca en un momento particular para la vida de la Iglesia, porque el Papa Francisco ha puesto en el centro de atención el tema de la familia a la que ha dedicado el consistorio del pasado mes de febrero y que será también el sujeto del próximo Sínodo del mes de octubre. En esa línea se sitúan también la peregrinación de las familias a Roma en el Año de la Fe (26-27 octubre 2013), la XXI asamblea plenaria del Pontificio Consejo para la Familia, el encuentro del Papa con los novios (14 de febrero 2014) o la Carta del Papa a las Familias.
«El encuentro de Filadelfia quiere involucrar ante todo a las Iglesias del continente americano: desde Alaska a la Tierra de Fuego con la participación de las diversas culturas que pueblan ese vasto continente -prosiguió el prelado-. No cabe duda de que la presencia en Roma del primer Papa latinoamericano hace que ese acontecimiento sea particularmente significativo. Y el punto de partida y de desarrollo de nuestro itinerario será siempre el que el Papa nos ha indicado: La belleza de la familia y del matrimonio, la grandeza de esta realidad tan sencilla y al mismo tiempo tan rica, hecha de alegrías y esperanzas, de fatigas y sufrimientos, como toda la vida. Intentaremos profundizar la teología de la familia y la pastoral que debemos actuar en las condiciones actuales...Se nos pide resaltar el plan luminoso de Dios para la familia y ayudar a los cónyuges a vivirlo con alegría en su existencia, acompañándoles entre tantas dificultades, con una pastoral inteligente, valiente y llena de amor».
«Así haremos mirando a Filadelfia: acompañaremos en su camino a todas las familias con una pastoral inteligente, valiente y llena de amor. Inteligencia para leer el presente de la familia; valor para hacer frente a problemas complejos y numerosos; amor para intentar resolverlos teniendo siempre presentes el Evangelio de la familia y de la vida. Por lo tanto, teología de la familia: espiritualidad y santidad conyugal; eclesiología y pastoral de la familia; familia y relación con la cultura contemporánea; familia y emigración; familia y ecumenismo. Estas son algunas de las pistas y de las esferas de un trabajo común que hay que llevar a cabo con inteligencia, valor y amor».
«Nos gustaría -concluyó- que en el Encuentro participasen también las otras Iglesias y comunidades cristianas, al igual que los representantes de las grandes religiones mundiales, junto con hombres y mujeres que se preocupan por el destino de una humanidad pacífica y solidaria. La convergencia en la familia ayuda a todos los pueblos a sentirse y a actuar cómo una familia única».

Preparativos del primer Encuentro Mundial de las Familias del Pontificado de Francisco

Se trata del primer Encuentro Mundial de las Familias (EMF) del actual Pontificado. El Papa Francisco ha confirmado la próxima cita que se realizará en EEUU y que convocará familias procedentes de 130 países de diferentes religiones.

Un artículo de...

Mercedes De La Torre
Mercedes De La Torre

El comité local organizador, que en esta VIII edición es la diócesis de Filadelfia, ha comenzado con fuerza la preparación porque el Papa Francisco ha sido invitado a participar.

Sin embargo, los organizadores han revelado que no tienen todavía una confirmación oficial porque aún falta mucho tiempo y han explicado que recibirán la confirmación oficial a sólo seis meses del evento el cual se llevará a cabo del 22 al 27 de septiembre de 2015.

Una importante novedad es que será la primera ocasión en que este grande evento organizado por el Pontificio Consejo para la Familia convocará a familias compuestas por hombres y mujeres “de buena voluntad” –y no sólo por católicos-. Es decir, al EMF participarán activamente también familias de otras denominaciones cristianas así como también de otras religiones mundiales, según lo ha explicado el prefecto de este dicasterio vaticano, monseñor Vincenzo Paglia.

Además, Paglia ha recordado la importancia de este EMF porque se llevará a cabo en un momento particular de la Iglesia en el cual la familia está al centro de la reflexión con dos Sínodos de los obispos en 2014 y 2015 por lo que “quiere ser un servicio para la reflexión que se hace en la Iglesia sobre la pastoral familiar” pero también para las otras religiones y para las sociedades.

Y así, monseñor Paglia junto al arzobispo de Filadelfia (EEUU), el franciscano Charles Joseph Chaput han remarcado que el punto de partida y de desarrollo de este itinerario será el tema indicado por el Papa Francisco “la belleza de la familia y del matrimonio, la grandeza de esta realidad tan sencilla y al mismo tiempo tan rica, hecha de alegrías y esperanzas, de fatigas y sufrimientos, como toda la vida” para resaltar “el plan luminoso de Dios para la familia y ayudar a los cónyuges a vivirlo con alegría en su existencia, acompañándoles entre tantas dificultades, con una pastoral inteligente, valiente y llena de amor”.

Por lo que buscarán acompañar en su camino a todas las familias con “inteligencia para leer el presente de la familia; valor para hacer frente a problemas complejos y numerosos; amor para intentar resolverlos teniendo siempre presentes el Evangelio de la familia y de la vida” y este tema no es exclusivo de una religión, por eso buscarán que en el encuentro participen también otras Iglesias, comunidades cristianas y representantes de las grandes religiones mundiales, junto con hombres y mujeres que “se preocupan por el destino de una humanidad pacífica y solidaria” para “ayudar a todos los pueblos a sentirse y a actuar cómo una familia única”.

El tema de la familia “es un tema universal” y la pluralidad en EEUU “es parte de su esencia” por lo que no es posible abordar la familia desde un ángulo, ha insistido Paglia. Mientras que Chaput ha revelado que en el comité organizador de esta edición se encuentran también líderes de otras Iglesias, así como también ha confiado que la sede del evento tendrá una capacidad máxima de 10 mil personas.
@mercedesdelat

viernes, 28 de marzo de 2014

Monseñor Munilla desvela cómo vencer el narcisismo, el pansexualismo y la desconfianza


¿Tú sangras por estas heridas?
Una de las ponencias más aplaudidas del Congreso de Educatio Servanda fue la de monseñor Munilla, obispo de San Sebastián, en la que repasó «las tres heridas afectivas de nuestra sociedad» y dio las pautas para «su curación espiritual». Al acabar, algunos de los más de 500 participantes comentaban por cuál de esas heridas supuraban más...
Basta una conversación con cualquier joven de entre 11 y 99 años para comprobar cuantas heridas afectivas sufre esta generación. Y lo que es peor, cómo algunos venden como felicidad los caminos al precipicio, «porque, cuando uno no puede curar sus heridas afectivas, trata de justificarlas». Así lo explicó monseñor José Ignacio Munilla, obispo de San Sebastián, en el Congreso deEducatio Servanda, con una ponencia en la que trazó las 3 heridas afectivas de hoy, y las propuestas para sanarlas.
Primera herida: Narcisismo
La primera herida afectiva «es el narcisismo, la contemplación de uno mismo por encima de los demás, elombliguismo». Algo que lleva a «la incapacidad o seria dificultad de amar a otro fuera de mí». Las consecuencias están a la orden del día: «Hipersensibilidad, ver fantasmas donde no los hay, pensar que todo gira en torno a ti...» Además, presenta dos vertientes complementarias: «El eufórico, el que quiere ser siempre el triunfador, ser adulado y que todo el mundo se fije en él; como el niño en el bautizo y la novia en la boda»; y «el pesimista, que va por ahí dando lástima, como si todo conspirase contra él; es como el muerto en el entierro». El narcisismo, en contra de lo que parece, convierte a la persona «en mendigo permanente de afectividad, que nunca se siente suficientemente amado y que está en un peligro constante de desesperación y suicidio». Porque el narcisista «no tiene exceso de autoestima, sino de autodesprecio, y sólo es capaz de fundar su autoestima, de valorarse a sí mismo, por la opinión de los demás».
Solución: el Amor personal y real
El amor de Dios: Para sanar el narcisismo, «lo primero es el anuncio del amor de Dios, que funda la verdadera autoestima y el sano amor a uno mismo, con el Amarás al prójimo como a ti mismo. La autoestima no proviene de ti, sino de sentirte amado. Dios no hace basura, estás bien hecho, no tienes derecho a despreciarte».
Equilibrio ascética-mística: «El punto central del Evangelio no es una ascética rigorista, ni una falsa mística de payasos, flores y parábolas, sino el anuncio de la Cruz: la Pasión, muerte y resurrección de Jesús. Si te dan a conocer la Cruz, entiendes que el amor de verdad, el que Dios te tiene y te ayuda a vivir, es hasta el extremo».
Acompañamiento personal: «El amor de Dios es para todos, pero la Iglesia no hace café para todos. Hace falta acompañar a cada uno, conocer sus problemas y ayudarle a que Dios entre, no en general, sino en los aspectos concretos de su vida», explicó.
Ver a Cristo en los pobres: «El servicio a los pobres te descentra, te saca de ti, revela la presencia de Cristo y tiene una gran capacidad sanadora. Mis padres -contó el prelado-, cuando éramos adolescentes, nos llevaron al psiquiátrico de Mondragón. Aquello nos impactó y nos sacó de la burbuja».
Segunda herida: Pansexualismo
«Vivimos -denunció- en una alerta sexual permanente, que contamina todos los ámbitos. Comenzó con un divorcio entre sexo y procreación; después, entre amor y matrimonio; y ahora, entre sexo y amor». ¿Resultado? Personas rotas y perdidas.
Solución: educar contracorriente
Rescatar la castidad: «Hemos de rescatar la virtud de la castidad de su impopularidad, porque nos ayuda a ser reyes de nosotros mismos. En la vida, o te conduces, o te arrastran. La castidad es una virtud necesaria para vivir relaciones afectivas verdaderas. Y aunque el cuerpo tiene memoria y pide su tributo, si se cae en la tentación, no hay que perder la paz».
Educar en el amor humano: «Tenemos que formarnos a través de cursos de afectividad y sexualidad para trasladar la propuesta liberadora de la Iglesia, no de oídas, sino con conocimiento verdadero», afirmó.
Mostrar la belleza: Cuando la sociedad «eleva lo feo a la categoría de arte, regodeándose en el feísmo», mostrar «la belleza exterior ayuda a entender que lo bello no es sólo apariencia, sino aparición de una verdad latente, que eleva el espíritu».
Tercera herida: Desconfianza
Las malas experiencias no salen gratis y no sirve de nada mirar para otro lado. Por eso, «haber padecido las consecuencias del pecado de uno mismo y de los demás, pasa factura y termina por generar un síndrome de desconfianza crónica: Si me aislo, no sufro». Así, las heridas que los jóvenes han sufrido en su familia, con sus amigos o en sus relaciones afectivas y sexuales, «les lleva a encerrarse, a replegarse en sí, a ser desconfiados». Y eso «termina por distorsionar la realidad. Quien renuncia a amar por no sufrir, termina sufriendo por no amar. Así que, como me decía un joven, puestos a sufrir, mejor sufrir por amar, que por dejar de hacerlo...»
Solución: no confiar en cualquiera
Experiencias de comunión: Vivir experiencias de comunión en la Iglesia es clave «para mostrar que hay personas que sí merecen nuestra confianza. Quien empieza por decir Nadie me comprende, sólo puedo fiarme de Dios, siempre termina por proyectar sus miedos en Dios y no confiar en Él».
Evangelio del abandono: «Tenemos que tener el valor de mirar nuestros miedos y temores a la cara... porque comprobaremos que, al ponerlos ante Cristo, veremos cómo se derriten como la nieve al sol»
La escuela del Corazón: Monseñor Munilla terminó con una frase que está convirtiendo en un clásico: «Aprender de la escuela del Corazón de Jesús nos ayuda a vivir la afectividad en positivo. El Corazón de Jesús nos enseña la confianza del amor, porque nuestro corazón no es de quien lo rompe, sino de Quien lo repara».

jueves, 27 de marzo de 2014

Sí a la vida: «Cada vida es única y valiosa, y debe ser cuidada»


Por cuarto año consecutivo, toda España celebró este domingo el Día Internacional de la Vida. Una treintena de localidades españolas acogió concentraciones con el lema Sí a la vida. Por la vida, la mujer y la maternidad. El acto más numeroso fue la manifestación de Madrid, que reunió a cien mil personas. Mediante actuaciones y testimonios, se reivindicó que «cada vida es única, irrepetible y valiosa y debe ser protegida y cuidada desde su concepción hasta su muerte natural. El ser humano tiene una dignidad que no pierde con la edad, la enfermedad o las circunstancias»
alfayomega.es

Este domingo, España volvió a llenarse de actos en defensa de la vida del no nacido, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Vida. Se trata del cuarto año consecutivo en el que todas las entidades implicadas en la lucha por la vida convocan de forma conjunta un gran acto en Madrid, y concentraciones en todos los lugares donde sea posible. Esta vez, fueron 26 las localidades que organizaron sus propios actos, a las que se sumaron concentraciones paralelas en Bélgica, Portugal, Perú, México y Argentina.
La mayor convocatoria, la manifestación de Madrid, salió a las 12 de la glorieta de Cibeles. En la cabecera, tras una pancarta de 15 metros con el Sí a la vida, iban los líderes de las principales entidades convocantes -Foro Español de la Familia, RedMadre, Provida, Derecho a Vivir, Fundación Madrina...- Se trataba sólo de una pequeña muestra de las 520 entidades adheridas a Sí a la vida. Les acompañaban, según la organización, cien mil manifestantes con pañuelos, camisetas y banderolas verdes se dirigieron a la Puerta del Sol.
«Las embarazadas están abandonadas»
A los cánticos ya conocidos de «Que se vayan y dejen a los niños vivir», «Sí a la vida, aborto no», o «Viva las madres, vivan los padres», se sumó en esta convocatoria uno nuevo: «Las embarazadas están abandonadas». Hacía referencia a uno de los pilares de los actos de este año: la exigencia de políticas públicas eficaces de ayuda a la maternidad. Por eso, al lema de cada año Sí a la vida, se había sumado también, en la convocatoria, Por la vida, la mujer y la maternidad. Dos pequeños grupos de contramanifestantes -uno de ellos de activistas de Femen con el pecho desnudo- intentaron reventar la manifestación, aunque la Policía y los voluntarios de orden de la organización evitaron altercados que hubiera altercados.
Cuando la manifestación llegó a Sol, comenzó un acto festivo presentado por Elena Miñambres y David Alemán, de13TV. El acto estuvo jalonado por distintos testimonios. Uno de ellos fue el de Sergio, al que acompañaron Ángela y las gemelas de los dos. Con apenas 20 años, la pareja tuvo que hacer frente a un embarazo imprevisto. Los padres de Ángela querían que abortara, pero Sergio les hizo frente para salvar la vida de sus hijas. «Fue todo muy difícil -explicó-, pero hice lo que tenía que hacer. Nuestras hijas nos han cambiado la vida a mejor».
«Nadie me dio información»
Paola, que habló después, no tuvo tanta suerte. Ni su novio ni su familia la apoyaron, y abortó «porque no veía ninguna salida, era lo que esperaban que hiciera. Nadie me dio ninguna información sobre lo que iba a sufrir después, ni sobre las entidades que ofrecen ayuda». Ha sido capaz de superarlo gracias a Proyecto Raquel, una iniciativa de la asociación pública de fieles Spei Mater.
El siguiente testimonio fue el de un enfermero que trabajaba en una clínica de abortos. Sin embargo, «la primera vez que entré en un quirófano y vi un aborto dejé de defenderlo». Por eso animó «a todas las personas que defienden el aborto a ir a clínica donde se practican, a ver lo que defienden».
A pesar del síndrome de Down, «podemos tener una vida bastante buena»
Otro de los testimonios corrió a cargo de dos jóvenes con síndrome de Down. David subrayó que «la gente como nosotros podemos tener una vida bastante buena si nuestros padres y profesores nos apoyan y creen en nuestras posibilidades». Él mismo es un ejemplo. Explicó, orgulloso, las funciones en los servicios generales de una empresa. «Trabajar -añadió- me satisface y me hace sentir útil y porque así puedo tener mejores relaciones sociales. Trabajo para ganar dinero, para mantenerme y comprarme mis comidas».
También explicó que «con mi familia estoy muy a gusto, y en el futuro me gustaría vivir con mis amigos. Tengo novia, muy guapa. Llevo una vida bastante relajada, soy bastante buen escritor, risueño. Por otro lado, soy un poco pasota, fantasma y muy hablador». David terminó animando a los asistentes a que «cuando veáis a un chaval con discapacidad», sean conscientes de que «podemos aprender si tenéis paciencia».
«Os pedimos que estéis con nosotros»
A su lado estaba Miguel Ángel, que comenzó definiéndose como «una persona normal, guapo, cabezota, un poco terco y muy comilón». También él trabaja, desde hace 15 años, «para ganar dinero para poder vivir, y para mantener un puesto de trabajo» como mozo de almacén. Vive con sus padres y su hermana, y le gustan «el fútbol, el ocio con mis amigos, y pasármelo bien». Terminó diciendo: «Nosotros necesitamos apoyo, por eso os pedimos que estéis con nosotros. Gracias a todos por venir. También gracias a la Fundación Síndrome de Down, por apoyarnos. ¡Muchas gracias a todos!»
Durante el acto, hubo también dos actuaciones, que tenían como fin subrayar la petición de más ayudas a la maternidad, y la importancia que puede tener la aprobación de la reforma española del aborto para reabrir el debate en Europa.
Defender la vida, «una necesidad perentoria»
El acto terminó con la lectura del manifiesto de la manifestación, que comenzaba subrayando que «la defensa de la vida, la mujer y la maternidad es una de las necesidades perentorias de nuestra época para construir una sociedad acorde con la dignidad humana. El siglo XXI debe ser el siglo del compromiso con la vida, superando la cultura de la muerte que caracterizó al siglo XX, siglo de totalitarismos, guerras, genocidios y aborto».
La defensa de la vida del no nacido es un acto de justicia porque «cada vida es única, irrepetible y valiosa y debe ser protegida y cuidada desde su concepción hasta su muerte natural. El ser humano tiene una dignidad que no pierde con la edad, la enfermedad o las circunstancias en las que ha sido engendrado o le ha tocado vivir».
Además, la defensa de la vida «coincide con la necesidad de superar el suicidio demográfico en que está empeñada la vieja Europa, y con ella España». Ello hace de los padres de familia «verdaderos benefactores sociales», por lo que «merecen la solidaridad y el apoyo de toda la sociedad a través de políticas públicas comprometidas activamente con la maternidad y la vida».
Por ello, los manifestantes reclamaban «políticas activas y eficaces de protección a la maternidad y la familia»; «apoyo real a la mujer embarazada para que pueda ejercer su derecho a ser madre», y la «construcción de un compromiso público con la maternidad y la vida como bienes sociales dignos de aprecio y aplauso». También exigieron que en el debate sobre la reforma del aborto «se preocupen de verdad y en serio de ayudar a construir una sociedad que proteja la vida y la maternidad».
María Martínez López
Ofrecemos a continuación el texto íntegro del manifiesto del Sí a la vida:
La defensa de la vida, la mujer y la maternidad es una de las necesidades perentorias de nuestra época para construir una sociedad acorde con la dignidad humana. El siglo XXI debe ser el siglo del compromiso con la vida superando la «cultura de la muerte» que caracterizó al siglo XX, siglo de totalitarismos, guerras, genocidios y aborto. Esta exigencia ética coincide con la necesidad de superar el suicidio demográfico en que está empeñada la vieja Europa y con ella España: la caída de la natalidad es la verdadera «bomba demográfica» de nuestra época. El apoyo a la maternidad es exigencia de justicia y, además, de perentoria necesidad para que España y Europa en su conjunto tengan futuro.
Los padres de familia son verdaderos benefactores sociales. Su apertura a la maternidad/paternidad les convierte en personas que ayudan a garantizar una sociedad con futuro y, por ello, merecen la solidaridad y el apoyo de toda la sociedad a través de políticas públicas comprometidas activamente con la maternidad y la vida.
Toda Europa es consciente ya de que necesitamos ciudadanos que se abran a la vida pues sin esos benefactores sociales Europa pasará a ser algo residual en un mundo global donde el capital humano es -como siempre- condición imprescindible de viabilidad. Necesitamos apoyar la maternidad porque es de justicia y porque, además, resulta imprescindible para tener futuro. Los prejuicios ideológicos del antihumanismo laicista de género (la exaltación de una sexualidad irresponsable, la fobia a la maternidad, el desprecio a la vida) no pueden seguir bloqueando algo que es de justicia: el apoyo público a la vida y la maternidad.
Por ello, en este año 2014, los convocantes de las concentraciones del Día Internacional de la Vida en España solicitamos a todas las autoridades europeas y nacionales:
a) políticas activas y eficaces de protección a la maternidad y la familia, sostén de la sociedad en esta época de crisis, fuente de solidaridad y garante de la vida y el cuidado a los más necesitados.
b) apoyo real a la mujer embarazada para que pueda ejercer su derecho a ser madre con el apoyo de redes eficaces que le garanticen que nunca estará sola ante sus problemas y dificultades
c) construcción de un compromiso público con la maternidad y la vida como bienes sociales dignos de aprecio y aplauso; compromiso que debe extenderse a las políticas públicas, al modelo de relaciones laborales y la cultura común.
Y, en particular, solicitamos al Gobierno y los partidos políticos españoles que en el actual debate sobre la reforma de la legislación en materia de aborto se preocupen de verdad y en serio de ayudar a construir una sociedad que proteja la vida y la maternidad en clave de solidaridad comprometida con la mujer embarazada y sus necesidades.
Por cuarto año consecutivo nos reunimos para celebrar el Día Internacional de la Vida y queremos manifestar ante toda la sociedad española y ante el mundo, que defendemos:
a) que cada vida humana es única, irrepetible y valiosa y debe ser protegida y cuidada desde su concepción hasta la muerte natural, siempre y en toda circunstancia y sobre todo en los momentos de mayor fragilidad.
b) que el ser humano tiene una dignidad que no pierde con la edad, la enfermedad o las circunstancias en las que ha sido engendrado o le ha tocado vivir y debemos reconocerle los derechos asociados a esa dignidad.
Un año más, COMPROMETIDOS CON LA VIDA, manifestamos nuestra voluntad de trabajar activamente para que España sea punta de lanza en Europa en la recuperación del aprecio y la protección a la vida humana, la mujer y la maternidad.

miércoles, 26 de marzo de 2014

Reunión del grupo de matrimonios jóvenes del MFC


El próximo domingo 30 de marzo a las 17:30 horas tenemos grupo de matrimonios jóvenes del MFC de Madrid en la Pª Beata Maria Ana Mogas, Calle Altisidora 6, metro Tres Olivos. Estais invitados.

martes, 25 de marzo de 2014

Yo Creo: documental en 3D

Póster estreno Yo Creo

Yo Creo es un documental rodado el 2013 íntegramente con tecnología 3D y trata con profundidad el Credo y las razones que fundamentan la fe de las personas. Es el primer documental en el mundo sobre el Credo realizado con esta tecnología.
La productora española Global3DSolutions, especializada en estos formatos audiovisuales, es la responsable del film, que “quiere ser una contribución moderna y atractiva” a los objetivos del Año de la Fe anunciado por el Papa Benedicto XVI, es decir, fomentar “el encuentro con Jesucristo y la belleza de la fe en Él”.
El Cardenal Ravasi con Gemma Bas y Vicenç Vila
El Cardenal Ravasi con Gemma Bas y Vicenç Vila
Toda esta innovación, y la delicadeza del tratamiento fílmico, hicieron que la película fuera considerada uno de lostres mejores documentales religiosos del mundo el 2013, en el festival “Mirabile Dictu”, los “Óscars” del cine religioso, que se celebró en Roma el pasado mes de junio, y donde se presentaron cerca de 2.000 producciones internacionales.
Yo Creo se preestrenó en en el Cine Comédia de Barcelona con un éxito abrumador con 500 espectadores agotando las localidades. El periodista Francesc Rosaura de TV3 presentó el acto.
Aforo, público, cine comedia
El Cine Comedia de Barcelona, hasta la bandera






Yo Creo se inscribe dentro de las iniciativas que pueden contribuir a la nueva evangelización y por ese motivo cuenta con el patrocinio del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.
www.yocreo.net 
En resumen, "Yo Creo" es un documental producido con la innovadora tecnología 3D, que cuenta con el patrocinio del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, finalista en el Festival Internacional de Cine Católico de Roma, el más importante del mundo de esta temática (presidido por Mons. Ravasi).
Se estrenará en salas comerciales el 21 de Marzo 2014 y trata sobre la belleza de la fe, la fuerza emotiva de los testimonios, la belleza de la naturaleza, la pureza de la Palabra de Dios, el arte religioso y una sensacional banda sonora original complementan esta obra, que toma el Credo católico como recorrido argumental y que intenta mostrar la belleza de la fe para invitar al espectador al encuentro personal con Jesucristo.
El tráiler se puede ver en el siguiente link:  
http://youtu.be/gOnamhpVna4
Adjunto un póster por si quieres imprimirlo y colgarlo donde creas conveniente y dos cartas muy bonitas que nos han escrito el obispo de Sant Feliu i el de Gerona recomendado el Documental "Yo Creo". 
Los pases en Cinesa Proyecciones (C/ de Fuencarral 136, en Madrid) serán, tal como indica el cartel que te hemos adjuntado:
Viernes a les 18h / Sábado y Domingo a las 16h / Lunes, Martes, Miércoles y Jueves a las 20h
También en las Rozas (HERON CITY), un pase diario a las 18h del 21-27 de Marzo. 
Te agradecemos de antemano toda la difusión que puedas hacernos.
También puedes seguirnos en: 
Web: www.yocreo.net
Facebook: www.facebook.com/yocreonet
Twitter: @yocreonet
Quedo a tu disposición,
Elvira,
93 786 15 16
Equipo "Yo Creo"

lunes, 24 de marzo de 2014

Aplicaciones prácticas de la Teología del cuerpo


Santos del día a día
El magisterio de Juan Pablo II sobre el amor humano no se queda en teorías, sino que se concreta en cada vez más aplicaciones pastorales: matrimonios que se juntan para compartir experiencias, centros de orientación familiar, movimientos eclesiales de espiritualidad familiar, médicos que reconocen la validez de la enseñanza de la Iglesia para iluminar la ciencia... El amor humano es un camino de santidad cotidiana
alfayomega.es
La pastoral de la tortilla
Rafa y Lola son padres de 5 hijos y un matrimonio feliz, creyente y muy comprometido con la Iglesia y con la defensa de la vida. Hace un par de años, dieron un paso más e hicieron el Máster en Pastoral Familiar, del Instituto Pontificio Juan Pablo II. Algo que «nos ha cambiado la vida, y no es una forma de hablar». Porque «una cosa es tener un encuentro personal con el Señor, y otra, recibir su luz para entenderte como un nosotros, para vivir a fondo nuestra llamada al amor y a la felicidad como matrimonio». Gracias al magisterio de Juan Pablo II, «hemos entendido que fecundidad no es sinónimo de fertilidad, sino que es estar abierto. La fecundidad de una familia católica no se queda en tener hijos y encerrarte luego en lo bien que estás, como un síndrome Gollum de quedarte con mi tesoro, sino que es abrir las puertas y la familia a tu entorno. Y podemos llegar muy lejos: a través de nosotros, a nuestros compañeros de trabajo, a nuestra familia y amigos; a través de nuestros hijos, a todo su entorno. Y el círculo siempre va creciendo». Así empezaron a practicar «la pastoral de la tortilla de patatas: invitábamos a nuestra casa a amigos, a parejas, a familias..., sacábamos una tortilla y unas cervezas, y hablábamos de Dios, de la familia, de sus problemas...» Desde hace 7 meses, dirigen el Centro de Orientación Familiar Juan Pablo II, en Madrid, donde «cada vez ayudamos a más familias con problemas diferentes: sexualidad; problemas con los hijos; falta, no ya de comunicación, sino de conocer al otro...» La conclusión es que «las personas, al conocer el amor de Dios a través del amor humano, comprenden mejor sus problemas para solucionarlos y, además, se sienten consoladas».
La Medicina, iluminada
La doctora Inés García es psiquiatra especializada en niños y adolescentes, en la consulta del doctor Carlos Chiclana. Por experiencia, sabe que el magisterio de Juan Pablo II sobre el amor humano «responde a la realidad y a los sufrimientos de mucha gente», relativos a la afectividad y a la sexualidad. Y da ejemplos: «Algunos adolescentes sufren mucho porque no han descubierto el inmenso valor de su cuerpo y la íntima relación que existe entre su cuerpo y su mundo emocional y afectivo. Este desconocimiento puede conducirles a una ruptura interior, a no dar a su cuerpo el trato y cuidado que merece y, en algunos casos, a desarrollar patologías». Sin embargo, el cuerpo está llamado a ser «nuestro gran aliado para ser libres, no esclavos, para desarrollar nuestro potencial, identificar nuestras emociones y sentimientos, y transmitir los afectos a los demás». García explica que la Teología del cuerpo no sólo no es contraria, sino que ilumina «la terapia del cuerpo, porque hemos sido creados bien, y cuantos más casos trato, más compruebo que Cristo es quien mejor conoce al ser humano y lo que necesita para ser feliz». Por eso, ayuda a niños y jóvenes «a escuchar y valorar su cuerpo, sanar heridas y descubrir su dignidad».
Las familias invencibles
En los últimos años, se han multiplicado los movimientos y grupos que viven una espiritualidad familiar. Uno de ellos es la Fraternidad de las Familias invencibles, ligada a la Renovación Carismática Católica. A través de encuentros periódicos, dan «respuesta a la insistente llamada de Juan Pablo II en favor de la evangelización de y desde las familias», como explican en su web. En esos encuentros, a través de la formación, la oración, la convivencia y el testimonio, «la acción del Espíritu en nuestras familias va regalando sus dones, con frutos como la oración familiar diaria, la creación de un lugar de oración en cada casa, la hospitalidad entre familias, la activación de la gracia matrimonial, y la evangelización y el servicio a la Iglesia» en parroquias y COF. Porque la Teología del cuerpo no sólo habla de fecundidad, sino que es fecunda.

¿Quién rebaja el amor a sexo?

La doctora doña Nieves González Rico, sexóloga y directora de la fundaciónDesarrollo y Persona, impartió una completísima charla sobre las etapas de la afectividad y su evolución por edades, iluminándolo con casos prácticos que ve en la fundación. Por eso, argumentaba con razones puramente naturales para explicar, por ejemplo, por qué un adolescente siente la necesidad de masturbarse («estás creado para el amor, y por eso tu cuerpo genera semen y te va preparando para entregarte»), o por qué dos chicas se dan un beso en los labios para hacerse una foto («como estás bien creada, te gusta sentir, y a esta edad te resulta menos violento besar a una amiga que a un chico, aunque esa actitud no corresponda a la amistad, sino al amor»). Sin embargo, no dudó en denunciar que, ante el incremento de la promiscuidad, la apología de la infidelidad y del sexo sin compromisos, y el aumento de los casos de atracción por el mismo sexo, «hay intereses económicos muy potentes, que necesitan rebajar el amor a sexo para tratarlo como un bien de consumo: la industria del aborto, fabricantes de preservativos y de anticonceptivos, la industria de la pornografía...»

domingo, 23 de marzo de 2014

La Iglesia aprecia más que nadie la sexualidad

El teólogo y catequista familiar Ksawery Knotz explica la Teología del cuerpo, de Juan Pablo II

Cuando era sólo un sacerdote, Karol Wojtyla fijó como una de sus prioridades la atención pastoral a parejas de novios y de matrimonios, para explicarles que la propuesta de la Iglesia sobre sexualidad y afectividad no es algo opresor, sino un camino de plenitud. Así comenzó a gestar unas enseñanzas sobre el amor humano como reflejo del amor de Dios, a las que, como Papa, dedicó las catequesis semanales de los cuatro primeros años de su pontificado. 40 años después, el franciscano polaco Ksawery Knotz, doctor en Teología Pastoral y experto en pastoral familiar, autor de numerosos libros y que trabaja con cientos de parejas católicas, explica que la Teología del cuerpo, de Juan Pablo II, es una de las claves de su magisterio, y «un punto de referencia» para la Iglesia del siglo XXI
alfayomega.es
¿Qué es la Teología del cuerpo, de Juan Pablo II?
La Teología del cuerpo es un intento de reorientar el pensamiento de algunos católicos. Un pensamiento que se había formado a través de los siglos, o sin tener en cuenta la espiritualidad del matrimonio, o en culturas que no tienen nada que ver con el Evangelio y que degradaron el cuerpo humano. Ante esto, la interpretación católica del cuerpo que hizo Juan Pablo II es de gran importancia para comprender el amor humano, la sexualidad y la afectividad, y la forma de hablar de ellos en la Iglesia.
El biógrafo norteamericano de Juan Pablo II, George Weigel, definió las enseñanzas del Papa en materia de afectividad y sexualidad como «una bomba teológica de efecto retardado». ¿Tan importante es para el magisterio de la Iglesia?
Es muy importante, y es un punto de referencia imprescindible para la teología del matrimonio y de su espiritualidad. Sin la Teología del cuerpo, y la espiritualidad que implica, no se puede hablar con sentido de la ética sexual. Hay una diferencia clara entre los teólogos que se inspiran en la Teología del cuerpo y los que no la han descubierto, o no la entienden, porque sólo aquellos que se inspiran en ella tienen algo importante que decir.
Entonces, ¿cuáles son las enseñanzas más importantes de Juan Pablo II sobre el amor humano?
En breves palabras, se puede decir que la historia del mundo comienza con el amor de un hombre y de una mujer. La historia empieza porque Dios le dio al hombre su amor y la capacidad para amar; lo que hace que un ser humano lo sea es que no sólo piensa y decide de manera libre, sino que también ama. Juan Pablo II se pregunta por la conciencia humana, e intenta, junto con el propio hombre, descubrir lo que es el amor humano: una relación, en la que un hombre y una mujer pueden revelar a Dios. Dios es amor, y por eso es necesario que los hombres aprendan a comprender el amor como un don. El amor no se puede comprar, como un objeto, sólo se puede tomar de la persona que nos ama, o alegrarnos porque nuestro amor sea aceptado. Juan Pablo II muestra que Cristo enseña a los creyentes este amor, para que puedan vivirlo en su vida.
Han pasado más de 30 años desde que el Papa escribió la Exhortación Familiaris consortio. Ahora que se habla de un Sínodo sobre la familia, ¿sigue siendo válida?
La Familaris consortio mostró las tareas de la familia cristiana y es un buen documento, que ayudó a profundizar en muchos temas. Ahora nos estamos preparando para un nuevo Sínodo sobre el matrimonio y la familia, porque existe la conciencia de que hay que abordar de nuevo este tema, teniendo en cuenta lo que los teólogos han desarrollado en este tiempo. Personalmente, veo la necesidad de unir más el sacramento del Matrimonio con la misión de la comunidad de la Iglesia. Para mí, sigue siendo un sacramento subestimado e incluso marginado en la vida pública de la Iglesia.
¿Por qué fue tan sorprendente que un Papa hablase sobre sexualidad y vida familiar?
Las catequesis de la Teología del cuerpo no son especialmente fáciles de leer, y, para que sean conocidas, es necesario comentarlas de diferentes maneras. Muchos se sorprenden al ver cómo un Papa habla sobre el cuerpo del hombre y de la mujer, con tanto respeto y belleza. En el tema de la sexualidad, mucha gente sigue sin comprender que se puede incluir a Dios en la vida íntima. La relación de amor entre un hombre y una mujer, incluido todo lo atractivo de la vida sexual, es el invento de Dios para que el hombre participe en su amor.
Algunos creen que la propuesta cristiana, en el amor y la afectividad, es algo imposible de vivir...
Sin Dios puede ser imposible, pero con Él, es lo más realista posible. El mayor problema asociado con la ética sexual de la Iglesia no es la misma ética, sino sus interpretaciones erróneas, especialmente aquellas mostradas de forma negativa. Cuando se sabe cómo mostrar en positivo a lo que aspiramos y lo que queremos construir, se pueden conciliar todos los valores del Evangelio con la delicadeza con que la Iglesia trata los problemas humanos relacionados con la sexualidad. La ética sexual de la Iglesia se concentra en buscar cómo construir un vínculo duradero, que permita vivir la unión feliz y la expresión de respeto por el ser humano, incluyendo su cuerpo y su fertilidad. No son requisitos poco realistas, sino muy necesarios para que la gente se sienta amada.

Como sacerdote y obispo, mostró a los jóvenes
la afectividad como santidad
Hay personas no católicas, y también católicos, que creen que la Iglesia ve el cuerpo humano y la sexualidad como enemigos. Sin embargo, Juan Pablo II habla del amor humano como de un camino de santidad...
La Iglesia, a través de la enseñanza de los Papas, aprecia la sexualidad más que nadie en el mundo que nos rodea, y cree que la sociedad continuamente la subestima. El cuerpo expresa la totalidad de la riqueza espiritual del ser humano, lo que significa que la sexualidad está diseñada para representar esta riqueza. No se trata de una relación trivial basada en deseos sexuales superficiales, que se pueden generar y romper casi de inmediato, sino de la relación que permite crear una unión estable y fiel, basada en el amor y en la confianza. Desde la perspectiva del adicto al sexo que todavía no se ha curado, se odia al cuerpo y la limitación de las parejas sexuales. Él goza del sexo sin restricciones, e incluso se enorgullece de sus éxitos. Hoy domina esta perspectiva, que se presenta como ejemplo de la felicidad y de la libertad, pero su fruto real es siempre un gran desprecio por el propio cuerpo, que se escapa de control. Hoy no tenemos el problema de gente que tenga miedo del sexo por razones religiosas; sin embargo, sí que nos encontramos con una gran cantidad de personas que no tienen nada en común con el cristianismo, y que tienen miedo de su sexualidad porque saben que puede ser peligrosa para ellos y para las personas de su entorno.
Las propuestas de Juan Pablo II, ¿son sólo teorías, o pueden aplicarse en la vida diaria de las familias?
Durante años, estudié a fondo la Teología del cuerpo y trabajé las catequesis originales con grupos de matrimonios. Para ellos, no eran temas poco prácticos. Cada semana, entendían mejor lo que decía el Papa y veían que estaba totalmente relacionado con su forma de pensar sobre sí mismos, sobre sus cuerpos, sobre la excitación, sobre la masculinidad o sobre la feminidad... Son temas importantes para ellos, que les enseñan cómo entenderse a sí mismos y cómo tratar su cuerpo. A pesar de todo, la Teología del cuerpo de Juan Pablo II es mucho más fácil de entender que las obras de Lévinas, Whitehead o Foucault. Simplemente, hay obras que forman el pensamiento, incluso aunque tengan un alto nivel de abstracción, y que son importantes e influyen en la vida humana, a pesar de que la mayoría de la gente no sea consciente de ello.
José Antonio Méndez

sábado, 22 de marzo de 2014

Encuentro conyugal del pasado fin de semana



El pasado fin de semana se celebró en Los Molinos un encuentro conyugal del MFC de Madrid, en el que cuatro matrimonios pudieron se encontraron con Dios, con ellos mismo y con su cónyuge. Desde las redes sociales decenas de personas se unieron en oración para rezar por los frutos de dicho encuentro. Felicidades a los encontrados, al equipo organizador y al consiliario el agustino D. Antonio Iturbe, prior del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

viernes, 21 de marzo de 2014

21 de marzo, Día Mundial del síndrome de Down


La gramática del amor
Hoy, en España, hay 35.000 personas con síndrome de Down, personas que llevan años levantando su voz serena ante la sociedad, exigiendo los mismos derechos que el resto, intentando explicar al mundo que son más las cosas que nos unen que las que nos distinguen, que tienen una vida plena y feliz, que no hay que tener miedo de traerlos al mundo, y que el afán de perfección es siempre un baremo imperfecto, soberbio e injusto
alfayomega.es

Nos ha enseñado a conjugar el verbo amar...
Si hace un año me hubieran recordado que el día 21 de marzo es el Día Mundial del síndrome de Down, lo habría valorado durante dos minutos y lo habría borrado de mi mente, tan llena de esas cosas que uno piensa son importantes. El ser humano tiene la triste capacidad de eliminar rápidamente del registro lo que no le incumbe de una manera directa, en un egoísta y en cierto modo comprensible mecanismo de autodefensa. Este año, en cambio, a mí, a nosotros, a toda mi familia, nos ha tocado despertar a la realidad del síndrome de Down, ese gran desconocido (junto con todos los otros síndromes, discapacidades y enfermedades raras) para la gran mayoría.
Yo formaba parte de esa mayoría para quienes el síndrome de Down es ese lugar de la memoria poblado de niños eternos cogidos de la mano de sus padres, arrinconados en los confines de sus limitaciones, lejos de las alegrías del mundo. Pero en apenas tres meses -los tres meses que cumple ahora nuestro pequeño Francisco- he aprendido sobre este síndrome más que en toda mi vida. He leído libros, hablado con padres, consultado a asociaciones especializadas, buceado en todos los rincones de Internet y visto miles de vídeos hasta darme cuenta, por fin, de lo equivocadísima que estaba.
Serenas lecciones de vida
-«Dejad de murmurar en el pasillo y decidme qué le pasa a mi niño».
Francisco, el bebé más esperado y querido del mundo, acababa de nacer hacía apenas unas horas y estaba en la incubadora porque necesitaba algo de oxígeno. Nació rubio, rubísimo, hasta el punto de sorprender al anestesista, y blanquísimo de piel, hasta el punto de indignar a su padre, un moreno de ojos castaños que trataba de encontrar en su retoño algún parentesco físico: «¡Sólo ha heredado las orejas..!» Tras los primeros momentos de alegría, y todavía en la nebulosa que sigue al parto, lo veía susurrar junto a mis padres, con tono sombrío, lejos de mi cama. Me asusté mucho.
-«Decidme qué le pasa a mi niño, ¿tiene algo? ¿Es grave?»
Mi marido se acercó a mi cama, y ahogando un sollozo, me dijo: «Tiene rasgos Down. Francisco tiene síndrome de Down...» Sorprendentemente, no me sentí triste, pero estaba en shock: durante todo el embarazo nos habían dicho que el niño venía perfecto. Y sin embargo, aquí estaba Francisco, con su síndrome y su cardiopatía severa que habría que operar en unos meses. De pronto, todos los proyectos, ilusiones y fabulaciones que uno genera mientras espera a que nazca un hijo se derrumbaron. Por mi cabeza pasaban todos los tópicos recordables y a ratos me invadían oleadas de miedo, el miedo que produce el monstruo del desconocimiento. ¿Qué vida llevaría mi hijo? ¿Cómo saldría adelante? ¿Cuánto y cómo viviría? ¿Cómo se educa a un niño con síndrome de Down? Pensé en lo importantes que son los pequeños detalles y el largo plazo en las cosas de Dios: al principio, uno no entiende nada, pero cuando, con el paso del tiempo, contempla los trazos de la vida con perspectiva, todo cobra una luz nueva. Recé en silencio: «Señor, Tú nos lo has dado, danos ahora fuerzas para sacarlo adelante».
Hoy me doy cuenta de que la oración tenía que haber sido otra: «Señor, dale a mi hijo paciencia para soportar a unos padres tan torpes, tan flojitos y tan ignorantes». Porque, afortunadamente, algo hemos aprendido.
Francisco se ha encargado de demostrarnos que es un bebé que sólo se distingue de los demás por un invisible cromosoma extra. Y no ha dejado de darnos serenas lecciones de vida. Aunque sabemos que esto no ha hecho más que empezar, Francisco nos ha enseñado a no proyectar más allá del maravilloso día a día, a disfrutar mucho más de las cosas pequeñas, de los pequeños logros conseguidos con un mayor esfuerzo, como cuando intenta levantar la cabeza en una simpática lucha sin cuartel contra su hipotonía muscular. Nos ha enseñado a dar gracias a la vida, sin preocuparnos más que lo justo por lo que pueda ocurrir mañana. Y, lo más importante, nos ha enseñado a conjugar el verbo amar y a desterrar el adjetivo perfecto en una sociedad competitiva que tiende a rechazar a los más débiles.
Mar Velasco

jueves, 20 de marzo de 2014

Educar la afectividad, educar en el amor, V Congreso Nacional de Educatio Servanda


La generación del rollo pide aprender a amar
Cada fin de semana, miles de adolescentes buscan diversión sin compromiso, a través de relaciones y contactos sexuales fugaces. No es una cuestión de hormonas sin consecuencias. Como alertaron numerosos expertos en el V Congreso Nacional de la fundación Educatio Servanda, esta ruptura entre afectividad, deseo, sexualidad y amor causa heridas muy profundas. Ante esto, la propuesta del amor humano que lanza la Iglesia devuelve la esperanza a quien se siente perdido

«El fenómeno del lío de fin de semana
está muy vinculado a la banalización de la diversión
y a huir de la responsabilidad de los propios actos»
Rebeca tiene 15 años y el otro día le contó a su profesora de Literatura, entre lágrimas, que lleva una temporada larga mintiendo a sus padres, porque ha estado saliendo con un chico mayor de edad con el que «ha hecho de todo», y con el que se ha juntado con compañías nada recomendables: «He visto de todo: drogas, gente en coma etílico, putas... Ahora soy yo la que está enganchada a los porros y no sé qué hacer. Ya no soy la misma». A su ex novio, que también está enganchado a las drogas, sus padres lo han echado de casa y se ha quedado solo porque sus amigos le han dado la espalda por cómo trata a las chicas. También Alicia, de 13 años, está pasando una racha malísima, pero por la fama que se ha extendido en su entorno, después de que se haya liado con varios chicos en muy poco tiempo y de que haya empezado a ir a clase vestida de femme fatal. La gota que ha colmado el vaso y que ha llevado a sus padres a buscar ayuda profesional ha sido que un chico con el que estuvo de rollo, filtró en su entorno unas imágenes de móvil en las que Alicia aparece sin ropa. Raúl, que tiene 11 años, hace unos meses rompió a llorar en clase por una tontería. Cuando su tutor habló con él, descubrió que sus padres se están separando, que su hermana mayor tiene problemas de bulimia y se ha intentado suicidar, y que, como no hay nadie en casa a la hora de la comida, él tiene que cuidar de ella justo en las horas críticas.
Estos casos tienen tres cosas en común: primero, que son reales y se han dado en el mismo centro escolar de una zona acomodada de Madrid, en este mismo curso; segundo, que todos los nombres son ficticios para preservar la identidad de los menores; y tercero, que revelan a la perfección en qué consiste la emergencia afectiva sobre la que versó, el pasado sábado, el V Congreso Nacional de Educadores Católicos, que organizó la fundación Educatio Servanda en el colegio Juan Pablo II, de Alcorcón. Y como se ve, el tema -bajo el enunciado Educar la afectividad, educar en el amor- no podía estar más pegado a la realidad.
Adolescentes viejos
Quienes conocen el día a día de los jóvenes, no sólo como espectadores, sino por acompañarlos, profundizar en sus problemas, descubrir sus causas y proponerles soluciones, explican por qué situaciones como las descritas son tan frecuentes. Como explicó durante el Congreso doña Begoña Ruiz Pereda, monitora de educación afectiva y sexual de la fundación Desarrollo y Persona, y máster en Ciencias del Matrimonio y de la Familia por el Pontificio Instituto Juan Pablo II, «la propuesta sobre relaciones personales que la sociedad lanza a los adolescentes y a los jóvenes» está tan centrada en el egoísmo y en la genitalidad que, al vivirla, «genera adolescentes envejecidos de forma prematura, que no confían en las personas y con muchas dificultades para reconocer el valor real de sí mismos». Y no es algo aislado, sino que, como constató doña Patricia Sánchez, monitora del programa de formación afectivo sexual Teen Star, «cada vez llegamos a más chicos que tienen el corazón roto, que han experimentado en sus carnes unas relaciones humanas desvinculadas del amor, de la fidelidad y de la afectividad, y que están destrozados».
La generación del rollo
Son la generación del rollo. Y no es que antes no hubiera jóvenes que cambiaran de pareja cada fin de semana; es que ahora, eso que era raro o esporádico, es la norma común. La doctora doña María Eugenia Huete, del Centro de Orientación Familiar de Getafe, explica que, «incluso los chavales que están bien formados y que quieren vivir el amor humano como reflejo del amor de Dios, tienen muchas dificultades para hacerlo. Te dicen: Sí, eso está bien, pero cuando mi novio o mi novia me dice que nos acostemos, o que nos masturbemos, ¿qué hago, qué digo, cómo paro, por qué voy a parar, cómo puedo vivir otra forma de relacionarme con los demás?»
Un batiburrillo de sexo y amor
Aunque algunos piensen que la promiscuidad en la pubertad es divertida o inocua, cosas de críos y de hormonas, «el fenómeno del lío de fin de semana -explicó doña Begoña Ruiz- tiene consecuencias cada vez peores, porque está muy vinculado a la banalización de la diversión, a huir de la responsabilidad de los actos, y además lleva implícito el consumo de alcohol para evitar el pudor (que es una defensa natural del ser humano para evitar relaciones inadecuadas). Los jóvenes te explican que lo hacen porque, a veces, te diviertes y no te comprometes, pero lo malo es que, a veces, te quedas colgado y empiezas a sentir algo por alguien». Así, se genera una mezcolanza de sexo, sentimientos encontrados, enamoramiento, diversión y evasión, del que, como es lógico, salen atolondrados y escaldados.
Amar bien no es cosa de críos...

Un momento del Congreso,
al que asistieron más de 500 adultos
y casi 200 niños
El reto de padres, profesores, catequistas y educadores es responder a la pregunta que lanzó el psicólogo don Jaime Serrada, de la fundación Gift and Task: «¿Qué hacemos contra este tsunami social que, aunque cerremos las puertas y ventanas de nuestra casa, se cuela por las rendijas de las persianas?» Pues no tratar sus sentimientos, deseos y afectos con frivolidad, sino «permanecer a su lado, anunciarles la verdad del amor humano y ser testigos de él, para que puedan decir: Quiero vivir como tú, me va a costar, pero sé que eso es lo bueno. A amar, se aprende amando».
El profesor de la Universidad de Navarra don Pedro Juan Viladrich aportó al Congreso la experiencia de sus 85 años de vida, y de su saber como padre, abuelo y educador, para sintetizar en qué consiste el amor humano que propone la Iglesia, entendido como reflejo del amor de Dios. En una de las intervenciones más aplaudidas, Viladrich recordó que, hoy, tanto jóvenes como adultos «estamos extremadamente necesitados de que se nos quiera, pero muy poco capacitados y dispuestos para amar. Hambre todos tenemos, pero cocinar por los demás es otra cosa...» El motivo de esta incapacidad es que «el amor de verdad te lleva a pasar de una predilección por ti mismo, a una predilección por el otro. Eso es el amor de verdad: ser capaz de preferir al otro». Algo, claro, incompatible con el egoísmo materialista de una sociedad de consumo.
Formarse para amar
Eso sí, el amor no es inmolación, sino movimiento de ida y vuelta, que implica humildad y confianza, porque «se expresa en el don y la acogida -explicó Viladrich-. Si el don no es acogido, no puede realizarse plenamente, y viceversa, lo que supone que hay que conocerse uno mismo, y al otro como es, no como quiero que sea».
Una de las conclusiones del Congreso de Educatio Servanda fue la necesidad de formarse bien en la doctrina de la Iglesia sobre el amor humano, para conocerse a uno mismo, amar mejor y enseñar a amar. A fin de cuentas, y como concluyó Viladrich, «en la vida, nada es más importante que llegar a amar de verdad, no sólo como nos amamos a nosotros mismos, sino como Jesucristo nos amó, que es un referente mucho más objetivo».
José Antonio Méndez