viernes, 29 de abril de 2016

El Foro de la Familia en Madrid pide a la Presidenta de la Comunidad que cuelgue el 15 de mayo la bandera del Día Internacional de la Familia en el edificio de Presidencia

El Foro de la Familia de Madrid (FFM) ha pedido hoy a la Presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid que cuelgue el próximo día 15 de mayo, Día Internacional de la Familia, la bandera de la Familia que más arriba exponemos y que se recoge en la página web de la ONU (http://www.un.org/es/events/familyday/).
El tema de la celebración del Día Internacional de este año se centra en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3: Asegurar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades.
El Día Internacional de la Familia se observa cada año el día 15 de mayo desde 1994. Esta fecha fue proclamada en 1993 por la Asamblea General de las Naciones Unidas (A/RES/47/237), haciendo eco de la importancia que la comunidad internacional le otorga a la familia. El Día Internacional de la Familia es la ocasión propicia para promover la concienciación y un mejor conocimiento de los procesos sociales, económicos y demográficos que afectan a este importante núcleo de la sociedad.
El Día Internacional de la Familia de las Naciones Unidas ha inspirado una serie de actos de sensibilización, entre los cuales destaca la celebración de esos días en el plano local, autonómico y nacional. En numerosos países, ese día ofrece una oportunidad para poner de relieve los distintos ámbitos de interés para las familias. Entre las actividades se incluyen cursos prácticos y conferencias, programas de radio y televisión, artículos periodísticos y programas culturales que hacen hincapié en los temas pertinentes.
El Director del Foro de la Familia en Madrid, Joaquín Polo Cañavate, afirma: “Creemos sinceramente que la celebración del Día Internacional de la Familia es una oportunidad para la sociedad en general, y para las instituciones públicas en particular, de rendir un merecido homenaje a todas las familias que en nuestra Comunidad son el verdadero Estado del Bienestar. Familias que día a día con esfuerzo, sin apenas ayudas pero con la convicción de que merece la pena, crían a sus hijos con conciliación o sin ella, cuidan de sus mayores, atienden a sus enfermos y ayudan a aquellos de sus miembros que han sufrido los rigores de esta crisis, sencillamente porque son parte de la Familia.
Desde el Foro de la Familia de Madrid proponemos que este año se cuelgue el 15 de mayo la insignia de esta celebración tan importante para todas las familias y que las declaraciones que con justicia se hacen elogiando su gran labor callada, también tengan su visibilidad en las instituciones públicas.

miércoles, 27 de abril de 2016

El Papa a los jóvenes: «La libertad no es poder hacer siempre lo que se quiere»

«SI TÚ NO SABES DECIR QUE NO, NO ERES LIBRE»


Setenta mil jóvenes asistieron ayer en la Plaza de San Pedro del Vaticano a la Misa oficiada por el papa Francisco con motivo del Jubileo de los jóvenes. El Santo Padre explicó a los chavales que la libertad consiste en poder elegir el bien, aquello que agrada a Dios.
25/04/16 7:50 AM |  Imprimir |  Enviar

Ver también
Homilía del Papa Francisco en la Misa por el Jubileo de los jóvenes:
«La señal por la que conocerán todos que sois discípulos míos será que os amáis unos a otros» (Jn 13,35).
Queridos chicos y chicas: Qué gran responsabilidad nos confía hoy el Señor. Nos dice que la gente conocerá a los discípulos de Jesús por cómo se aman entre ellos. En otras palabras, el amor es el documento de identidad del cristiano, es el único «documento» válido para ser reconocidos como discípulos de Jesús. El único documento válido. Si este documento caduca y no se renueva continuamente, dejamos de ser testigos del Maestro. Entonces os pregunto: ¿Queréis acoger la invitación de Jesús para ser sus discípulos? ¿Queréis ser sus amigos fieles? El amigo verdadero de Jesús se distingue principalmente por el amor concreto, no el amor en las nubes: no. El amor concreto que resplandece en su vida. El amor es siempre concreto, ¿eh? Ese que no es concreto y habla del amor, es una telenovela, un culebrón. El amor es siempre concreto, eh? ¿Queréis vivir este amor que Él nos entrega? ¿Queréis o no queréis? Entonces, frecuentemos su escuela, que es una escuela de vida para aprender a amar. Y esto es un trabajo de todos los días, ¿eh?: aprender a amar.
Ante todo, amar es bello, es el camino para ser felices. Pero no es fácil, es desafiante, supone esfuerzo. Por ejemplo, pensemos cuando recibimos un regalo: nos hace felices, pero para preparar ese regalo las personas generosas han dedicado tiempo y dedicación y, de ese modo, regalándonos algo, nos han dado también algo de ellas mismas, algo de lo que han sabido privarse. Pensemos también al regalo que vuestros padres y animadores os han hecho, al dejaros venir a Roma para este Jubileo dedicado a vosotros. Han programado, organizado, preparado todo para vosotros, y esto les daba alegría, aun cuando hayan renunciado a un viaje para ellos. Ésta es la concreción del amor. En efecto, amar quiere decir dar, no sólo algo material, sino algo de uno mismo: el tiempo personal, la propia amistad, las capacidades personales.
Miremos al Señor, que es insuperable en generosidad. Recibimos de él muchos dones, y cada día tendríamos que darle gracias. Quisiera preguntaros: ¿Dais gracias al Señor todos los días? Aun cuando nos olvidemos, Él se acuerda de hacernos cada día un regalo especial. No es un regalo material para tener entre las manos y usar, sino un don más grande para la vida. Nos regala… ¿qué nos regala el Señor? Nos regala su amistad fiel, siempre es amigo el Señor, que no la retirará jamás. Además, si tú lo decepcionas y te alejas de Él, Jesús sigue amándote y estando contigo, creyendo en ti más de lo que tú crees en ti mismo. Ésta es la concreción del amor que nos enseña a Jesús. Y esto es muy importante. Porque la amenaza principal, que impide crecer bien, es cuando no importas a nadie, cuando te sientes marginado, es triste esto. En cambio, el Señor está siempre junto a ti y está contento de estar contigo. Como hizo con sus discípulos jóvenes, te mira a los ojos y te llama para seguirlo, para «remar mar a dentro» y «echar las redes» confiando en su palabra; es decir, poner en juego tus talentos en la vida, junto a él, sin miedo. Jesús te espera pacientemente, atiente una respuesta, aguarda tu «sí».
Queridos chicos y chicas, a vuestra edad surge en vosotros de una manera nueva el deseo de encariñaros y de recibir afecto. Si vais a la escuela del Señor, os enseñará a hacer más hermosos también el afecto y la ternura. Os pondrá en el corazón una intención buena, esa de amar sin poseer: querer bien sin poseer; de querer a las personas sin desearlas como algo propio, sino dejándolas libres. ¡Porque el amor es libre! ¡No hay amor que no sea libre! Aquella libertad que el Señor nos deja cuando nos ama: Él, siempre cerca nuestro. En efecto, siempre existe la tentación de contaminar el afecto con la pretensión instintiva de tomar, de «poseer» aquello que gusta. Y esto es egoísmo. Y también, la cultura consumista refuerza esta tendencia. Pero cualquier cosa, cuando se exprime demasiado, se desgasta, se estropea; después se queda uno decepcionado con el vacío dentro. Si escucháis la voz del Señor, os revelará el secreto de la ternura: interesarse por otra persona, quiere decir respetarla, protegerla, esperarla. Y esta es la concreción de la ternura y del amor.
En estos años de juventud percibís también un gran deseo de libertad. Muchos os dirán que ser libres significa hacer lo que se quiera. Pero en esto se necesita saber decir no. Si tu no sabes decir que no, no eres libre. El libre es aquel que sabe decir «si» y sabe decir «no». La libertad no es poder hacer siempre lo que se quiere: esto nos vuelve cerrados, distantes y nos impide ser amigos abiertos y sinceros; no es verdad que cuando estoy bien todo vaya bien. No, no es verdad. En cambio, la libertad es el don de poder elegir el bien: esto es libertad. Es libre quien elige el bien, quien busca aquello que agrada a Dios, también… es fatigoso, no es fácil. Pero yo creo que vosotros jóvenes no tenéis miedo del cansancio, ¿no? Sois estupendos. Pero sólo con decisiones valientes y fuertes se realizan los sueños más grandes, esos por los que vale la pena dar la vida. Elegis con coraje y fuertes. No os contentéis con la mediocridad, con «ir tirando», estando cómodos y sentados; no confiéis en quien os distrae de la verdadera riqueza, que sois vosotros, cuando os digan que la vida es bonita sólo si se tienen muchas cosas; desconfiad de quien os quiera hacer creer que sois valiosos cuando os hacéis pasar por fuertes, como los héroes de las películas, o cuando lleváis vestidos a la última moda. Vuestra felicidad no tiene precio y no se negocia; no es un «app» que se descarga en el teléfono móvil: ni siquiera la versión más reciente podrá ayudaros a ser libres y grandes en el amor. La libertad es otra cosa.
Porque el amor es el don libre de quien tiene el corazón abierto; el amor es una responsabilidad, pero bella que dura toda la vida; ¡es el compromiso cotidiano de quien sabe realizar grandes sueños! ¡Es un problema los jóvenes que no saben soñar, que no osan de soñar! Si un joven a vuestra edad, no es capaz de soñar, ya se ha jubilado: no sirve… El amor se alimenta de confianza, de respeto y de perdón. El amor no surge porque hablemos de él, sino cuando se vive; no es una poesía bonita para aprender de memoria, sino una opción de vida que se ha de poner en práctica. ¿Cómo podemos crecer en el amor? El secreto está en el Señor: Jesús se nos da a sí mismo en la Santa Misa, nos ofrece el perdón y la paz en la Confesión. Allí aprendemos a acoger su amor, hacerlo nuestro, y a difundirlo en el mundo. Y cuando amar parece algo arduo, cuando es difícil decir no a lo que es falso, mirad la cruz del Señor, abrazadla y no dejad su mano, que os lleva hacia lo alto y os levanta cuando caéis. Y… en la vida, siempre se cae, porque somos pecadores, somos débiles. Pero está la mano de Jesús que nos levanta, que nos alza. ¡Jesús nos quiere en pie! Aquella bonita parábola que Jesús decía a los paralíticos: ¡alzaos! Dios nos ha creado para estar en pie. Hay una canción muy bonita que cantan los alpinistas cuando suben arriba. La canción dice así: «En el arte de subir, lo importante no es no caer, ¡sino no continuar caído! Tener el coraje de alzarse, de dejarse alzar de la mano de Jesús. Y esta mano muchas veces viene de la mano de un amigo, de la mano de los padres, de la mano de aquellos que nos acompañan en la vida. También Jesús mismo está ahí.
Sé que sois capaces de gestos grandes de amistad y bondad. Estáis llamados a construir así el futuro: junto con los otros y por los otros, pero jamás contra alguien. No se construye «en contra»: esto se llama destrucción». Haréis cosas maravillosas si os preparáis bien ya desde ahora, viviendo plenamente vuestra edad, tan rica de dones, y no temiendo al cansancio. Haced como los campeones del mundo del deporte, que logran metas altas entrenándose con humildad y todos los días. Que vuestro programa cotidiano sea las obras de misericordia: Entrenaos con entusiasmo en ellas para ser campeones de vida, ¡campeones de amor! Así seréis conocidos como discípulos de Jesús. Así tendréis la carta de identidad de los cristianos. Y os aseguro: vuestra alegría será plena.

martes, 26 de abril de 2016

lunes, 25 de abril de 2016

XIII Asamblea Mundial de las Familias y XVII Asamblea General de la Confederación Internacional de Movimientos Familiares Cristianos (CIMFC)


 
Asamblea Mundia Logo
La XIII Asamblea Mundial de las Familias y la XVII Asamblea General de la CIMFC (Confederación Internacional de Movimientos Fa­miliares Cristianos) se celebrarán los próximos días 15 al 18 de julio en San Antonio, Tejas (Estados Unidos) con el lema “Las familias cris­tianas: Interpretando los signos de los tiempos; respondiendo con amor y esperanza”. Los miem­bros del Movimiento Familiar Cristiano presente en los 45 países de los 5 continentes están con­vocados a asistir a dichas asambleas, donde se facilitará la traducción simultánea en español e inglés.
La metodología utilizada en las reuniones plena­rias de la XIII Asamblea Mundial de las Familias será la de VER, JUZGAR y ACTUAR. Se han previsto tres conferencias, que se iniciarán con el VER: “Interpretando los signos de los tiempos”; para pasar a continuación al  JUZGAR: “Las lec­ciones del Sínodo de la Familia”; para fi­nalmente concluir con el ACTUAR: “Respondiendo con amor y esperanza”. Después de cada conferencia habrá talle­res en español e inglés para debatir las cuestiones planteadas en cada una de las confe­rencias. El 18 de julio se celebrará la XVII Asam­blea General de la CIMFC para tratar diversos asuntos relacionados con la Confederación Inter­nacional de Movimien­tos Familiares Cristianos, entre los cuales figura la elección de los Presi­dentes Mun­diales de la Confederación.
Por otra parte, estas Asambleas tendrán un ca­rácter festivo ya que este año se ce­lebra el 50 aniversario de la fundación de la Confederación Internacional de Movi­mientos Familiares Cristia­nos. Con este motivo, se ha elaborado un informe sobre la historia de nuestra Confederación que se facilitará a los participantes a las Asam­bleas.
Habrá un programa repleto de actividades para los jóvenes, con edades comprendi­das entre los 5 y 16 años, que asistirán a sesiones para la pro­fundización en la fe basada en la Sagrada Escri­tura mientras sus pa­dres participan en las Asam­bleas. Los jóvenes acudirán con sus padres a las comidas, actos li­túrgicos y ratos de oración.
Las reuniones tendrán lugar en la Parroquia del Espíritu Santo de San Antonio. El primer día de la Asamblea Mundial de las Familias, habrá una ex­cursión por el paseo del río de San Antonio, y los asistentes tendrán amplias oportunidades para hacer turismo por esta bella ciudad de origen es­pañol con su rico patrimonio histórico y cultural.
Los objetivos de dichas Asambleas se recogen en la Oración que se ha preparado con motivo de las mismas: “Enséñanos a reconocer Tu gracia en el trabajo en los signos de los tiempos y con­vertirse en discípulos misioneros de la alegría del Evangelio. Muéstranos cómo responder con el amor y la esperanza de su llamada a fortalecer a las familias, a la luz de la fe en Jesucristo”.
Robert y Mª Carmen, Presidentes Europeos

domingo, 24 de abril de 2016

Luces en la ciudad

La Iglesia entera se alegró con la experiencia vivida durante el Año de la Vida Consagrada y éste es uno de sus frutos. Durante este año la Iglesia de Madrid ha tomado conciencia de la riqueza de vocaciones que la embellecen y la tarde del 6 de mayo invita a todos los jóvenes a conocer esta riqueza de primera mano.


¡Vamos a visitar realidades de vida consagrada en sus propios lugares! Se trata de una tarde en la que los jóvenes que se apunten podrán acudir a colegios, monasterios, hospitales, conventos o comunidades de misioneros para encontrarse con religiosas o religiosos dispuestos a compartir con ellos algo de su vida.

¿Por qué ese día? El viernes 6 de mayo es primer viernes de mes, y los jóvenes estáis convocados como siempre por Don Carlos, nuestro arzobispo, a la Vigilia Adoremos en la Catedral de la Almudena a las 22:00. Aprovecharemos ese primer viernes, de un mes tan emblemático como el mes de mayo, y esa tarde hay que estar dispuestos para un encuentro apasionante y para un fecundo dialogo sobre la vocación religiosa, su sentido, sus formas; su belleza.

Nuestra propuesta es que cada grupo de jóvenes que se apunte pueda realizar varios encuentros desde las 18:00 hasta las 21:00, culminando este "itinerario vocacional" con la oración en la Catedral de la Almudena presidida por el Arzobispo, y que ese día estará preparada por religiosas y religiosos jóvenes, con un subrayado vocacional.

Apúntate: http://goo.gl/forms/0F7jIv8y4z (o también llamando a la Deleju en horario de mañana 914561340 o con un mail a deleju@archimadrid.es)

Descubre el mapa de LUCES EN LA CIUDAD’16 y prepara tu itinerario de ese día: https://www.google.com/maps/d/edit?mid=zcrz6B3O8mIw.kb01cP5dEtwo&usp=sharing.  

jueves, 21 de abril de 2016

Monseñor Osoro presenta la exhortación Amoris laetitia


«El Papa nos pide un nuevo modo de actuar»
No cambia la doctrina, pero sí la forma de aplicarla, y esto supone un giro de gran importancia, resaltaron los expertos que participaron este jueves en la presentación organizada por la CEE de la nueva exhortación del Papa
Amoris laetitia no cambia la doctrina de la Iglesia, pero sí «nos lleva a una manera nueva» de acción pastoral; a «un nuevo modo de actuar» y de situarnos «ante todas las situaciones», con el modelo de Jesús en el evangelio. Así describía el arzobispo de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal la importancia de la nueva exhortación del Papa durante la presentación organizada este jueves en la CEE.
Monseñor Osoro, a quien el Papa nombró miembro de la Secretaría General del Sínodo y participante en la última asamblea sinodal, resaltó en especial que el documento implica una nueva actitud hacia las personas en «situaciones difíciles de personas heridas». «Evitemos los juicios», dijo, porque se trata de «llevar la misericordia de Dios a todas las personas, sin excepción».
Un documento del magisterio
«Cuando decimos que es un documento que no cambia la doctrina, no significa que no sea un documento del magisterio», añadió el rector de la Universidad Pontificia de Comillas, Julio Martínez. En esta exhortación no solo «vemos al Papa por todas partes», sino también a «la Iglesia reunida en dos Sínodos», en los que se ha tratado el tema de la familia «con muchísima intensidad».
De ese largo proceso sinodal ha resultado «un documento pastoral de gran valor, que va a ser importantísimo en el futuro para la Iglesia». «Estamos ante un nuevo estilo de magisterio que, a mi juicio, continúa y ahonda en el estilo iniciado por el Papa Benedicto en Deus caritas est», y que se muestra en un «lenguaje capaz de hacer ver que la moral cristiana, antes que ley vinculante, es invitación cargada de promesas, y que las normas, aun siendo inevitables, están encuadradas dentro de una dimensión salvífica». Ese estilo de magisterio debe ir impregnando ahora toda la acción de la Iglesia.
A juicio de Julio Martínez, los grandes temas del documento son «la centralidad del discernimiento y la conciencia moral, junto al realismo, a la importancia que se le da a lo concreto y a lo cotidiano, y a la inclusividad de todas las situaciones». «No podemos separar entre puros e impuros, entre buenos y malos», nos dice el Papa, que «llama a formar las conciencia, no a sustituirlas». Este principio del discernimiento libre se aplica no solo a cuestiones polémicas y excepcionales, sino al día a día de la vida de las familias, a la educación moral de los hijos… «No hay recetas» en la exhortación del Papa, sino «mucha narración y mucha propuesta».
Javier Prades, rector de la Universidad eclesiástica San Dámaso insistió en este último punto, explicando que el Papa se sitúa en un «horizonte misionero» que privilegia «el anuncio gozoso de que Jesucristo puede contribuir al bien de la sociedad». El «magisterio pastoral» de Francisco se caracteriza además por «un lenguaje que proviene en buena medida de la experiencia común», lo que le hace «accesible a todos los hombres, sean o no creyentes».
Permanece la doctrina, cambian el marco y el clima
En definitiva, «no hay cambio de doctrina, pero ya no se puede aplicar esa doctrina de la misma manera» que hasta ahora, sintetizó el jesuita Pablo Guerrero, profesor de Teología Pastoral en la Universidad Pontificia Comillas.
José Luis Segovia, profesor de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca y vicario de Pastoral Social del Arzobispado de Madrid, resaltó que, aunque no cambie la doctrina, sí lo hace «el marco y el clima, y vaya si influye eso en la visión del cuadro».
Material valioso de trabajo para la CEE
En la presentación del acto estuvo también José María Gil Tamayo, secretario general y portavoz de la CEE, quien trasladó al Papa «la adhesión sin fisura» del episcopado español y, junto a la importancia del documento, aludió al «novedoso proceso» participativo en las diócesis, parroquias y comunidades. Para la Conferencia Episcopal, todo eso ofrece «un material valioso» para «los próximos años en este importante ámbito para la Iglesia que es la pastoral familiar».
Ricardo Benjumea

miércoles, 20 de abril de 2016

Monseñor Osoro ante las situaciones irregulares


¿Comunión a los divorciados? «No hay recetas»
alfayomega.es

«La Iglesia o es misionera o no es», y por tanto «todos los que estamos dentro de ella debemos ocuparnos especialmente de los que están, no digo fuera, pero en una situación especial»
¿Qué pasa finalmente con los divorciados en nuevas uniones?La controversia mediática en torno al Sínodo se centró en el tema de si se podía dar la Comunión o no los divorciados en segunda unión civil. Amoris laetitia no se pronuncia definitivamente sobre esta cuestión, entre otras cosas porque el Sínodo lo que pretendía era dirigir una mirada al conjunto de la vida familiar, y no resolver este punto. Lo que sí nos dice el Papa es que hay que tener en cuenta la complejidad de cada situación y nos anima a escuchar a cualquier persona que se sienta herida y a ayudarla a experimentar el amor incondicional de Dios, y ahí nos deja un campo que es muy importante para nosotros. Lo fácil sería que nos diese recetas, pero es que no hay recetas.
La exhortación les da a muchos divorciados que se han vuelto a casar y que se esfuerzan por hacer las cosas bien y educar a sus hijos en la Iglesia la garantía de que la Iglesia se preocupa por ellos, les hace sentir que son parte de la Iglesia, que no están excomulgados, y aunque todavía no puedan participar plenamente de la vida sacramental, les anima a tomar parte activa en la vida de la comunidad cristiana. Por eso es clave el concepto de integración: hacer todo lo posible por ayudar a las personas que estén en la situación que fuere a involucrarse en la vida de la comunidad. Cualquier persona que se encuentre en una situación irregular debe recibir atención y ser ayudada a sanar sus heridas.
También, por ejemplo, cuando el Papa habla de los homosexuales, afirma que la enseñanza de la Iglesia es clara: el matrimonio es una unión entre un hombre y una mujer, pero dicho esto, recuerda que todos debemos aprender a imitar el amor incondicional de Dios por cada persona, sin excepción. La exhortación centra la atención en el matrimonio y en la familia, pero no se desentiende del resto de situaciones que puedan vivirse, al contrario, nos incita a que las afrontemos.
¿Le preocupa el síndrome del hermano mayor de la parábola del hijo pródigo, es decir, que haya católicos molestos porque piensen que el Papa se preocupa más por los que están fuera que de los de dentro?Los que están dentro, se supone que, si están de verdad dentro, tienen una preocupación por los que están fuera, porque la Iglesia o es misionera o no es la Iglesia de Jesucristo. O la familia cristiana es misionera o no es Iglesia doméstica, es otra cosa distinta. Por tanto, a nadie le puede parecer mal esto; al contrario, tendríamos que agradecer mucho la preocupación misionera del Papa, ya que todos los que estamos dentro de la Iglesia debemos ocuparnos de los que están en una situación especial, no digo fuera, pero en una situación especial, o por aquellos cristianos que, por la razón que sea, se han marginado de la vida de la Iglesia, o al menos sienten que están marginados. El Papa nos invita a salir en busca de esta gente. Es la misma invitación de Jesucristo. El Papa no sería sucesor de Pedro si no dijera esto, porque el Señor nos ha dicho que vayamos por el mundo a anunciar la buena noticia a todos los hombres. Los que ya la conocemos tenemos que anunciarla.
¿Cambia esta exhortación la doctrina de la Iglesia?Lo más bonito de esta carta es que es teología pastoral, no se aparta de la doctrina de la Iglesia, pero sí aproxima la persona de Jesús a las situaciones reales que viven las personas. Muchas veces en la Iglesia, sin darnos cuenta, predicamos doctrinas, teorías, pero no acercamos la persona de Jesucristo… En la carta que ha escrito el Papa está la conciencia clara de un hombre que sabe que no anuncia ideas, sino a una persona, y que además sabe que esto se lo tiene que decir a las familias concretas, que hoy viven unas situaciones muy singulares y especiales, también a muchas parejas que conviven sin casarse, y a quienes tenemos que acercarnos para ayudarlas a descubrir la belleza de una familia cristiana, en la que un hombre y una mujer unen sus vidas y dicen: «Tú para mí eres Jesucristo, y habrá días en que te vea el rostro desfigurado, como a Jesús en la cruz, pero yo te quiero en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida».
En la Iglesia hemos tenido muchas veces exposiciones muy teóricas. ¿Por qué nos gustó la Evangelii gaudium? Porque no nos hablaba de una teoría, sino que afrontaba problemas concretos de la vida de la Iglesia, que eso es lo que necesitamos. ¿Por qué a mí me gusta Amoris laetitia? Porque afronta el amor de la familia desde la realidad.Muchas veces no son así los documentos que escribimos los obispos, en los que decimos: «La doctrina de la Iglesia es esta y esta». El Papa nos recuerda que la doctrina ya nos la sabemos todos; el problema es cómo hacerla vida en la gente, presentarla de modo que las personas perciban que es algo que merece la pena ser vivido.
Para leer la primera parte de la entrevista pinche AQUÍ.

martes, 19 de abril de 2016

Diez claves de la exhortación Amoris laetitia


1. Permanece vivo el deseo de familia
«El deseo de familia permanece vivo, especialmente entre los jóvenes», constata el Papa al comienzo de la exhortación. «Quien vive intensamente la alegría de casarse no está pensando en algo pasajero», del mismo modo que los hijos desean que sus padres «sigan siempre juntos», asegura en otro capítulo. Francisco explica que el amor para siempre es más fácil con la ayuda de la gracia de Dios, que «sana y transforma el corazón endurecido». Y se dirige a los jóvenes para transmitirles que el matrimonio no es «un rito vacío». Casarse, lejos de comprometer la pureza de su amor, «muestra la seriedad» del compromiso.
2. La Iglesia debe hacer autocrítica
«Los cristianos –dice Francisco– no podemos renunciar a proponer el matrimonio con el fin de no contradecir la sensibilidad actual», pero tampoco tiene sentido «quedarnos en una denuncia retórica de los males actuales, como si con eso pudiéramos cambiar algo». «Necesitamos una saludable reacción de autocrítica» por haber puesto el acento de forma «casi excluyente en el deber de la procreación», por no haber sabido acompañar a los jóvenes matrimonios o por haber presentado «un ideal teológico del matrimonio demasiado abstracto» y «lejano de la situación concreta y de las posibilidades efectivas de las familias reales». Es necesario «proponer valores» atractivos, para lo cual se requiere «una mayor implicación de toda la comunidad» en la pastoral familiar, especialmente de los matrimonios. Ante la complejidad de «los problemas actuales de las familias», se necesitan laicos y sacerdotes bien formados, especialmente para el acompañamiento «en situaciones difíciles o críticas». La experiencia muestra también la necesidad de «un ministerio dedicado a aquellos cuya relación matrimonial se ha roto».
3. Continuidad con el magisterio
Amoris laetitia es un documento particularmente extenso en su género. Ello se debe a la abundancia de citas de los dos Sínodos sobre la familia, pero también a las permanentes referencias al magisterio de los Papas anteriores, particularmente la exhortación Familiaris consortio, de san Juan Pablo II, o la encíclica Humanae vitae, del beato Pablo VI. Francisco reafirma las enseñanzas de la Iglesia sobre el aborto, la anticoncepción, la eutanasia o la equiparación de las uniones de hecho –incluidas las homosexuales– al matrimonio. Más novedosa resulta la profusión de referencias bíblicas en un texto tan pegado a la realidad cotidiana. A modo de ejemplo, la columna vertebral del capítulo cuarto, lleno de consejos prácticos a los esposos, es un comentario al llamado himno de la caridad, de la Primera Carta a los Corintios.
4. Hombre y mujer
No ahorra el Papa críticas a la ideología de género, que presenta las diferencias entre el varón y la mujer como una simple construcción cultural y pretende «imponerse como un pensamiento único que determine incluso la educación de los hijos». Al amparo de esta ideología, ha avanzado en varios países una legislación que implica «una deconstrucción jurídica de la familia», denuncia el Papa, quien al mismo tiempo rechaza «viejas formas de familia tradicional caracterizadas por el autoritarismo» patriarcal. El Papa destaca que los roles del padre y de la madre son fundamentales en la educación de los hijos y aboga por un sano feminismo. Tras denunciar la discriminación laboral de la mujer, anima a los esposos a «compartir tareas» en el hogar. Cuidar de la casa o los hijos no vuelve al varón «menos masculino ni significa un fracaso, una claudicación o una vergüenza».
5. Más allá de la pasión
Algunas de las páginas más bellas de la exhortación están dedicadas a la sexualidad, «un regalo maravilloso» de Dios. «De ninguna manera podemos entender la dimensión erótica del amor como un mal permitido o como un peso a tolerar el bien de la familia». Pero hay que evitar la obsesión por el sexo y «las desviaciones de la sexualidad». «Se puede hacer un hermoso camino con las pasiones, lo cual significa orientarlas cada vez más en un proyecto de autodonación y de plena realización de sí mismo», dice el Papa. Cuando, con la edad, el atractivo físico desparece, el amor puede seguir creciendo, pero hay que trabajarlo día a día, artesanalmente. Lo primero que sugiere Francisco es desterrar las «fantasías sobre el amor idílico y perfecto», aceptar al otro con sus limitaciones y afrontar con inteligencia –y ayuda externa cuando sea necesario– las inevitables crisis.
6. Educar: un derecho y un deber
«La educación integral de los hijos es obligación gravísima, a la vez que derecho primario de los padres», dice el Papa. «No es solo una carga o un peso, sino también un derecho esencial e insustituible que están llamados a defender y que nadie debería pretender quitarles. El Estado ofrece un servicio educativo de manera subsidiaria», y los padres «tienen derecho a poder elegir con libertad el tipo de educación –accesible y de calidad– que quieran dar a sus hijos según sus convicciones». Particular atención dedica el documento a la educación en la fe y a la necesidad de educación sexual en la familia. El Papa critica además la obsesión por el afán de control de algunos padres y les aconseja no preocuparse tanto por saber dónde está físicamente su hijo, «sino dónde está en un sentido existencial, dónde está posicionado desde el punto de vista de sus convicciones», es decir, «dónde está realmente su alma». «¿Lo sabemos?», se pregunta.
7. La fecundidad no consiste solo en procrear
«Las familias numerosas son una alegría para la Iglesia», afirma el Papa, si bien matiza –citando a Juan Pablo II– que «la paternidad responsable no es procreación ilimitada». A esto añade Francisco que la fecundidad no es cuestión solo del número de hijos. Es importante también el cumplimiento de una serie de «deberes sociales». «Ninguna familia puede ser fecunda si se concibe como demasiado diferente o separada». «A veces sucede que algunas familias cristianas, por el lenguaje que usan, por el modo de decir las cosas, por el estilo de su trato, por la repetición constante de dos o tres temas, son vistas como lejanas», e incluso «sus propios parientes se sienten despreciados o juzgados por ellas». Se necesitan «familias abiertas y solidarias» que dejen «espacio a los pobres» y a los discapacitados, que sepan hablar con naturalidad a los demás de Jesús y se integren armónicamente en grupos más amplios, ya sea en su familia amplia (con tíos y primos) o en «comunidades de familias que se apoyan mutuamente en sus dificultades, en su compromiso social y en su fe». «Esta familia ampliada debería integrar con mucho amor a las madres adolescentes, a los niños sin padres, a las mujeres solas…»
8. Las «situaciones excepcionales», caso por caso
«Ya no es posible decir que todos los que se encuentran en alguna situación así llamada irregular viven en una situación de pecado mortal». Por diversas circunstancias, «es posible que, en medio de una situación objetiva de pecado», uno viva «en gracia de Dios», afirma el Pontífice. No todo «es blanco o negro». La norma general no se discute, pero «hay que evitar los juicios que no toman en cuenta la complejidad de las diversas situaciones», y valorar, por ejemplo, que algunos cónyuges fueron abandonados contra su voluntad y se unieron después a otras personas, con las que se esfuerzan por educar cristianamente a sus hijos. «El camino de la Iglesia es el de no condenar a nadie para siempre», enfatiza Francisco. «Obviamente, si alguien ostenta un pecado objetivo como si fuese parte del ideal cristiano, o quiere imponer algo diferente a lo que enseña la Iglesia, no puede pretender dar catequesis o predicar». «Pero aun para él puede haber alguna manera de participar en la vida de la comunidad».
Siguiendo el Sínodo, el Papa afirma también que algunas formas de unión «contradicen radicalmente» el ideal del matrimonio cristiano, pero otras «lo realizan al menos de modo parcial», y pueden ser vistas «como una ocasión en la evolución hacia el sacramento del matrimonio».
9. Debates abiertos
Ya en la misma introducción de la exhortación, el Papa aclara que «la complejidad de los temas planteados» en el Sínodo exige «seguir profundizando con libertad algunas cuestiones doctrinales, morales, espirituales y pastorales». Francisco rechaza tanto el «deseo desenfrenado de cambiar todo», como «la actitud de pretender resolver todo aplicando normativas generales», y subraya que no todas las discusiones «deben ser resueltas con intervenciones magisteriales». «Aunque es necesaria una unidad de doctrina y de praxis» en la Iglesia, «ello no impide que subsistan diferentes maneras de interpretar algunos aspectos de la doctrina». «En cada país o región, se pueden buscar soluciones» más pegadas a las circunstancias y necesidades locales.
Al referirse a las llamadas «situaciones irregulares», se afirma que «no debía esperarse del Sínodo o de esta exhortación una nueva normativa general de tipo canónico, aplicable a todos los casos». Como punto de partida, el Papa reconoce que «la conciencia de las personas debe ser mejor incorporada en la praxis de la Iglesia», y deja abierto un debate para revisar qué «formas de exclusión» a las personas en esas situaciones irregulares pueden ser superadas «en ámbito litúrgico, pastoral, educativo e institucional».
El documento alude a la necesidad de mejorar la preparación al matrimonio y de acompañar a los esposos en sus primeros años, dejando la concreción en manos de las Iglesias locales. Se apunta también a una reforma del rito nupcial para resaltar «la acción divina» y «la importancia de la bendición sobre los contrayentes como signo del don del Espíritu».
10. Espiritualidad matrimonial
Amoris laetitia se cierra con un bello capítulo dedicado a la espiritualidad matrimonial y familiar, en el que se afirma que «una comunión familiar bien vivida es un verdadero camino de santificación en la vida ordinaria y de crecimiento místico». Ese camino está hecho «de miles de gestos reales y concretos», pero Francisco aclara también que «quienes tienen hondos deseos espirituales no deben sentir que la familia los aleja del crecimiento en la vida del Espíritu, sino que es un camino que el Señor utiliza para llevarles a las cumbres de la unión mística».
Ricardo Benjumea
Fecha de Publicación: 14 de Abril de 2016

lunes, 18 de abril de 2016

La pastoral familiar en España después de la exhortación del Papa


alfayomega.es
¿Qué nos traerá Amoris laetitia?
La pastoral familiar que se realiza en España es una de las más fecundas que hay en la Iglesia en el mundo, pero diócesis, parroquias, asociaciones –y las propias familias también– tienen todavía mucho por hacer. Hemos consultado a seis expertos sobre cómo aterrizar Amoris laetitia en nuestro país
Invertir en la educación afectiva de los jóvenes:
Carmen Peña, doctora en Derecho Canónico, defensora del vínculo en el Tribunal Eclesiástico de Madrid y auditora en el Sínodo de la familia 2014
Carmen Peña, doctora en Derecho Canónico, defensora del vínculo en el Tribunal Eclesiástico de Madrid y auditora en el Sínodo de la familia 2014
«Después de Amoris laetitia todas las diócesis deberían introducir un proyecto específico en este ámbito», señala Martiño Rodríguez-González. Para ello hace falta «emplear recursos económicos para formar personas y recurrir a entidades fecundas en este campo, y que sin embargo las diócesis han ignorado», lamenta.
Miguel Garrigós confirma que en España la educación afectiva de los jóvenes «se está haciendo bien pero hay que implantarla de modo sistemático y transversal, primero formando a los padres, y después en la catequesis, en la enseñanza de la Religión en la escuela y en la pastoral juvenil».
María Lacalle señala a los colegios y universidades católicas como instituciones clave «para formar en virtudes a nuestros jóvenes de modo que luego puedan ellos construir una familia sana»; sin olvidar el papel de las propios padres, porque «la mejor formación para el matrimonio es ver cómo se han querido tus padres».
En esta etapa de preparación remota al matrimonio, Alfonso Fernández Benito sugiere «aprovechar las nuevas tecnologías para adecuarse al lenguaje de los jóvenes de hoy». Pero ayudando también a los padres «para no dejarlos solos ante el peligro, porque ellos son al fin y al cabo los primeros responsables de la educación de sus hijos en todos los aspectos, también en este». Y sobre la preparación próxima, pide «articular dentro de la pastoral juvenil la creación de grupos de novios, porque uno no se puede formar para el amor ya al final del noviazgo, sino que esta etapa debe mirar a un proyecto de vida en común».
Mejorar los cursos prematrimoniales:
María Lacalle, directora del Centro de Estudios de la Familia de la Universidad Francisco de Vitoria y auditora en el Sínodo de la familia 2014
María Lacalle, directora del Centro de Estudios de la Familia de la Universidad Francisco de Vitoria y auditora en el Sínodo de la familia 2014
Carmen Peña pide fomentar «un planteamiento más vocacional de la opción matrimonial y familiar, e insertando esa decisión en un camino formativo y vocacional –personal y de pareja– adecuado, que permita una decisión madura, a nivel humano y religioso. Los actuales cursos prematrimoniales resultan con frecuencia ineficaces, entre otras cosas porque se hacen tardíamente, poco antes de la boda, cuando esta ya está decidida; sería preferible que la formación de los jóvenes y de las parejas –sea en grupo o mediante un acompañamiento personalizado– vayan orientadas a ayudarles a tomar conciencia de la opción por el matrimonio y la familia, de modo que tomen esta decisión con suficiente ponderación y criterio».
«Aunque el Papa defiende la legitimidad de diferentes formas de preparar a los novios –señala Fernández Benito–, es interesante comprobar que habla de cursos, no de cursillos prematrimoniales». En este sentido sugiere «desmasificar los cursos y hacerlos más familiares», favoreciendo que haya «reuniones por grupos pequeños junto a un matrimonio». En cuanto al estilo, «tiene que haber más testimonios sobre los contenidos fundamentales». Habla también de una especie de catecumenado prematrimonial –una expresión del propio Papa Francisco en su último discurso a la Rota– que sea «una iniciación al sacramento del matrimonio, por pasos, por grados, con signos, con cuestiones que los novios pueden ir hablando durante la semana, con momentos de oración y del sacramento de la Penitencia, algo que piden también mucho los novios» en los cursos.
Martiño Rodríguez-González añade que «todas las diócesis españolas deberían ofrecer al menos un curso prematrimonial al año de mucha mayor calidad, extensión y profundidad, para ofrecer, a quien quiere una verdadera preparación, la posibilidad de hacerla».
Ayudar a los matrimonios jóvenes durante los primeros años:
Alfonso Fernández Benito, catedrático de Teología Moral y auditor en el Sínodo de la familia 2014
Alfonso Fernández Benito, catedrático de Teología Moral y auditor en el Sínodo de la familia 2014
«Las bases para acompañar a los recién casados hay que ponerlas ya en el mismo curso prematrimonial, porque una vez que se celebra la boda ya es más difícil vincularse a ellos», dice Miguel Garrigós. Para ello, desde el curso «se les puede asignar un matrimonio adulto que les acompaña. Y contactar con ellos adaptándonos a sus horarios y a su vida. Se puede empezar manteniendo el contacto por email, y desde ahí ir proponiéndoles encuentros como ITV matrimoniales, la celebración del aniversario de su boda, proponer que el sacerdote vaya a bendecir su hogar… y buscar mantener el contacto como sea posible».
Este acompañamiento «debe estar a cargo de matrimonios competentes, con los que se creen las condiciones para una amistad, que queden con ellos después de Misa para tomarse una cerveza, que les visiten de vez en cuando y que les puedan decir: “Nosotros hemos pasado por ahí, vosotros también podéis”», dice Alfonso Fernández Benito.
En este sentido, «las diócesis españolas están llamadas a ser muy creativas para librar a los recién casados de la tentación de vivir aislados esos primeros años de matrimonio», abunda Martiño.
Entusiasmar a sacerdotes y seminaristas con la familia:
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María Álvarez de las Asturias, Defensora del vínculo en el Tribunal Eclesiástico de Madrid y directora del Instituto Coincidir
«A veces las familias se quejan de que no encuentran sacerdotes que les escuchen y ayuden en sus dificultades», afirma el delegado de Familia y Vida de Toledo. Por ello, es preciso «que los seminaristas se entusiasmen con la pastoral familiar ya desde el seminario, que participen en la pastoral familiar. Este contacto con las familias, el ver su entrega y ver cómo se aman nos ayuda también mucho a los sacerdotes a vivir nuestra vocación».
Acompañar a las familias heridas:
En este ámbito «hace falta una respuesta bien labrada por parte de la Iglesia», porque en este asunto «no se puede dejar solas a las parroquias. Las diócesis deben dar herramientas concretas a los sacerdotes y párrocos», pide Miguel Garrigós.
Para Martiño Rodríguez-González, «aquí las diócesis españolas tienen todavía mucho camino por recorrer». Hay que empezar «implicándonos personalmente construyendo vínculos de comunión, en primer lugar entre los propios miembros de los equipos de pastoral familiar». También debe haber «laicos con una formación profesional adecuada y que puedan dedicarse a esta labor a tiempo completo», porque «no se trata de ofrecer una ayuda voluntarista, sino de acompañar procesos de sanación y de encuentro con Cristo. Ello exige de toda la Iglesia en España muchos más recursos económicos y personales que hasta ahora».
Conectar el matrimonio con el resto de sacramentos
Martiño Rodríguez-González, director del COF de Lugo y del Curso interdiocesano de Formación en Matrimonio y Familia (CFMF)
Martiño Rodríguez-González, director del COF de Lugo y del Curso interdiocesano de Formación en Matrimonio y Familia (CFMF)
Para María Lacalle, «parroquias y movimientos tienen que hacer una pastoral más ilusionante, propositiva y significativa. Para eso tienen que subrayar el nexo entre el matrimonio y el resto de los sacramentos. Las parroquias no pueden seguir realizando una pastoral sacramental como si los sacramentos fueran hitos aislados que caen como meteoritos en la vida de una persona, sin relación entre ellos». De este modo, se precisa «una pastoral más narrativa, en la que se perciba y se viva que Cristo nos acompaña en cada momento de nuestra vida».
Ir hacia los alejados por las situaciones irregulares:
María Álvarez de las Asturias advierte que en Amoris laetitia, «cuando el Papa habla de la nulidad, remite a sus últimos motu proprio, pero insiste en la obligación de crear estructuras pastorales que salgan a buscar a las personas que por su situación familiar irregular se han alejado de la Iglesia; pero ojo, que no son solo los divorciados en nueva unión». Sugiere también «algo que se podría crear mañana mismo: un grupo de especialistas en cada diócesis con conocimientos de derecho canónico, orientación familiar, psicología, sacerdotes y laicos, que formen a su vez a equipos de personas encargados de atender a las familias en las parroquias, y que puedan dar soluciones y derivar en su caso a especialistas».
Que las familias vivan la caridad:
Amoris laetitia también pone deberes a las familias, «porque es necesario que el amor que se vive en ellas salga hacia afuera», dice Miguel Garrigós. «Las familias no se pueden desentender de otras familias más pobres. Se puede domiciliar una ayuda económica pero también habría que intentar dar el paso de salir, de ser una familia que sale y acoge a los demás, especialmente a los más pobres. Que la familias cristianas acompañen a otras familias más necesitadas es algo precioso y a los hijos les puede ayudar mucho». Para ello «se podría poner en conexión la pastoral familiar con las Cáritas diocesanas, por ejemplo».
Son las familias las que tienen que evangelizar a otras familias:
Miguel Garrigós, delegado de Familia y Vida de la Archidiócesis de Toledo y vicepresidente del Centro de Orientación Familiar de Toledo
Miguel Garrigós, delegado de Familia y Vida de la Archidiócesis de Toledo y vicepresidente del Centro de Orientación Familiar de Toledo
«No nos podemos conformar con lo que ya tenemos», dice Garrigós. «Tenemos que salir a por los que no están y no conocen todavía a Jesucristo. Para ello tenemos que pedir luz al Espíritu Santo para ser muy creativos. Y también contar con las familias como sujeto de evangelización, porque son las familias las que tienen que evangelizar a otras familias». Propone para ello: aprovechar el momento en el que las familias vienen a pedir los sacramentos para los hijos, crear escuelas de familia en las parroquias «para ayudar a los padres que a veces se sienten desorientados en la educación de sus hijos», y recuperar «el primer anuncio con familias que van casa por casa del barrio ofreciendo el Evangelio y presentando lo que se hace en la parroquia».
Y es que, como dice Martiño, «una de las grandes aportaciones de Amoris laetitia es la llamada radical a quienes nos consideramos católicos a salir de nuestras propias fronteras, para presentar al mundo la belleza del evangelio del matrimonio y la familia».
Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo

miércoles, 13 de abril de 2016

Cortometraje vocacional de la Archidiócesis de Madrid

El otro partido: un video vocacional en el que a lo mejor conocen a alguien




martes, 12 de abril de 2016

10 consejos para cuidar el matrimonio, según el Papa Francisco en la exhortación «Amoris Laetitia»



10 consejos para cuidar el matrimonio, según el Papa Francisco en la exhortación «Amoris Laetitia»
Para una familia fuerte, es imprescindible proteger y alimentar la relación de pareja con perdón y sabiduría

   
11 abril 2016
La exhortación apostólica Amoris laetitia (La alegría del amor),en la que el Papa Francisco recoge las conclusiones de la reflexión sinodal sobre la vida familiar, incluye también algunos consejos para cuidar el matrimonio, que según parece nacen más de las experiencias personales del Papa y de ideas suyas que de un análisis doctrinal de la Escritura o una recopilación de datos de los expertos en el Sínodo. La revista "Hacer Familia" (www.hacerfamilia.com) las ve como una re-elaboración de ideas del esquema de San Pablo a los Corintios (I Co 13.4-7). Se recopilan en los párrafos 90 al 117.

10 consejos para cuidar el matrimonio, según el Papa Francisco
1. Paciencia.
"Tener paciencia no es dejar que nos maltraten continuamente, o tolerar agresiones físicas, o permitir que nos traten como objetos. El problema es cuando exigimos que las relaciones sean celestiales o que las personas sean perfectas, o cuando nos colocamos en el centro y esperamos que sólo se cumpla la propia voluntad. Entonces todo nos impacienta, todo nos lleva a reaccionar con agresividad (...) El amor tiene siempre un sentido de profunda compasión que lleva a aceptar al otro como parte de este mundo, también cuando actúa de un modo diferente al que yo desearía".

2. Actitud de servicio."La paciencia nombrada en primer lugar no es una postura totalmente pasiva, sino que está acompañada por una actividad, por una reacción dinámica y creativa ante los demás. Indica que el amor beneficia y promueve a los demás. Por eso se traduce como servicial".

3. Sanando la envidia.
"El verdadero amor valora los logros ajenos, no los siente como una amenaza, y se libera del sabor amargo de la envidia. Acepta que cada uno tiene dones diferentes y distintos caminos en la vida".

4. Sin hacer alarde ni agrandarse. "Quien ama, no sólo evita hablar demasiado de sí mismo, sino que además, porque está centrado en los demás, sabe ubicarse en su lugar sin pretender ser el centro".

5. Desprendimiento."Hay que evitar darle prioridad al amor a sí mismo como si fuera más noble que el don de sí a los demás (...) El amor puede ir más allá de la justicia y desbordarse gratis, sin esperar nada a cambio.

6. Sin violencia interior.
Es decir, sin "una reacción interior de indignación provocada por algo externo. Se trata de una violencia interna, de una irritación no manifiesta que nos coloca a la defensiva ante los otros, como si fueran enemigos molestos que hay que evitar. Alimentar esa agresividad íntima no sirve para nada. Solo nos enferma y termina aislándonos. La indignación es sana cuando nos lleva a reaccionar ante una grave injusticia, pero es dañina cuando tiende a impregnar todas nuestras actitudes ante los otros".

7. Perdón. "Si permitimos que un mal sentimiento penetre en nuestras entrañas, dejamos lugar a ese rencor que se añeja en el corazón (...) La tendencia suele ser la de buscar más y más culpas, la de imaginar más y más maldad, la de suponer todo tipo de malas intenciones, y así el rencor va creciendo y se arraiga. De ese modo, cualquier error o caída del cónyuge puede dañar el vínculo amoroso y la estabilidad familiar. El problema es que a veces se le da a todo la misma gravedad, con el riesgo de volverse crueles ante cualquier error ajeno. La justa reivindicación de los propios derechos se convierte en una persistente y constante sed de venganza más que en una sana defensa de la propia dignidad".

8. Disculpar todo."Los esposos que se aman y se pertenecen, hablan bien el uno del otro, intentan mostrar el lado bueno del cónyuge más allá de sus debilidades y errores. En todo caso, guardan silencio para no dañar su imagen (...) No es la ingenuidad de quien pretende no ver las dificultades y los puntos débiles del otro, sino la amplitud de miras de quien coloca esas debilidades y errores en su contexto".

9. Confía.
"La confianza hace posible una relación de libertad. No es necesario controlar al otro, seguir minuciosamente sus pasos, para evitar que escape de nuestros brazos. Esa libertad (...) permite que la relación se enriquezca y no se convierta en un círculo cerrado y sin horizontes. (...) Al mismo tiempo, hace posible la sinceridad y la transparencia, porque cuando uno sabe que los demás confían en él y valoran la bondad básica de su ser, entonces sí se muestra tal cual es, sin ocultamientos".

10. Espera."Siempre espera que sea posible una maduración, un sorpresivo brote de belleza, que las potencialidades más ocultas de su ser germinen algún día. No significa que todo vaya a cambiar en esta vida. Implica aceptar que algunas cosas no sucedan como uno desea, sino que quizás Dios escriba derecho con las líneas torcidas de una persona y saque algún bien de los males que ella no logre superar en esta tierra".

lunes, 11 de abril de 2016

El Sudario de Oviedo y la Sábana Santa de Turín pertenecieron a la misma persona

SEGÚN UN ESTUDIO DE JUAN MANUEL MIÑARRO


Un reciente estudio realizado con la Sábana Santa de Turín y el Sudario de Oviedo estaría confirmando lo que la tradición viene señalando desde hace siglos: que las dos piezas de tela, pertenecieron a la misma persona.
11/04/16 6:23 PM 
(Gaudium Press) Esta es la conclusión a la que llegó Juan Manuel Miñarro, doctor en Bellas Artes y profesor de Escultura de la Universidad de Sevilla, dentro de un proyecto que realizó con el Centro Español de Sindología (CES), y que es mencionado por la agencia Paraula de la Archidiócesis de Valencia, ciudad sede del CES.
A través de este estudio, realizado desde la Antropología Forense y la Geometría, se compararon ambas reliquias concluyendo que las dos «envolvieron, casi con toda seguridad, el cadáver de la misma persona».
Acercándose así lo que dicen las Sagradas Escrituras cuando Pedro y Juan, al ingresar al sepulcro vacío hallaron dos telas: una con la que cubrió el rostro en la cruz tras morir, la otra con la que se envolvió su cuerpo: «Y salió el difunto atado de pies y manos, con vendas, y su rostro estaba envuelto en un sudario (...)», (Juan 11,4) «Y contempló allí los lienzos puestos y el sudario que había cubierto su cabeza, no puesto con los lienzos, sino doblados aparte, en un sitio» (Juan 20, 7).
De acuerdo con Miñarro, quien es mencionado por Paraula, esta investigación «no prueba por sí misma que esa persona fuera precisamente Jesucristo, pero sí que nos ha puesto claramente en el camino de conseguir demostrar completamente que la Sábana Santa y el Santo Sudario envolvieron la cabeza del mismo cadáver».
Varias, y muy significativas, son las coincidencias de ambas lienzos que han arrojado los estudios. De acuerdo con el experto, las dos reliquias «sobrepasan con creces el mínimo de puntos significantes o pruebas exigidas por la mayoría de los sistemas judiciales del mundo para la identificación de personas, que es de entre ocho y doce, mientras que los que ha arrojado nuestro estudio es de más de veinte».
Entre ellas hay varias de carácter morfológico, como el tipo, el tamaño y la distancia de las huellas marcadas, así como el número y la distribución de las manchas de sangre, tal como se ve en la frente, así como contusiones que coinciden en el pómulo derecho y el dorso de la nariz.
Para Jorge Manuel Rodríguez, Presidente del CES, con esta investigación se ha llegado a un punto «en el que parece absurdo plantearse ya que ‘por casualidad' puedan coincidir en ambos todas las heridas, contusiones, hinchazones (...) La lógica nos exige pensar que estamos hablando de la misma persona».
El estudio se sumaría a otro que también vinculó a los dos lienzos. La investigación, realizada por la Universidad Católica de Murcia (UCAM), en España, probó indicios físicos de la verdad del origen común de las dos reliquias, esto gracias a un análisis con un microscopio de barrido electrónico que dio como conclusión que ambas piezas de tela estuvieron juntas en un mismo momento.
Los expertos encontraron un grano de polen de una planta, la Helichrysum Sp., que se ha identificado también en la Sábana de Turín y que está adherido a una de las manchas de sangre de la tela, de forma que no se trata de una contaminación posterior sino que «llegó a la reliquia a la misma vez que la sangre, no de forma aleatoria en algún momento a lo largo de su historia», según informó la Universidad al presentar el informe de la investigación