viernes, 15 de junio de 2012

Desde el MFC de Cadiz nos cuentan su experiencia en el EMF 2012 Milán

VIVENCIAS DEL VII ENCUENTRO MUNDIAL DE FAMILIAS
No resulta fácil describir la experiencia del VII Encuentro Mundial de Familias en Milán.
Un centenar de personas de la Diócesis de Cádiz y Ceuta estuvimos presentes, disfrutando este acontecimiento con familias de todo el mundo y con el Papa. El Encuentro estaba precedido por un Congreso Teológico.-Pastoral y una Feria de Familias.
Un derroche de alegría y civismo. Se palpaba la acogida y la solidaridad. Esta ciudad no recibía a un Pontífice desde hacía  28 años.
El primer encuentro fue en la Piazza del Duomo, donde miles de personas recibimos al Papa con aplausos y vítores. Después de saludar a los presentes, el Papa se dirigió al estadio de fútbol de San Siro, donde le esperaban más de 80.000 jóvenes, muchos de los cuales repetían el encuentro de Madrid. En su alocución recordó la importancia de los sacramentos, la oración y la vida parroquial, para crecer espiritualmente. Les invitó a “tender a ideales altos y ser santos” ya que “la santidad es la vida normal del cristiano, la cual no está reservada a pocos elegidos, si no abierta a todos”. Recalcó también la importancia de los padres en la educación de los hijos y el deber de estos a obedecerles.
Al Papa se le veía feliz.
El sábado por la mañana, los españoles presentes en el Encuentro, celebramos una eucaristía en la Basílica de San Ambrosio, presidida por el Cardenal Antonio María Rouco, donde nos encontramos con muchos miembros del MFC de varias diócesis.
Por la tarde, en el Parco Nord Aeropuerto de Bresso, se celebró el Encuentro Festivo con las Familias. Hubo una aportación de testimonios muy importantes y enriquecedores. Es de resaltar la presencia testimonial de familias monoparentales y divorciados vueltos a casar.
El domingo,  el acto consistió en una Eucaristía celebrada  en el mismo Aeropuerto, en la que participaron más de un millón de personas de 170 países.
En este acto impresionante, se vio a las familias celebrando la fiesta. Padres llevando a sus hijos pequeños, jóvenes que ayudaban a los más necesitados… Pese a la dificultad de traslados, esperas, incomodidades de todo tipo,…se respiraba el orgullo de ser “familia”. Durante a homilía  del Papa hubo un silencio impresionante, El mismo que precedió a las peticiones y a la comunión. Parecía imposible,  con tantas personas participando.
Tanto el Papa como las familias y la propia ciudad, han recibido una bocanada espiritual. La bendición de Benedicto XVI, sus palabras de aliento y el mismo encuentro de tantas familias  vinculadas por su fe, tienen un valor incalculable para continuar mostrando al mundo la importancia de la familia cristiana.
Es destacable la participación de las autoridades civiles, la profusión de anuncios y ornamentación para el evento, así como la labor valiosa e incansable de los miles de voluntarios que contribuyeron a una magnífica organización.
El Santo Padre anunció la celebración del próximo Encuentro 2015 en Filadelfia (EEUU).
.(Pruden Alonso, Directora del Secretariado Diocesano de Pastoral Familiar)

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