El presunto asesino del sacerdote español Mariano Arroyo Merino, muerto a puñaladas el pasado lunes en su parroquia en Cuba, ha sido detenido y ha confesado el crimen, según ha comunidao un portavoz de la archidiócesis de La Habana.
El cadáver de Arroyo, de 74 años y quien se encontraba desde hacía más de una década de misión en Cuba, fue encontrado a primeras horas del lunes en la casa parroquial del santuario de Nuestra Señora de Regla, junto a La Habana. Su cuerpo estaba apuñalado, atado y tenía quemaduras, según diversas fuentes.
El crimen se produjo cinco meses después de que apareciera asesinado en La Habana otro sacerdote español, Eduardo de la Fuente, de 61 años. Según el portavoz de la archidiócesis habanera, las autoridades comunicaron a la Iglesia católica que también continúan las investigaciones sobre este caso y que "al menos una persona detenida ha confesado su culpabilidad y responsabilidad".
Márquez expresó que "la Iglesia es consciente del estupor, la inquietud y las preguntas que se hacen muchos fieles católicos ante hechos tan inusuales como estos" y que "está en condiciones de expresar firmemente su rechazo a cualquier intento de vincular un caso con otro, o a darle un matiz religioso o político ajeno totalmente a la realidad del hecho criminal en sí mismo".
La repatriación ha sido este viernes
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