Encuentros con Teresa de Jesús
II. LA ESCRITORA
Siguiendo el ejemplo de su madre, y
la ayuda de su tío Pedro, Teresa fue una gran lectora desde la infancia,
leyendo todo tipo de libros, sobre todo de caballería, espirituales y la
Sagrada Escritura (Salmos, Cantar de los
cantares, Evangelios y Cartas de San Pablo). Como ella dice, ha gastado
“muchas horas del día y de la noche” en la lectura, y no estaba satisfecha si
cada día “no tenía libro nuevo” (Vida
2,2). Entre los libros espirituales destacan las Cartas de San Jerónimo, las Confesiones
de San Agustín, y los escritos de San Pedro de Alcántara o Fray Luis de
Granada.
En Camino de perfección
alude a la profusión de ideas que acudían a su mente y que para que no se le
olvidasen desearía “escribir con muchas manos”. Y así parece que lo hiciera,
pues no deja de sorprender la abundancia de sus escritos, teniendo en cuenta
que todos son del último tercio de su vida. Y que no solo nos dejó cuatro
grandes escritos sino otras obras menores y miles de cartas, todo ello simultaneado con una intensa vida
de oración y el vivo ajetreo de sus andanzas y fundaciones, teniendo además una
salud precaria.
Es de admirar en sus escritos la fluidez de palabras e ideas,
que parecen aflorar de una fuente misteriosa en lo más hondo del alma, que
nacen de la experiencia y quieren llevar a ella, tal vez aprendidas en la honda
comunicación con el Señor. Fray Luis de León, al presentar la primera edición
de sus escritos en 1588, afirma: “En la alteza de las cosas que trata y en la delicadeza
y claridad con que las trata, excede a muchos ingenios, y en la forma del
decir, en la pureza y facilidad del estilo, en la gracia y buena compostura de
las palabras, y en una elegancia desafectada que deleita en extremo, dudo yo
que haya en nuestra lengua escritura que con ellos se iguale”.
Teresa, que en un principio escribe a instancia de sus
confesores, percibe la dificultad de redactar bien y poner por escrito todo lo
que vive y siente. Poco a poco irá descubriendo que eso también es un don de
Dios: “Me dio el Señor hoy, acabando de comulgar, esta oración sin poder ir
adelante, y me puso estas comparaciones y enseñó la manera de decirlo” (Vida 16,2). Tan convencida está de que
su saber viene de Dios, que añade: “Esto que digo es entera verdad, y así lo
que fuere bueno es suya la doctrina, lo malo está claro es del piélago de males
que soy yo”. Por otra parte lamenta los muchos quehaceres de su vida que le
impiden escribir con tranquilidad y sosiego cuando el Señor la inspira: “Es muy
sin tener asiento lo que escribo”. Y es cierto, también para nosotros, lo que
decía Fray Luis de León después de su muerte: que se le reconocía viva en sus escritos,
así como en sus hijas del Carmelo.
v Cronología de sus principales escritos:
· En torno a los catorce años escribe
una “Novela
de caballería” que se ha perdido.
· 1560: Primeras
Relaciones
de su vida para los confesores.
· 1563: Segunda
redacción del Libro de la vida. La primera se ha perdido.
· 1567:
Redacción de Camino de perfección. Y Constituciones de las carmelitas
descalzas.
· 1573: Escribe Respuesta
a un desafío.
· 1575: Redacta
las Relaciones
4ª y 5ª, tras la denuncia a la Inquisición. Y por estas fechas, Conceptos
del amor de Dios.
· 1577: Escribe Castillo
interior o las Moradas.
Y también Vejamen.
· 1582: Termina
el Libro
de las Fundaciones.
· Poesías: Casi
todas de datación incierta.
v PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO
Ø ¿Cómo valoras los escritos de Santa
Teresa? ¿Crees que merece la pena conocerlos?
Ø ¿Cuál de ellos te parece más
interesante y te llega más?
Ø ¿Crees que es positiva la
comunicación en general y la escritura en particular, desnudando el alma, como
lo hacía Teresa de Jesús?
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