lunes, 27 de febrero de 2012

RESUMEN DE LA CONFERENCIA "EL ANUNCIO DE CRISTO EN LOS CURSILLOS PREMATRIMONIALES"

Resumen de la conferencia de D. Manuel Roberto Burgos Azor, párroco de S. Pedro del Pinatar sobre “El anuncio de Cristo en los cursillos prematrimoniales” el sábado 4 de febrero de 2012. MFC de Murcia

 A partir de comentarios de pasajes de la Biblia, se fue desarrollando la conferencia que tuvo dos partes, en la primera se trató de responder a la cuestión de ¿Cómo hacemos el anuncio de Cristo en el cursillo? Y la segunda versó sobre el sentido de Jesús como esposo de la iglesia y la redención del corazón.1ª parte: ¿Cómo hacemos el anuncio de Cristo en el cursillo?Se debe narrar la historia de Jesús como un modelo a seguir, como alguien con un mensaje válido que ayuda al hombre, y como señor y salvador del pecado y de la muerte.En muchas ocasiones en la vida, sobre todo en la edad intermedia, se puede sentir la limitación de cualquier circunstancia, incluso en el mejor matrimonio, de que la vida se escapa entre los dedos, de que se pierde en cierto modo. Pero la razón es que estamos incompletos si no nos damos cuenta de que Jesús es la solución a este hueco en nuestro corazón. Jesús tiene poder para romper las cadenas del hombre porque es el camino, la verdad y la vida.El camino: por eso debemos conocer su historia, el sentido de su vida.La verdad: porque es el verbo encarnado.La vida: porque es señor y salvador del pecado y de la muerte.Hasta en el matrimonio más perfecto siempre hay un resquicio de insatisfacción (Juan Pablo II). No solo necesitamos al otro, sino también a Dios. Solo en Él podemos descansar. Es la búsqueda del otro, el impulso y el deseo de compartir la vida con alguien. Buscamos querer a alguien totalmente y para siempre. Esa es la vocación del hombre, y ese deseo está puesto por Dios por ser Cristo el modelo. Jesús viene hacia nosotros a ser uno como nosotros, a donarse. Cristo es el esposo que se casa con la Humanidad (la esposa).La clave para entender la Biblia es la alianza, la búsqueda de ser uno. Desde la creación, Adán y Eva, Noé, Abraham, Moisés y el pueblo de Israel, se va preparando la nueva  alianza  de Cristo (hijo de Dios) con la Humanidad. En Cristo, Dios y el hombre se han hecho uno, una sola carne,  como el hombre y la mujer en el matrimonio.Se suele decir que primero hay que ser persona, luego cristiano, y luego sacerdote o cónyuge. Pero en realidad Cristo es el que me hace persona completa, y por eso es importante el encuentro con Él. El rito de preparación de la novia para el matrimonio, de vestirla de modo inmaculado, sin mancha, es el recordatorio de cómo el hombre debe de ir al encuentro con Dios. Juan Pablo II en las audiencias de los miércoles entre 1979 y 1984  impartió una catequesis sobre el amor humano: “Catequesis sobre el amor humano”. Nos muestra la fundamentación de las normas morales en la realidad humana. Es importante poder razonarlas para oponerse a concepción materialista del matrimonio.Creemos en el matrimonio como la mejor manera de vivir, no como el cumplimiento de una norma externa a nuestra naturaleza.En la 2ª parte de la charla profundizamos sobre Jesús esposo de la Iglesia y como redime nuestro corazón. San Pablo hace un paralelismo entre el matrimonio y la relación de Cristo con la Iglesia. Yo soy yo, pero me entiendo en relación con mi esposo o esposa.En el Antiguo Testamento (profetas Oseas y Ezequiel) se presenta la relación de Dios con su pueblo como una alianza matrimonial. Pero Israel le fue infiel y se fue con amantes, los falsos ídolos. Dios restaura la alianza como quien perdona  a la mujer infiel.El Cantar de los Cantares expresa en poemas de amor la experiencia amorosa de Dios a su pueblo. Después de la infidelidad esto solo se explica por el enamoramiento de Dios con su pueblo. Es el gran misterio de la atracción. El “no-vio” los defectos, las carencias. Dios no ve nuestros defectos.Israel esperaba al Mesías como nuevo esposo y por eso creyeron que era Juan el Bautista, pero él contestó que no era digno de desatarle la sandalia. Este signo era el que se hacía cuando se aceptaba el esposar a una viuda en la tradición levítica de aceptar la responsabilidad de casarse con la viuda del hermano o el pariente.El bautismo tiene en este sentido el significado de limpieza y de preparación de la esposa antes de la unión. Por eso en la parábola de las doncellas listas, y en otras, se insiste en que se debe esta preparado porque la boda es lo más importante.En el evangelio de S. Juan hay algunas imágenes importantes: Del costado de Cristo nace la Iglesia al brotar sangre (Eucaristía) y agua (Bautismo), como del costado de Adán salió Eva.  La iglesia, en la figura de María Magdalena tras la resurrección repite la búsqueda del Cantar de los Cantares:  ¿dónde está mi Señor?Si nos preguntamos qué dice Cristo sobre el matrimonio, a la pregunta de si es lícito repudiar  a la mujer, Jesús asegura que Moisés lo permitió por la dureza de los corazones, pero que eso no era si al principio, y por ello no es lícito. Cristo cambia la norma porque es el esposo fiel que jamás nos repudiará, ese es el  verdadero plan de Dios, la propuesta de Cristo de un matrimonio indisoluble. Los novios desean alguien que les quiera enteros y para siempre, no a prueba. Si se plantean relaciones a prueba es por miedo de perder libertad. El divorcio es un fracaso, en donde se rompe algo profundo, muy propio. Sobre el adulterio en el corazón, en el deseo, en la mirada, Cristo dice que también es importante. Queremos que el amado tenga solo ojos para nosotros. Que quiera dedicar toda su vida a nuestra felicidad. Estamos hechos para entregarnos a alguien, no para poseerlo como un objetoLos saduceos le platean de quien será después de la resurrección la mujer que se casó con los siete hermanos. En la resurrección serán como ángeles en el sentido de que el matrimonio no es la realidad definitiva de la vida. La muerte rompe el matrimonio de hecho, aunque no el amor que significa. Después de la muerte nos encontraremos con el esposo definitivo que es Dios. El matrimonio es por tanto un camino hacia Dios, es un medio y no un fin absoluto, que solo es Dios. Es una llamada a descubrir al Otro. Así nos vamos preparando y abriéndonos a la trascendencia, a encontrarnos con Dios.
Resumen realizado por Antonio Viedma

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