bootstrap slider by WOWSlider.com v8.5
El hermano Cristian, con el delegado de Juventud de Madrid, Pedro José Lamata, durante la vigilia de la Almudena. Foto: José Villoldo Hierro
Taizé invita a los jóvenes a vivir «un fin de año diferente»
Más de 20.000 jóvenes europeos, de distintas confesiones cristianas, acudirán al Encuentro Europeo de Jóvenes de Valencia. Las diócesis españolas se movilizan para que más jóvenes conozcan la comunidad ecuménica de Taizé
«Vengo a invitaros a un fin de año sea diferente». Miles de jóvenes de Madrid escucharon estas palabras del hermano Cristian, de la comunidad ecuménica de Taizé, durante la vigilia de la Almudena. Este religioso chileno ha visitado la capital para animar a los madrileños a participar en el Encuentro Europeo de Jóvenes, que se celebrará en Valencia del 28 de diciembre al 1 de enero, y que reunirá a más de 20.000 jóvenes.
Fue monseñor Carlos Osoro, que se define como «amigo de Taizé», quien en 2010 visitó la comunidad con los seminaristas de Valencia –su diócesis por aquel entonces– e invitó a su prior, el hermano Alois, a celebrar esta cita anual en la ciudad del Turia.
Antídoto contra la desesperanza
La invitación dio fruto este año porque «nos parecía importante volver a España, donde no habíamos estado desde el año 2000», explica el hermano Cristian. Aquí, Taizé no es tan conocido como en Alemania y otros lugares de Centroeuropa, desde donde millares de jóvenes de todas las confesiones cristianas visitan la comunidad cada año. «Vienen a vivir el encuentro con Cristo a través de la oración, del encuentro con el otro en la diversidad. Encontrarse y compartir su riqueza les ayuda en su vivencia de la fe cuando vuelven a su realidad diaria. Pueden ver que hay jóvenes que se juntan por miles para rezar. Estos jóvenes se encuentran y se animan unos a otros, y hoy en día eso es muy importante porque hay mucha desesperanza», explica el hermano Cristian. La experiencia de Alberto Mingo, de la asociación de jóvenes Acoger y compartir de los Redentoristas, es parecida: «Es una vivencia de Iglesia muy intensa encontrarse desde un punki alemán a un chico más tradicional del sur de Italia». Por eso, están preparando un grupo para ir a Valencia. Como dijo monseñor Osoro durante la vigilia, «cuando dejo entrar a Dios, veo horizontes diferentes, que me hacen ver en el otro a mi hermano; horizontes que este mundo roto e ideologizado necesita».
Desde su nuevo destino, el arzobispo sigue promoviendo el encuentro. La Delegación de Infancia y Juventud de Madrid está organizando un autobús para los jóvenes que se hayan inscrito. «Les proponemos que tengan una experiencia de la universalidad de la fe en Jesucristo y puedan empezar el año con un compromiso más fuerte con su fe y con la construcción de una nueva Europa», explica Pedro José Lamata, el delegado.
Jóvenes que invitan a jóvenes
La Delegación también ha apoyado Taizeando, la iniciativa de un grupo de amigos que llevan desde marzo organizando oraciones itinerantes en las parroquias para anunciar la cita de Valencia. «Al principio contactábamos nosotros con los párrocos, y la acogida era buena –explica Raúl Cancela, uno de ellos–. Don Carlos nos animó a seguir, y la Delegación nos dejó escribir de su parte a todas las parroquias. A raíz de eso nos han empezado a llamar mucho».
Madrid no es la única diócesis que se está organizando. El equipo de religiosos y jóvenes del que forma parte el hermano Cristian está visitando las diócesis españolas para promover el encuentro. Ya han recorrido gran parte de Andalucía, y estuvieron en la Jornada Interdiocesana de Animadores de Pastoral Juvenil de Galicia, el 24 de octubre. El delegado de Juventud de Santiago de Compostela, Javier García, explica que todas las diócesis gallegas e incluso alguna de Portugal irán juntas a Valencia. «Siempre que hemos estado en Taizé ha sido muy positivo. Ahora esperamos que haya más jóvenes que lo conozcan».
150 parroquias de acogida
Desde su base de operaciones en la iglesia de San Lorenzo, en Valencia, el equipo de Taizé trabaja también para preparar a la diócesis levantina. Después del traslado de monseñor Osoro a Madrid, «el cardenal Cañizares ha acogido el encuentro con un cariño tremendo», añade Óscar Benavent, el delegado de Infancia y Juventud de Valencia, que ayuda a los hermanos con la parte logística e institucional de los preparativos. Los 15 jóvenes del equipo, por su parte, visitan las parroquias para dar a conocer el encuentro e implicarlas: buscar familias, preparar las oraciones de la mañana en cada comunidad… «Ya hay 150 parroquias trabajando –afirma el hermano Cristian–. Nuestra apuesta es que todos estén en familia. Es muy bonito: la gente quiera acoger en Navidad porque lo relaciona con la llegada de Jesús».
«La Navidad más bonita»
Los jóvenes van incluso «a las parroquias lejanas, que no pueden acoger a los peregrinos, para invitar a sus jóvenes a ayudar en otras. Cada día visitan unos diez sitios; una auténtica visita juvenil a toda la diócesis. Esto puede generar nuevos grupos de jóvenes, reactivar otros… es un soplo de aire fresco», celebra Benavent.
No todo son preparativos materiales. Cada día, la comunidad de Taizé comparte con quien quiera acudir su oración comunitaria de la mañana y de mediodía, en la iglesia valentina de San Lorenzo. Pero la más concurrida, con mucho, es la oración de los viernes por la noche. Es la mejor forma de esperar lo que, en palabras de Benavent, «puede ser la Navidad más bonita para los jóvenes y las familias».
María Martínez López
«La gente está muy abierta»
Salomé Parra Krebs –en la foto, a la derecha– tiene 26 años y es francesa. «El año pasado pasé unos momentos difíciles, y decidí empezar el Camino de Santiago desde mi pueblo», cuenta. La ruta pasaba por Taizé. Iba a estar dos noches, «y al final, me quedé ocho meses». Al llegar, «mi relación personal con Dios era casi inexistente. Allí, eso cambió». Ahora está en Valencia preparando el Encuentro Europeo de Jóvenes. «Quería dar a otros la posibilidad de conocer Taizé, porque a mí me ha dado mucho». En su trabajo con las parroquias valentinas, no les preocupa solo encontrar lugares de acogida, «sino también impulsar algo nuevo en cada una». Será fácil, porque «la gente está muy abierta».
«No es un Erasmus»
María Arias, de la Delegación de Juventud de Málaga, sabe de lo que habla cuando anima a participar en Taizé: desde el instituto hasta que acabó la carrera, iba cada año. «Al principio es un poco desconcertante: la gente habla en muchos idiomas, hay protestantes y ortodoxos… Lo que más impresiona es que, con todas las divisiones entre cristianos, tantísimos jóvenes sean capaces de rezar juntos». También ha participado en tres Encuentros Europeos de Jóvenes –en la foto, con gorro y bufanda de colores, en Zagreb en 2006/07–. Al terminar la carrera, pasó seis meses con la comunidad. «No es un Erasmus. Vas con un objetivo, para hacer un discernimiento. Ayudábamos con la acogida y a las chicas nos acompañaban espiritualmente las hermanas de San Andrés. Allí aprendí a orar de otra manera, no pensando tanto sino desde la contemplación y el silencio».
No hay comentarios:
Publicar un comentario