«Vamos para estar con Cristo vivo»
Virginia, Fernando y sus dos hijos, Alejandro y Beatriz, no han faltado ni un solo año a la celebración de la Fiesta de la Familia, en Madrid. El próximo día 30, tampoco faltarán a la plaza de Colón, porque «participar en este tipo de actos nos ayuda a vivir la fe del día a día de forma más activa y comprometida, y es una forma de dar testimonio de que, gracias a Dios, los cristianos somos personas felices»
Alejandro, Virginia, Beatriz , Fernando, ante la Virgen
María, durante un viaje de la familia a Tierra Santa
Los Pascual Trillo son una presencia fija en las celebraciones de la Fiesta de la Familia. A pesar de que viven en Collado Villalba y tienen que desplazarse en coche hasta Madrid, con el tráfico de la capital colapsado en Navidad, no han faltado ni un solo año. Y el próximo 30 de diciembre no va a ser una excepción. De hecho, Virginia y Fernando, como responsables de la pastoral familiar de la Vicaría VII (que es más grande que muchas diócesis de España), siempre han estado implicados en el desarrollo del acto. Este año, además, Alejandro y Beatriz, sus hijos, les han echado una mano, después de haberse curtido como voluntarios durante la Jornada Mundial de la Juventud.
«Para nosotros -explica Virginia-, la Fiesta de la Familia es una forma de manifestar nuestra fe y de compartirla con otras familias, de la mejor forma posible en estas fechas. Vamos con nuestros hijos, y con otros amigos y gente de nuestra parroquia, y cada año disfrutamos más». Su marido, Fernando, añade que «también vamos porque nos convoca el cardenal, y ahora estamos en un momento clave para demostrar que vivimos la fe desde la comunión de la Iglesia». Y añade: «La mejor manera de evangelizar es con el testimonio de vida y, como cristianos, nuestra vida tiene como centro la Eucaristía, que es lo que vamos a celebrar en Colón. Por eso, vamos a ir a la Fiesta de la Familia para estar con Cristo vivo».
«Para nosotros -explica Virginia-, la Fiesta de la Familia es una forma de manifestar nuestra fe y de compartirla con otras familias, de la mejor forma posible en estas fechas. Vamos con nuestros hijos, y con otros amigos y gente de nuestra parroquia, y cada año disfrutamos más». Su marido, Fernando, añade que «también vamos porque nos convoca el cardenal, y ahora estamos en un momento clave para demostrar que vivimos la fe desde la comunión de la Iglesia». Y añade: «La mejor manera de evangelizar es con el testimonio de vida y, como cristianos, nuestra vida tiene como centro la Eucaristía, que es lo que vamos a celebrar en Colón. Por eso, vamos a ir a la Fiesta de la Familia para estar con Cristo vivo».
Las familias que rezan unidas
El dicho popular dice que la familia que reza unida, permanece unida, pero Fernando le da un toque personal, para animar a todo el mundo a ir a Colón: «No sólo la familia que reza unida permanece unida. También las familias que rezan unidas permanecen unidas, y hace mucha falta que las familias cristianas nos juntemos para pedir a Dios que nos ayude a llevar a cabo nuestra misión y nuestra identidad, en una sociedad que no nos lo pone especialmente fácil». Y si a alguna familia le da pereza, Fernando les recuerda que «podemos buscar excusas para no ir, o razones para ir, que es lo que hacemos nosotros».
Eso sí, aunque los Pascual Trillo han participado en otros encuentros eclesiales, en la JMJ y ya se preparan para el Encuentro Mundial de las Familias, de Milán, Virginia asegura que «estos eventos no son algo ocasional y aislado, sino que asistir a este tipo de fiestas de la fe nos ayuda a vivir la fe del día a día de forma activa y comprometida. Hemos visto que muchos amigos se implican más en la evangelización después de asistir a estos eventos, porque se dan cuenta de que no estamos solos, y de que podemos testimoniar que los cristianos, gracias a Dios, somos personas felices».
Eso sí, aunque los Pascual Trillo han participado en otros encuentros eclesiales, en la JMJ y ya se preparan para el Encuentro Mundial de las Familias, de Milán, Virginia asegura que «estos eventos no son algo ocasional y aislado, sino que asistir a este tipo de fiestas de la fe nos ayuda a vivir la fe del día a día de forma activa y comprometida. Hemos visto que muchos amigos se implican más en la evangelización después de asistir a estos eventos, porque se dan cuenta de que no estamos solos, y de que podemos testimoniar que los cristianos, gracias a Dios, somos personas felices».
J. A. Méndez
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