jueves, 19 de diciembre de 2013

Una familia normal, ¡misionera!

El cardenal Rouco bendecirá a 140 familias misioneras que el Papa enviará en febrero de 2014

Carlos y Silvia, con sus cuatro hijos, serán una de las familias que bendecirá el cardenal arzobispo de Madrid durante la Eucaristía de la Fiesta de la Sagrada Familia, el 29 de diciembre. Ahí estarán 140 familias europeas dispuestas a evangelizar, que el Papa Francisco enviará a la misión el 1 de febrero, en Roma. Este matrimonio boliviano residente en Madrid pertenece al Camino Neocatecumenal, y hace unas semanas ha sido designado como responsable de una misión ad gentes para Asia, una modalidad de evangelización de este itinerario de formación católica que consiste en hacer patente el amor y la unidad en países paganos y secularizados

Carlos y Silvia, durante la reciente convivencia en Italia
Una de las novedades de la Fiesta de la Sagrada Familia de este año consistirá en la bendición que impartirá el arzobispo de Madrid, durante la Eucaristía del 29 de diciembre, a 140 familias de toda Europa que comenzarán a participar de la evangelización que lleva a cabo el Camino Neocatecumenal, tras el envío que el Santo Padre llevará a cabo en la sala Pablo VI, del Vaticano, el próximo 1 de febrero, durante la primera audiencia que el Papa Francisco tendrá con los miembros del Camino Neocatecumenal.
Carlos y Silvia con sus cuatro hijos: Belén, de 13 años, Carmen, de 11, Lucas, de 9 años, y la pequeña Patricia, que tiene 2 añitos, es una de las 140 familias que serán bendecidas en la Fiesta de la Sagrada Familia, y marcharán a una ciudad de Asia como responsables de una misión ad gentes, donde, junto con otras tres familias, un sacerdote y varios célibes, formarán una comunidad neocatecumenal, viviendo entre gente pagana y destruida por el consumismo y despersonalización de la sociedad asiática, una modalidad de evangelización que el Camino lleva poniendo en marcha desde que, en 2006, Benedicto XVI enviara a las primeras 7 misiones ad gentes. Es una familia normal, como cualquier otra, que ha sentido la llamada a ser testimonio del Amor que Dios ha tenido con ellos. «No somos nosotros los que elegimos esta misión, sino que es Dios quien nos eligió a nosotros; queremos ser evangelizadores, llevar la Palabra de Dios donde Él la necesite», asegura Carlos, que trabaja actualmente en logística aeroportuaria, y es fisioterapeuta de profesión, al igual que su esposa.
Jesús conmigo, mayoría absoluta

Carlos y Silvia, con sus hijos
En pocos meses, a este matrimonio le ha cambiado la vida, ya que hace unas semanas, en una convivencia internacional del Camino Neocatecumenal en Italia, se les designó como responsables de una de las misiones ad gentes de Asia, aunque desde hace tiempo llevan discerniendo la llamada a la evangelización. «Hace ya mucho tiempo, un sacerdote nos decía: Si sentís una brizna o un soplo a la llamada de Señor, hacedle caso, no la dejéis pasar; y mi esposa y yo, indistintamente, no era una brizna lo que sentíamos, sino un huracán que nos decía: ¡Yo te estoy llamando!, y aquí estamos, esperando en el Señor, como decía san Francisco Javier: Señor, aquí me tienes, mándame donde tú quieras», dice el padre de familia.
Esta familia de la céntrica parroquia de San José, de Madrid, está llena de alegría e ilusión por participar de esta iniciativa misionera que lleva a cabo el Camino Neocatecumenal, aunque son conscientes de las dificultades, persecuciones y sufrimientos que van a vivir en la misión: «Sabemos que esta tarea no será fácil, que conllevará muchas dificultades y sufrimientos, porque el demonio también trabajará para hacernos ver que todo es una mentira, que no vale la pena embarcarse en este proyecto, que es inútil todo esto... Nos acarreará mil problemas; lo sabemos y tenemos experiencia de ello, pero esto es de Dios, y si nos fiamos y apoyamos en Él, entonces el combate será más fácil. Confiamos en su providencia y en su amor y, como dice un hermano de comunidad: Si Jesús está conmigo, mayoría absoluta», comentan Carlos y Silvia. También se consideran indignos de esta misión que les encomienda la Iglesia: «El Señor no escoge ni a sabios ni a inteligentes, sino a unos pobrecillos como nosotros, con todos nuestros pecados y miedos, para que ahí se vea la gloria del Señor. Tenemos mil ejemplos de santos que así lo hicieron, y que nos fortalecen para seguir adelante», dice Carlos. Y de esta manera se lo han hecho saber a sus cuatro hijos, que, aunque tienen muchas preguntas, como es normal, se contagian de la felicidad y confianza de sus padres y comparten con ellos esta vocación misionera en la que ellos tendrán un papel muy importante, ya que una de las tareas de la misión ad gentes consiste en que los vecinos y quienes contacten con ellos vean cómo vive una familia cristiana y, a través de esta relación, poder evangelizar.
40 nuevas misiones ad gentes
Estos bolivianos que residen en Madrid desde hace 15 años y que van a cambiar de vida rumbo a Asia, están llenos de una felicidad que rebosa, que aseguran no haber sentido antes, y preparan con ilusión esta misión que el mismo Papa les confía, ya que, el 1 de febrero de 2014, el Papa Francisco enviará a las 140 familias que participarán en las nuevas 40 misiones ad gentes que comenzarán en varios países de Asia y Europa y que, junto a las ya existentes, suman casi 100 en total.
Juan Ignacio Merino

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