En este domingo conocido popularmente como gaudete es buena cosa revitalizar este blog que teníamos un tanto olvidado.
Y en este domingo tercero de Adviento es buena cosa hablar de familia, amistad, alegría, música, convivencia, ilusión, oración, encuentro, compartir...bueno ¡menudo batuburrillo! ¿verdad?.
Pues bien este bendito amasijo de buenas cosas se produjo ayer allá por las cumbres de las montañas en un pueblecito llamado Aviados, por tierras del Curueño.
Y es que hasta allí fuimos a poner el Belén de cumbres este año.
Mari Mar. Orlando, Raquel y David se adelantaron para buscar el mejor sitio posible para este pequeño belén elaborado por nuestros hijos.
Un sol esplendoroso y un radiante cielo azul nos acompañó en el ascenso. Tras la colocación y la oportuna bendición de nuestro nacimiento por Maxi, la tradicional degustación de polvorones regada de cava y bebidas varias acorde con la condición y edad de los escaladores. Maria Ángeles nos resolvió la parte musical con una buena provisión de instrumentos musicales tanto de percusión (panderetas, triángulos, cascabeles) como de viento (flautas varias). Orlando trajo las letras para poder cantar con soltura y alegría al niño Dios.
Luego comida compartida en el Hogar del Pensionista en la Estación de Matallana de Torío (buena gente la de este pueblo, que nunca nos falla).. Dani supo hacer que para los niños el día fuera una auténtica fiesta (¿sabes Dani que eres nuestro regalo de Reyes que este año cayó por adelantado? ;-).
Pero lo más importante estaba por llegar.
El encuentro con El que estamos esperando con más alegría que nunca.
La celebración de la palabra estuvo animada por nuestro Consiliario Francisco Viñuela que nos recordó guiados por la mano de María que el Adviento es tiempo de fe y esperanza.
En cierta ocasión escuché una metáfora muy sencilla que me hizo pensar: los cristianos siempre recordamos las mismas cosas, hablamos en torno a lo mismo, a El mismo- Es como un tornillo que siempre gira en torno a un punto siempre idéntico...pero que cada vez penetra a más profundidad. Lo importante es que cada vez que lo escuchamos descubramos algo nuevo.
Pues bien ayer profundizamos en la belleza del adviento, el milagro de la Navidad, el nacimiento de Nuestro Salvador, la alegría que supone el compartir la fe en una comunidad de hermanos. La comunidad del Movimiento Familiar Cristiano de León.
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