Hace un par de horas que ha terminado una de las mejores experiencias que he vivido a lo largo de mi vida. Es muy difícil explicar lo que he sentido, por una parte porque son emociones que no
se tienen todos los días y son complicadas de expresar con palabras y por otra parte, porque no os puedo contar mucho más. El Movi desde hace muuuuuchos años organiza esta convivencia para nosotros los jóvenes. Es una experiencia que cada uno tiene que vivir personalmente y que como persona que va a encontrarse se puede vivir sólo una vez en la vida.
Ha sido una experiencia inolvidable no sólo por lo que he llegado a sentir, sino por la gente que me ha acompañado y por los propósitos que cada uno saca después de esta vivencia tan especial.
El ambiente que hemos vivido ha sido inmejorable. Nos acompañaban el sacerdote Javi Pérez Más y los matrimonios Jano y Mariví, Miguel y Gloria, y Juan y María. Todos ellos han hecho una estupenda labor (¡¡¡El pollo estaba riquísimo!!!).
Pero me quito el sombrero de una manera especial ante los monitores que han hecho posible este encuentro: María Castillo, Cristina Añaños, Sarita y Quitos. Sólo les puedo decir dos cosas: GRACIAS y ¡OLÉ! Habéis estado ¡BRUTALES!
También agradezco a todos los participantes (Ángel, María, Julio, Rubén, Lara, Ester y
Blanca) por haber compartido una parte muy personal de su vida con el resto.
Gracias a todos de corazón, también a Ángel y Paloma por hacer posible estos encuentros.
En conclusión, como supongo que los que no habéis hecho nunca el encuentro no
habréis entendido mucho, lo único que os puedo decir es que consisten en encontrarte
contigo mismo, con tus seres queridos y encontrarte con Jesús.
¡Os lo recomiendo a TODOS!
Mª Eugenia Martínez de la Huerta (Maru)
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