Después de escuchar la opinión de los cardenales, el Papa Franciscoha fijado la ceremonia de canonización conjunta de Juan Pablo II y de Juan XXIII el próximo 27 de abril de 2014 en la plaza de San Pedro. Juan Pablo «el Grande» y Juan XXIII, el Papa «Bueno» son dos figuras excepcionales en la historia, y la fiesta se va a celebrar no sólo en Roma sino en todos los rincones del planeta.
La devoción a la Divina Misericordia fue promovida por santa Faustina Kowalska, mientras que la fiesta, el domingo siguiente al de la Pascua, fue instituida por Juan Pablo II, quien elevo a religiosa polaca a los altares.
El joven Karol Wojtyla descubrió esa devoción visitando la tumba de Faustina Kowalska en el convento cercano a la cantera de Solvay donde trabajaba durante la ocupación alemana. Al lado del convento se alza ahora el moderno santuario de la Divina Misericordia, inaugurado también por Juan Pablo II.
Karol Wojtyla (1920-2005) será santo a los nueve años de su fallecimiento -lo cual es un verdadero record- gracias a la dispensa del plazo de cinco años de espera antes de iniciar el proceso. A las pocas semanas de ser elegido como sucesor, Benedicto XVI decidió otorgar la dispensa de esa espera, pero no del proceso, ya que serviría precisamente para documentar muy bien toda la vida y la espiritualidad y de un santo fuera de los común. Los milagros llegaron enseguida.
La aportación más original del Papa Francisco, a la vista de la evidente santidad del beato Juan XXIII (1881-1963), ha sido dispensar del trámite del segundo milagro y unir su ceremonia de canonización a la de uno de sus sucesores. El Papa «Bueno» y el papa «Grande» –que lleva el nombre de Juan XXIII junto con el de Pablo VI- serán santos el mismo día.
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