jueves, 28 de julio de 2016

El cardenal Blázquez pide desde la JMJ una Europa de fronteras abiertas


El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y arzobispo de Valladolid, el cardenal Ricardo Blázquez, reclamó, ante más de 9.000 peregrinos españoles congregados en la explanada al pie de la muralla del santuario de Czestochowa, compasión ante los últimos atentados y una Europa que no cierre sus fronteras.
En el día de Santiago Apóstol, el cardenal Blázquez presidió una Misa con los jóvenes españoles presentes en Polonia para  la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia, que da comienzo oficialmente este martes 26 de julio. En el encuentro, que comenzó a las 14,30 horas, el presidente de la Conferencia Episcopal Española concelebró una Misa con los también cardenales Antonio María Rouco Varela y Antonio Cañizares, junto a los responsables de juventud de la Conferencia Episcopal, monseñor Novell y monseñor Carlos Escribano. En total, 51 obispos españoles estuvieron presentes en el primer acto masivo de peregrinos españoles.
En la homilía, el arzobispo de Valladolid señaló, en referencia al Año de la Misericordia proclamado en la Iglesia, que «la compasión debe guiar a la humanidad apesadumbrada por nuevas y antiguas inquietudes e incertidumbres, por el llanto de las víctimas en atentados y por la inseguridad diaria de los ciudadanos». «Sin respeto de las personas y sin la misericordia recibida y otorgada se hace inhóspito nuestro mundo», advirtió.
Ante los más de 9.0000 jóvenes, según fuentes de la organización, congregados en la explanada del histórico santuario mariano de Jasna Gora, Blázquez reclamó que las fronteras no encierren a Europa en su egoísmo y nivel de vida, sino que sean una incitación para ir al encuentro de los demás y trabajar unidos a favor de la humanidad que en el proyecto de Dios es una sola familia.
«El humanismo cristiano, vivido por los padres fundadores de Europa, debe promover los derechos de cada uno sin olvidar los deberes de todos. En los cimientos del edificio europeo está el reconocimiento de todo ser humano con la dignidad de persona, que Dios custodia», dijo.
La Iglesia aboga por una Europa de hombres libres y solidarios, acogedores de las personas, porque han comprendido que Dios bendice la hospitalidad. «No colma nuestras aspiraciones una Europa que se atrinchera en su prosperidad y se cierra al clamor de quienes llaman a sus puertas y de quienes a distancia contemplan nuestro bienestar postrados en la pobreza y la desesperanza. Queremos una Europa cuyos jóvenes puedan compartir con otros jóvenes la esperanza en el futuro desde el Atlántico hasta los Urales, desde el Mar del Norte hasta el Mediterráneo», añadió Blázquez.
Santiago peregrino
En la fiesta del patrón de España, el arzobispo de Valladolid recordó al apóstol Santiago como «el maestro de la fe cristiana», como aparece en el parteluz del Pórtico de la Gloria en la catedral de Compostela. «Santiago es también peregrino y aliento de peregrinos; nos enseña recorrer como evangelizadores y pacificadores los caminos de Europa», afirmó.
El presidente de los obispos españoles aludió a la primera Jornada Mundial de la Juventud celebrada en España: «En 1989 en la IV Jornada Mundial de la Juventud escuchamos muchos el mismo Evangelio en el Monte del Gozo, a las puertas de Santiago de Compostela. Unimos también así la Galicia de España con la Galicia de Polonia. Celebramos este acontecimiento extraordinario justamente en la patria y en la diócesis de Cracovia, donde ejerció el ministerio episcopal el Papa Juan Pablo II, con quien están íntimamente unidas las Jornadas Mundiales de la Juventud; a él, en efecto, se debe esta iniciativa pastoral».
El presidente de la CEE destacó que es saludable peregrinar para desentumecer los cuerpos y despertarse del sopor espiritual. Finalmente, expresó su deseo de que la Jornada Mundial de Cracovia sea un foco de fe y de esperanza, de evangelización y humanización.
Obispos españoles
A la celebración religiosa, asistieron varias autoridades de la Embajada española en Polonia. El embajador, Agustín Núñez, manifestó a Europa Press su satisfacción «por esta manifestación de fervor comunitario y religioso de miles de españoles y por este acto maravilloso«».
El arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, afirmó antes de comenzar la Misa que hay que dar gracias a Dios. «Resulta evidente que los jóvenes tienen unas antenas especiales para captar la presencia de Dios y las necesidades de los demás», añadió.
Por su parte, el obispo de Segovia, monseñor César Franco –coordinador de la JMJ Madrid 2011-, señaló que esta JMJ le recuerda a la de 1991, celebrada en Czestochowa: «Aquí mismo. Años después, todo está mucho más estructurado y organizado. Pero es el mismo espíritu católico».
Alegría entre los jóvenes
Buena parte de los españoles presentes en Czestochowa han venido con las delegaciones de juventud de las distintas diócesis. Por ejemplo, la delegación de Madrid ha movilizado a 2.500 jóvenes. Tres de ellos, María, Blanca y Santiago, de la parroquia de Santa Genoveva, de Majadahonda, han expresan su «emoción y alegría» por los días próximos y aseguran que «participar en la JMJ es un modo de sentirse miembros de la Iglesia».
Tras la Misa para los peregrinos españoles, una parte de los más de 30.500 que se esperan estos días, dio comienzo un festival con testimonios personales y actuaciones musicales.
En la jornada de Mañana martes de esta Jornada Mundial de la Juventud el momento importante será la Misa de comienzo de la Jornada, celebrada por el arzobispo de Cracovia, el cardenal Estanislao Dziwisz, quien fue secretario personal de San Juan Pablo II desde su época como arzobispo de esta misma diócesis de Cracovia.
Jose María Navalpotro. Europa Press. Cracovia



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