El sábado 2 de octubre cientos de familias, niños, jóvenes y mayores se reunieron en el encuentro de inicio de curso organizado por la Vicaría VII de Madrid. A este gran evento se sumaron también muchos jóvenes y matrimonios del Movimiento Familiar Cristiano de Madrid haciendo del acontecimiento una completa excursión de inicio de curso. El lugar escogido: la preciosa es espaciosa residencia de Fray Luis de León de los padres agustinos donde los niños podían jugar y disfrutar del aire libre.
El tema central era el de la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid 2011. Primero tuvieron la ponencia del obispo auxiliar de Madrid, don Cesar Franco, designado para la preparación de este gran acontecimiento. En ella don Cesar explicó la importancia de la celebración de una Jornada Mundial de la Juventud en España y animó a todos los presentes a colaborar y participar de ella. Posteriormente, los jóvenes se reunieron por grupos de catequesis en los que profundizaron en la historia de las Jornadas Mundiales de la Juventud y en la carta pastoral del arzobispo de Madrid, don Antonio María Rouco Varela, realizada con motivo de la JMJ de 2011 y basa
da en el lema de la misma: "Arraigados y edificados en Cristo. Firmes en la fe". Al mismo tiempo, los matrimonios tenían diversas ponencias sobre cómo las familias pueden ayudar y acoger a los jóvenes que vengan de distintas partes del mundo, pues todos debemos colaborar y hacer de esta Jornada un lugar de comunión de la Iglesia. Y, por supuesto, había servicio de guardería donde los más pequeños aprendieron cosas de Jesús y disfrutaron con los juegos.Tras la comida compartida, se contó con la presencia de don Gregorio Roldán, secretario general de la JMJ de Madrid 2011. Don Gregorio explicó a los presentes que todos y cada uno de los madrileños deben colaborar para la JMJ, y es que se necesitan unos 20.000 voluntarios puesto que esperan una asistencia de más de 2 millones de jóvenes a la JMJ de Madrid 2011. Después de todo esto se celebró la Santa Misa presidida por don José Luis Huéscar, vicario episcopal de la vicaría VII.
Como broche final a esta estupenda jornada, las familias pudieron disfrutar del musical Saulo interpretado por jóvenes de las parroquias de Fresnedillas de la Oliva y Navalagamella en la sierra de Madrid. Una buena vía de evangelización que han escogido este grupo de grandes intérpretes.
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