El pasado sábado, la Santa Sede hacía público el nombramiento, por parte de Benedicto XVI, de dos nuevos prelados en España, el arzobispo de Oviedo, monseñor Jesús Sanz Montes, y el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla. Actualmente, ambos son colaboradores semanales de ZENIT.
El nuevo arzobispo metropolita de Oviedo, monseñor Jesús Sanz Montes, ofm, era hasta ahora obispo de Huesca y Jaca. Nació en Madrid el 18 de enero de 1955. Tras trabajar en la banca, hizo estudios eclesiásticos en Toledo. Entrado en la Orden Franciscana, hizo la profesión perpetua el 14 de septiembre de 1985 y fue ordenado sacerdote el 20 de septiembre de 1986.
Se licenció en Teología de la Vida Religiosa en la Universidad Pontificia de Salamanca en 1992, e hizo el doctorado en Teología Espiritual en la Universidad Pontificia Antonianum de Roma, en 1999. Fue rector del seminario Franciscano de Ávila (1986-1991) y ha desempeñado numerosos puestos de responsabilidad en su Orden. El 23 de octubre de 2003 fue nombrado obispo de Huesca y Jaca.
El obispo administrador diocesano de Oviedo, monseñor Raúl Berzosa, tras conocer la noticia, se refirió a monseñor Sanz como un hombre de “gran sensibilidad social” y “de gran eclesialidad” que demostrará que “se puede ser hombre de hoy y cristiano”.
Monseñor Sanz Montes, en un mensaje enviado a los diocesanos de Oviedo, agradeció al Papa su confianza, así como a monseñor Berzosa su acogida y a quienes le antecedieron en el cargo sus años de entrega a la Archidiócesis de Oviedo.
Por su parte, el nuevo obispo electo de San Sebastián, presidía hasta ahora la diócesis de Palencia. Monseñor José Ignacio Munilla nació el 13 de noviembre de 1961 en San Sebastián. Tras realizar los estudios eclesiásticos en Toledo, obtuvo la licenciatura en Teología Espiritual en la Facultad de Teología del Norte, Burgos.
Ordenado sacerdote el 29 de junio de 1986 para la diócesis de San Sebastián, de 1986 a 1990 fue coadjutor de la Parroquia de la Asunción y luego párroco de El Salvador de Zumárraga, Guipúzcoa. Fue nombrado obispo de Palencia el 24 de junio de 2006.
El nuevo obispo de San Sebastián, ha dirigido una carta a los fieles de Guipúzcoa en la que se pone “incondicionalmente” a su disposición y les pide “ayuda” para desarrollar la tarea que le ha sido encomendada. En la misiva, monseñor Munilla agradece al Papa la confianza depositada en él, de la que dice sentirse “indigno”, y al prelado donostiarra al que sustituirá, Juan María Uriarte, “por su acogida paternal” y “sus sabios consejos”.
El obispo, que tomará posesión el próximo 9 de enero, recuerda a los feligreses que él es “hijo de la Diócesis”, donde creció y estudió, y que ahora se le pide que también sea “padre”. “En estos días vengo meditando con frecuencia que, para pasar de la condición de hijo a la de padre, es importante que, al mismo tiempo, fortalezcamos entre nosotros la condición de hermanos”.
La acogida de los diocesanos y de la opinión pública ha sido buena, a pesar de algunas voces críticas de algún medio de comunicación. Se ha recordado su importante labor como párroco en Zumárraga, donde se dedicó a asistir a drogadictos y a sus familias.
También han salido a la luz anécdotas suyas, como una vez que aprovechó una audiencia con el Papa para trasladarle la carta de una ciudadana enferma de cáncer. U otra en que auxilió a las víctimas de una explosión de gas. O que acogiera en su vivienda a toxicómanos con el síndrome de abstinencia.
El anterior obispo de San Sebastián Juan María Uriarte hizo un llamamiento a la unidad de la Iglesia, destacando la “gran capacidad de trabajo y recia espiritualidad” del nuevo obispo.
Por Nieves San Martín, fuente ZENIT
El nuevo arzobispo metropolita de Oviedo, monseñor Jesús Sanz Montes, ofm, era hasta ahora obispo de Huesca y Jaca. Nació en Madrid el 18 de enero de 1955. Tras trabajar en la banca, hizo estudios eclesiásticos en Toledo. Entrado en la Orden Franciscana, hizo la profesión perpetua el 14 de septiembre de 1985 y fue ordenado sacerdote el 20 de septiembre de 1986.
Se licenció en Teología de la Vida Religiosa en la Universidad Pontificia de Salamanca en 1992, e hizo el doctorado en Teología Espiritual en la Universidad Pontificia Antonianum de Roma, en 1999. Fue rector del seminario Franciscano de Ávila (1986-1991) y ha desempeñado numerosos puestos de responsabilidad en su Orden. El 23 de octubre de 2003 fue nombrado obispo de Huesca y Jaca.
El obispo administrador diocesano de Oviedo, monseñor Raúl Berzosa, tras conocer la noticia, se refirió a monseñor Sanz como un hombre de “gran sensibilidad social” y “de gran eclesialidad” que demostrará que “se puede ser hombre de hoy y cristiano”.
Monseñor Sanz Montes, en un mensaje enviado a los diocesanos de Oviedo, agradeció al Papa su confianza, así como a monseñor Berzosa su acogida y a quienes le antecedieron en el cargo sus años de entrega a la Archidiócesis de Oviedo.
Por su parte, el nuevo obispo electo de San Sebastián, presidía hasta ahora la diócesis de Palencia. Monseñor José Ignacio Munilla nació el 13 de noviembre de 1961 en San Sebastián. Tras realizar los estudios eclesiásticos en Toledo, obtuvo la licenciatura en Teología Espiritual en la Facultad de Teología del Norte, Burgos.
Ordenado sacerdote el 29 de junio de 1986 para la diócesis de San Sebastián, de 1986 a 1990 fue coadjutor de la Parroquia de la Asunción y luego párroco de El Salvador de Zumárraga, Guipúzcoa. Fue nombrado obispo de Palencia el 24 de junio de 2006.
El nuevo obispo de San Sebastián, ha dirigido una carta a los fieles de Guipúzcoa en la que se pone “incondicionalmente” a su disposición y les pide “ayuda” para desarrollar la tarea que le ha sido encomendada. En la misiva, monseñor Munilla agradece al Papa la confianza depositada en él, de la que dice sentirse “indigno”, y al prelado donostiarra al que sustituirá, Juan María Uriarte, “por su acogida paternal” y “sus sabios consejos”.
El obispo, que tomará posesión el próximo 9 de enero, recuerda a los feligreses que él es “hijo de la Diócesis”, donde creció y estudió, y que ahora se le pide que también sea “padre”. “En estos días vengo meditando con frecuencia que, para pasar de la condición de hijo a la de padre, es importante que, al mismo tiempo, fortalezcamos entre nosotros la condición de hermanos”.
La acogida de los diocesanos y de la opinión pública ha sido buena, a pesar de algunas voces críticas de algún medio de comunicación. Se ha recordado su importante labor como párroco en Zumárraga, donde se dedicó a asistir a drogadictos y a sus familias.
También han salido a la luz anécdotas suyas, como una vez que aprovechó una audiencia con el Papa para trasladarle la carta de una ciudadana enferma de cáncer. U otra en que auxilió a las víctimas de una explosión de gas. O que acogiera en su vivienda a toxicómanos con el síndrome de abstinencia.
El anterior obispo de San Sebastián Juan María Uriarte hizo un llamamiento a la unidad de la Iglesia, destacando la “gran capacidad de trabajo y recia espiritualidad” del nuevo obispo.
Por Nieves San Martín, fuente ZENIT
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