domingo, 21 de abril de 2013

En marcha, la preparación para la JMJ Río de Janeiro 2013


Tres meses para Río
Quedan menos de cien días para la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro, y la ciudad carioca se prepara espiritual y logísticamente para acoger a dos millones y medio de peregrinos de todo el mundo. La elección del Papa Francisco ha aumentado el interés por la JMJ 2013, a la vez que ha subrayado su acento misionero

Jóvenes brasileños, durante la celebración
de la Eucaristía en la catedral de Río de Janeiro
cuando quedan 100 días para la JMJ 2013
100, 99, 98, 97... La cuenta atrás para la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro ha empezado, con el festival 100 días rumbo a Río, que se celebró entre el viernes y el domingo pasados. El primer acto fue una Vigilia de adoración, que se prolongó toda la noche y en la que participaron varios miles de personas. El sábado, 1.500 jóvenes participaron en una frijolada -plato típico del país-, y el domingo estuvo dedicado al deporte, en el entorno de la playa de Copacabana. En la Misa de clausura del festival, monseñor Orani Joao Tempesta, arzobispo de Río, mostró su deseo de que, en la JMJ, «las personas renueven su fe y esto repercuta en la propia Iglesia. Tenemos 100 días para prepararnos en la oración, en la evangelización. Después, vamos a vivir un momento único y vamos a acoger a los otros, mostrando nuestra alegría y nuestra fe y siendo testigos del Señor». Otro momento clave en la marcha hacia la JMJ tendrá lugar este próximo domingo, cuando la Cruz de los jóvenes y el Icono de la Virgen lleguen al Estado de Río, tras 19 meses de peregrinación por el resto del país. A la ciudad en sí, llegarán el 6 de julio.
El interés por la JMJ de Río tomó nuevas fuerzas cuando, el Domingo de Ramos, el Papa Francisco emplazó a los jóvenes para la gran cita y les invitó a prepararse, «sobre todo espiritualmente», para que el encuentro «sea un signo de fe para el mundo entero». Esta invitación, y el hecho de que se trate de un Papa hispanoamericano, ha aumentado considerablemente la estimación de asistentes -se esperan 2,5 millones de peregrinos-, y ha obligado a adaptar los preparativos y la agenda del Pontífice. La presencia del Papa Francisco servirá, además, para subrayar dos aspectos de la Jornada. En primer lugar, el protagonismo que se había decidido dar a la protección del medio ambiente, ya antes de que, en la Misa de comienzo de pontificado, el Santo Padre hablara de la urgencia de custodiar la Creación. Más hincapié es de prever que haga el Papa en la dimensión misionera de la Jornada, puesta ya de manifiesto por el lema Id y haced discípulos a todos los pueblos, y por el hecho de que la JMJ vaya a estar precedida por una Semana Misionera.
La Jornada en sí comenzará el martes 23 de julio, con la Misa de apertura, presidida por monseñor Tempesta. Del 24 al 26 tendrán lugar, por la mañana, las catequesis de los obispos y, por la tarde, el Festival de la Juventud. El Papa llegará el jueves 25 y será acogido en la playa de Copacabana. Al día siguiente, ese mismo lugar será testigo del Via Crucis. El sábado 27, los jóvenes se dirigirán al barrio de Guaratiba, que será el escenario de la Vigilia y de la Eucaristía de envío. En la zona habrá 24 tiendas de adoración al Santísimo. Durante esos días, están previstos, además, un homenaje al Beato Juan Pablo II, la entrega de las llaves de la ciudad al Papa y la inauguración de un centro de rehabilitación de drogodependientes.
Preparando ya la post-Jornada
A partir del 28 de julio, los peregrinos regresarán a casa. Además de todo lo vivido esos días, llevarán en sus mochilas dos obras editadas por la Conferencia Episcopal Brasileña para ayudarles a seguir viviendo, en su día a día, la Jornada: un manual de bioética y un libro con preguntas y respuestas en torno al tema Cristo nos enseña a amar. También quedará mucho fruto en la ciudad. Símbolo de ello es el proyecto Pasaporte de ciudadanía, puesto en marcha como legado social de la JMJ. Este proyecto ya está en marcha, y consiste en un autobús que se desplaza por toda la ciudad atendiendo a los niños de la calle.
María Martínez López
JMJ de Río..., en Toledo
Más de 1.500 jóvenes se reunieron en Toledo, el fin de semana pasado, para «vivir en la distancia» la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro. La lejanía y la crisis económica hace imposible, para muchos jóvenes, acudir a la cita de julio en Brasil. Por ello, los días 12 y 13 de abril la Provincia Eclesiástica de Toledo organizó este encuentro para los jóvenes de sus cinco diócesis. El padre Raúl Tinajero, Director del Secretariado de Pastoral Juvenil, explica que la iniciativa nació para la JMJ de Sydney, en 2008, y se ha repetido este año. Su objetivo es movilizar a los jóvenes para que, aunque no puedan ir a la Jornada, la hagan suya y profundicen en su contenido. Por ello, el encuentro ha compartido el lema de Río, Id y haced discípulos a todos los pueblos, y ha girado en torno al mensaje del Papa para esta gran cita, «acercándolo a nuestra realidad». La idea central era «ayudar a los jóvenes a descubrir, vivir y testimoniar la alegría de la fe». Entre los actos, destacan, además de la Eucaristía presidida por monseñor Braulio Rodríguez, la celebración de catequesis y coloquios, talleres para los adolescentes y los jóvenes, y dos conciertos, que abrieron y cerraron el encuentro. Gran parte de los actos tuvieron lugar en las calles de la ciudad, por lo que «todo Toledo se inundó» de la alegría propia de las JMJ.

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