En tiempos de crisis y de incertidumbres dejad que la Palabra de Dios penetre vuestros corazones para dar respuesta a los interrogantes de la vida”: así reza la exhortación hecha por el obispo auxiliar de la diócesis irlandesa de Down y Connor, Donal McKeown, durante la homilía de la celebración que presidió en el Knock Youth Festival, una manifestación tradicional en la que participan jóvenes de diversas parroquias irlandesas y que este año contó con la presencia de la Cruz dela JMJ.
El mensaje de la edición de este año -”Jesús llama a lo jóvenes a ser sus discípulos”- está inspirado por palabras evangélicas: “Yo soy la luz del mundo, el que me siga no caminará en la oscuridad sino que tendrá la luz de la vida” (Juan, 8-12). El desafío para las parroquias y las diócesis- se insiste- es proveer lugares y ambientes en los que los jóvenes puedan escuchar el mensaje del Evangelio para que se sientan miembros de la comunidad de fe. Para muchos jóvenes resulta difícil escuchar la voz de Cristo en el ambiente cultural moderno, de ahí la necesidad de cuidar especialmente la pastoral de nuevas generaciones y sensibilizar aún más a las comunidades parroquiales sobre el tema. “A no ser -afirmó el el obispo auxiliar de Down y Connor-, que planteemos las preguntas justas, siempre conseguiremos las respuestas erróneas. La extraña lección que nos enseña la historia es que en tiempos de cambio y de crisis, el Espíritu Santo da respuestas radicales“. “Al igual que la otras comunidades del mundo entero-añadió el prelado-, nosotros hemos escuchado la misma palabra de Dios. Esta palabra se escuchará de modo distinto por cada individuo y en cada comunidad porque el mensaje de Dios se dirige a los individuos y a los grupos allá donde estén. Por eso incumbe a cada uno de nosotros, por nosotros mismos y con los demás, a conseguir que la palabra de Dios toque nuestros corazones y nuestras mentes. Esta es nuestra manera de aprender lo que dice el Espíritu Santo”.
El mensaje de la edición de este año -”Jesús llama a lo jóvenes a ser sus discípulos”- está inspirado por palabras evangélicas: “Yo soy la luz del mundo, el que me siga no caminará en la oscuridad sino que tendrá la luz de la vida” (Juan, 8-12). El desafío para las parroquias y las diócesis- se insiste- es proveer lugares y ambientes en los que los jóvenes puedan escuchar el mensaje del Evangelio para que se sientan miembros de la comunidad de fe. Para muchos jóvenes resulta difícil escuchar la voz de Cristo en el ambiente cultural moderno, de ahí la necesidad de cuidar especialmente la pastoral de nuevas generaciones y sensibilizar aún más a las comunidades parroquiales sobre el tema. “A no ser -afirmó el el obispo auxiliar de Down y Connor-, que planteemos las preguntas justas, siempre conseguiremos las respuestas erróneas. La extraña lección que nos enseña la historia es que en tiempos de cambio y de crisis, el Espíritu Santo da respuestas radicales“. “Al igual que la otras comunidades del mundo entero-añadió el prelado-, nosotros hemos escuchado la misma palabra de Dios. Esta palabra se escuchará de modo distinto por cada individuo y en cada comunidad porque el mensaje de Dios se dirige a los individuos y a los grupos allá donde estén. Por eso incumbe a cada uno de nosotros, por nosotros mismos y con los demás, a conseguir que la palabra de Dios toque nuestros corazones y nuestras mentes. Esta es nuestra manera de aprender lo que dice el Espíritu Santo”.
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