miércoles, 14 de mayo de 2014

Científicos por la Vida, ya más de seiscientos: «El aborto no puede ser considerado un acto médico»


Científicos por la Vida, ya más de seiscientos: «El aborto no puede ser considerado un acto médico»
El consenso científico es absoluto: hay vida humana diferenciada desde el momento de la concepción.
Derecho a Vivir presentó este martes el manifiesto Científicos por la vida, que ya ha sido suscrito en unos días por más de 600 médicos, científicos y profesionales de la salud.

A la presentación, que corrió a cargo de la portavoz de la plataforma, la doctora Gádor Joya, acudieron también: José María Villalón, médico especialista en Medicina deportiva y traumatología del deporte y jefe de los servicios médicos del Atlético de Madrid;Luis Chiva, médico especialista en Ginecología y Obstetricia y jefe del Servicio de Ginecología del Hospital MD Anderson de Madrid; José Manuel Moreno, médico especialista en Pediatría y jefe de la Unidad de Nutrición Pediátrica del Hospital 12 de Octubre de Madrid;Francisco Reinoso, médico especialista en Anestesiología y jefe de la Unidad del Dolor Pediátrico del Hospital La Paz de Madrid; Miguel Jiménez de Cisneros, biólogo y profesor; Pilar Lafuente, médico especialista en ginecología del Hospital de La Paz de Madrid; Carlos Cabanyes, especialista en Medicina Interna del Centro Universitario de Navarra en Madrid; Ana Estrella Ledo, especialista en Medicina del Trabajo de FREMAP; Ángeles Monreal, médico general especialista en patología de mama del Centro de Radiología de Madrid; Esmeralda Alonso, médico de Familia en Madrid; yMónica Rodríguez, médico especialista en Cardiología Pediátrica y diagnóstico prenatal que ejerce en el Hospital de Madrid Montepríncipe.

"Honestidad científica para no negar lo evidente"
La doctora Joya asegura que los médicos españoles que avalan este manifiesto “demuestran que desde la ciencia, desde la evidencia científica, se puede defender la vida humana dejando al margen argumentos ideológicos”. Esta es la razón por la que, subraya la doctora, “pedimos honestidad científica para no negar lo que es evidente: existe una vida humana desde el momento de la concepción, que ha de ser protegida y cuidada por los que nos hemos formado para curar y aliviar”.

Entre los médicos presentes tomó la palabra el doctor Villalón, para describir el aborto como “el holocausto de nuestro tiempo”, mientras el doctor Reinoso animó a las madres con embarazos inesperados y complicados a que “no tengan miedo” porque la medicina permite que sus hijos “nazcan y salgan adelante. Y en caso contrario, hay unidades paliativas que permiten que la mujer y el hijo que deja este mundo, lo haga con los mínimos sufrimientos”.

Por su parte, el doctor Chiva mostró su apoyo al anteproyecto de ley impulsado por Alberto Ruiz-Gallardón, que “sin ser perfecto, supone un paso adelante”. En especial, ha subrayado que gracias a la nueva norma, “se reconoce la dignidad de los niños con síndrome de Down, que hoy son un ser humano en extinción”. Es de reseñar que el doctor Chiva es padre de un hijo con trisomía 21.

La especialista en Cardiología Pediátrica, Mónica Rodríguez, trasladó su experiencia profesional y humana, al asegurar que “los padres de hijos (afectados de estas enfermedades), que incluso han muerto en sus brazos, no se arrepienten”.

La doctora Esmeralda Alonso, médico de Familia, reclamó que la nueva ley establezca “un protocolo de actuación que permita al médico no convertirse en un mero colaborador (del aborto) al que no se le permite ayudar al paciente concebido”. De esta manera, se abrirá a su juicio “una oportunidad para que se facilite la coordinación con otras instituciones que ayuden a la mujer”.

El doctor internista Carlos Cabanyes subrayó en su intervención que “la defensa de la vida humana es un tema puramente científico” en el que desde el instante de la fecundación existe “un ser vivo de la raza humana que tiene derecho a vivir”.

El biólogo y profesor Miguel Jiménez, por su parte, destacó desde su experiencia que hasta los chicos de secundaria saben que existe una vida nueva en la unión de los gametos y por tanto, denunció que las posturas favorables al aborto “van contra la evidencia científica”.

Propuestas concretas
Como continuación de la Declaración de Madrid, suscrita en 2009 y que subrayaba que existe sobrada evidencia científica de que la vida empieza en el momento de la fecundación, porque los "conocimientos más actuales así lo demuestran", con motivo de los trabajos parlamentarios para la aprobación de la llamada ‘Ley Aído’, los médicos y expertos señalan que el ´Anteproyecto de Ley Orgánica para la Protección de la Vida del Concebido y de los Derechos de la Mujer Embarazada´ supone un avance hacia una mayor protección de la vida prenatal, aunque no sea total.

Al tiempo, quienes suscriben el texto se reafirman en su vocación al cuidado de sus pacientes, incluidos los embriones, y afirman que el aborto no puede ser considerado un ´acto médico´, pues éstos están destinados a curar o paliar dolencia y no a acabar con la vida humana sea cual sea su fase de desarrollo.

En la declaración, se apoya la eliminación en nuestra legislación del aborto inducido como un supuesto ´derecho´ de la mujer, ya que ante este concepto la vida del hijo queda totalmente desprotegida, a merced de un tercero que decida qué hacer con ella.

También se destaca que ningún ser humano puede ser discriminado sobre la base de una enfermedad o discapacidad y se apoya la decisión de abolir el aborto eugenésico, y que esta medida se extienda a todos los enfermos, sin distinción.

El Manifiesto de Científicos por la Vida reivindica el derecho de los profesionales de la salud a ejercer la objeción de conciencia para no colaborar ni directa ni indirectamente con la muerte del hijo concebido, sin que por ello sufran ningún tipo de discriminación laboral y pide que la nueva ley garantice la coordinación centros de apoyo sanitario y sociolaboral que ayuden verdaderamente a la mujer y garanticen la seguridad que todo concebido merece.

Por último, el manifiesto reclama que se potencie “la información sobre los daños psicofísicos que el aborto supone, garantizando la protección que la mujer precisa”; que se propicien “protocolos que ofrezcan tratamientos adecuados para las discapacidades, favorezcan la integración social y que garanticen la atención integral que la familia necesita”; que se establezcan controles de los establecimientos donde se realizan abortos “para evitar fraudes a la Ley y exigir que los especialistas que certifiquen los supuestos contemplados pertenezcan al Sistema Nacional de Salud, impidiendo, así, que existan intereses económicos o de vinculación laboral propios del ámbito privado”.

Por otra parte el manifiesto anima a evitar que se continúe promoviendo ‘programas de salud sexual’ en menores “violentando las convicciones educativas de los padresen temas en los que no hay consenso social ni evidencia de efectividad al no haber logrado disminuir la tasa de embarazos no deseados”.

Pincha aquí para leer el manifiesto Científicos por el Derecho a Vivir.

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