Érase una fe
Érase una fe es un documental francés, dirigido por Pierre Barnérias, en el que Gabriel de Lépinau y Charles Guilhamon, con 23 y 25 años, viajan por todo el mundo para encontrarse con comunidades cristianas perseguidas, o en serias dificultades. El primero es seminarista y futuro misionero; el segundo, empresario. Así, se pueden encontrar testimonios de fe provenientes de lugares tan diferentes como Rumania, Turquía, Siria, Iraq, India, Nepal, Tibet, China, Tailandia, Senegal, Mauritania, Argelia y el Amazonas... En bicicleta, en canoa o a pie, los protagonistas nos permiten ver un caleidoscopio de lo que significa la fe para tantas comunidades que viven al límite.
Este documental se presentó, con una calurosa acogida, en la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid 2011. El director lo deja muy claro: «Se trata de un film del que estoy orgulloso. Destapa el velo sobre un tema tabú: 200 millones de cristianos en el mundo no pueden vivir libremente su fe, y parece que los medios de comunicación no siempre están muy interesados. Gabriel y Charles consiguen captar la atención de los espectadores y nos llevan a la sencillez y el humor de muy diversos países, para que, junto a sus gentes, podamos descubrir una Iglesia que nunca podríamos haber imaginado».
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