jueves, 7 de febrero de 2013

Las mejores películas de los Oscar a examen en valores

Ya están nuestras carteleras invadidas por las nueve películas que han sido elegidas como candidatas a ganar el Oscar a la mejor película de 2012. Hasta el día 24 de febrero, fecha de la Gala, el público corre a las salas para conocer las competidoras de primera mano y hacer su propia quiniela. Por ello vamos a ofrecer una valoración muy sintética de cada una de ellas

Imagen de la película Lincoln
Lincoln, de Steven Spielberg, parte como favorita con 12 nominaciones. No es una película familiar, para el gran público. Es un excelente ejemplo de cine político que disecciona las estrategias de Abraham Lincoln para ganar la votación en el Congreso sobre la abolición de la esclavitud: la famosa decimotercera enmienda a la Constitución de los Estados Unidos. Plantea el siempre complejo dilema moral de los medios dudosos para alcanzar un loable fin. Por tanto, es una película de diálogos, de reflexiones, de debates... No es el Spielberg emotivo y épico de otras cintas. Daniel Day Lewis merece el Oscar por su interpretación de Lincoln.
Le sigue en nominaciones La vida de Pi, con 11 candidaturas. Es la adaptación de la famosa novela de Yann Martel, pero pasada por el filtro relativista de Ang Lee. La película, visualmente deslumbrante, es un cuento o una alegoría sobre el sentido o sinsentido de una visión providente de la vida y de la Historia. El final abierto posibilita varias interpretaciones. No en balde Martel es un creyente cristiano, y sin embargo Ang Lee ha negado el sentido de las religiones.
La sorpresa viene de la mano de El lado bueno de las cosas, que se ha colado inmerecidamente en las candidaturas, con nada menos que 8 de ellas. Entre la comedia romántica y el melodrama, nos cuenta una convencional historia de un adulterio que se acaba sanando con otro adulterio. El final es simpático, algo capriano, los actores son brillantes -sobre todo Jennifer Lawrence, aunque están nominados cuatro de ellos-, pero... es una película del montón que no pinta nada en los Oscar.
Con 7 candidaturas se presentan Argo y Los Miserables. La primera confirma el talento como director de Ben Affleck, que sorprendentemente no está nominado, al rodar con fuerza, oficio y sentido del ritmo, un episodio real ocurrido en la embajada americana en Teherán durante la revolución del Ayatola Jomeini. Una de las mejores películas del año. Los Miserables, por su parte, es una fiel adaptación del musical de Alain Boublil y Claude-Michel Schönberg, basado en la obra de Victor Hugo. Impresiona cómo cantan los actores, se agradece el respeto al contenido religioso de la obra original, y hará las delicias de los amantes del musical.

Escena de la película Argo
5 nominaciones tiene la última película de Tarantino, Django desencadenado. Este homenaje al spaghetti western es divertido, emocionante, ameno, inteligente, tenso..., pero muy tarantiniano. Es decir, muchos litros de hemoglobina, paredes teñidas de sangre, y ensalada de tiros. Pero no olvidemos que la violencia de Tarantino no se puede tomar en serio, es tipo Mortadelo y Filemón. Una vigorosa historia de amor de un esclavo negro que busca a su esposa, unos meses antes de la Guerra de Secesión. Aire fresco. No así Amor, de Michael Haneke, también con 5 importantes nominaciones. Cine ideológico, al servicio del pensamiento único, diseñado con tiralíneas para llevar al espectador emocionalmente por un camino decidido de antemano, y sin salidas alternativas: el nihilismo ateo más radical. Dos ancianos enamorados deciden que la vida no tiene sentido cuando llega la enfermedad. Una de las películas más pro-eutanasia que se haya hecho nunca.
Por último, quedan dos películas con 4 nominaciones cada una: La noche más oscura, de Kathryn Bigelow, yBestias del sur salvaje, de Behn Zeitlin. La primera recrea con fuerza la búsqueda y captura de Bin Laden. Una película polémica, que muestra las torturas de la CIA y que parece haber contado con información confidencial. Sin duda, una cinta muy interesante. La segunda es la apuesta indie de este año. Cuenta la historia de una maravillosa niñita negra del Mississippi, que trata de sobrevivir tras una tormenta que anega toda la comarca. La actriz, Quvenzhané Wallis, de cinco años, pasa por ser la niña más pequeña nominada nunca. Ella es lo mejor de una película que ofrece una mirada antropológica excesivamente naturalista y ecologista.
Juan Orellana

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