Hay al menos 8 consecuencias bien estudiadas por las que el fracaso familiar debería combatirse y prevenirse.
1. El divorcio de los padres aumenta la tasa de delincuencia en los hijos
Los hijos de familias monoparentales cuyo progenitor nunca se
casó son los más propensos a verse involucrados en delincuencia o en
crímenes juveniles. Pero los estudios sugieren que los hijos de hogares
divorciados o separados les siguen muy de cerca [1].
Por ejemplo, un informe a partir centros correccionales juveniles de
EE.UU. muestra que sólo el 13% de los delincuentes provienen de familias
intactas; en cambio, un 33% tiene padres divorciados o separados y un
44% tiene padres que nunca se casaron (viven con un padre soltero) [2].
2. Los hijos que no viven con ambos padres juntos, delinquen con crímenes más graves
Otro estudio en Estados Unidos, que hizo el seguimiento de más de 6.400
niños en un período de 20 años (incluso dentro de su edad adulta),
encontró que los hijos sin sus padres biológicos en la casa cometerán
crímenes con penas de encarcelamiento tres veces más que los hijos de
familias intactas. Resultados similares se han visto en estudios de
otros países[3].
Las prisiones y manutención de presos son un gasto que quizá convendría prevenir antes de que se cometan los delitos.
3. Los adolescentes que no viven con ambos padres juntos tienen más riesgo de alcoholismo y drogas
Las tasas de alcoholismo y drogadicción son mucho menores en
aquellos criados en familias de matrimonio intacto que en las familias
rotas [4].
4. Riesgo de que un progenitor abuse de sus hijas: los padrastros lo multiplican por seis.
La tasa de abuso sexual en niñas a manos de sus padrastro es al menos
seis o siete veces mayor que a manos de su padre biológicos en familias
con
matrimonios estables [5].
5. Es 70 veces más probable que a un bebé le asesine su padrastro, que no su padre biológico
Un equipo de profesores de psicología en la Universidad McMasters, en
Canadá, concluyó que los niños menores de dos años de edad tienen de 70 a
100 veces más posibilidades de ser asesinados a manos de sus padrastros
que a manos de sus padres biológicos.
6. Más sexo precoz y más hijos fuera del matrimonio en hijos de divorciados
Los hijos de padres divorciados tienden a una iniciación sexual más
temprana [6] y a una mayor frecuencia de relaciones. Junto con la
precocidad sexual, se observa también que los hijos cuyos padres se han
divorciado tienen una mayor tendencia a engendrar hijos fuera del
matrimonio. En Gran Bretaña se ha concluido que los hijos de padres
divorciados tienen hasta tres veces más hijos fuera del matrimonio, que
los hijos de matrimonios estables [7].
7. Los divorciados aumentan su riesgo de enfermedad mental, suicidio y accidente mortal
El divorcio afecta también a las relaciones entre los cónyuges y sus
respectivos equilibrios psicológicos e incluso en enfermedades
fisiológicas.
El profesor chileno Ramón Florenzano resume así la evidencia empírica
existente al respecto: "Las estadísticas americanas muestran que los
divorciados tienen seis veces mayor frecuencia de problemas
psiquiátricos que quienes permanecen casados, así como tienen el doble
de posibilidades de suicidio, más problemas de alcoholismo y abuso de
sustancias químicas y, curiosamente, más riesgo de morir por
enfermedades médicas tales como enfermedades cardiovasculares y
cáncer".[8]
Específicamente en el tema de abuso de alcohol y adicción a éste, se ha
encontrado en EE.UU. que los divorciados o separados son 4,5 veces más
propensos a llegar a estos resultados en comparación con las personas
con matrimonios estables Cuando se analiza según sexo, se observa que
las mujeres divorciadas o separadas tienen entre el doble y triple
probabilidad de morir en un accidente, suicidio u homicidio. Comparado
con hombres casados, entre los divorciados o separados son de 3 a 5
veces más probables las muertes debidas a accidentes, suicidios,
homicidio y cirrosis.
También se ha demostrado que existen entre los no casados mayores tasas
de fallecimiento por enfermedades crónicas, como la diabetes, que
requieren un comportamiento regulador o tratamiento[9]
8. El divorcio engendra pobreza, y además la feminiza
El resultado global del divorcio es la creación de hogares
monoparentales, generalmente encabezados por mujeres lo que da lugar al
fenómeno de "feminización de la pobreza". El resultado final es que el
estado se ve enfrentado a mayores demandasde asistencia social, de
vivienda, de servicios judiciales y de salud mental y física. Las
familias monoparentales se transformanen el foco prioritario de los
programas sociales dirigidos a las personas de extrema pobreza,
comprometiendo parte importantede los recursos del país.
En EEUU los hogares tienen ingresos familiares muy por debajo del que
logran familias biparentales. Distintos estudios, ya desde los años 90,
hablan de una disminución en el ingreso familiar producto del divorcio
en un rango entre un 28 a un 42%.
En el año 2000, un 34% de las familias monoparentales mantenidas por
mujeres se encontraban en condiciones de pobreza. Alrededor de un 50% de
los hogares
con hijos que pasan por un divorcio terminan con niveles de ingreso bajo la línea de pobreza, producto de éste.[10]
La revista Economist del 9 de abril de 1994 destacaba ya que en
Gran Bretaña el 77% de las madres separadas (divorciadas o no) vivían
con la ayuda que les prestaba el Estado. Estos datos de los años 90 no
han hecho sino empeorar en el siglo XXI.
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