Santuario de la Virgen del Milagro de Hornuez

Preciosa ermita que recomiendo visitar e incluso tener como destino de alguna convivencia o excursión parroquial. El entorno es un enebral impresionante y el templo bien que merece una visita. La historia de la Virgen responde a clichés muy conocidos. Escondida en tiempo de moros, se apareció a finales del siglo XIII, tras la reconquista, en un enebral.
Dos cosas a destacar en la jornada de este pasado sábado. La primera, la puesta en valor una vez más de la tan denostada en tiempos religiosidad popular. Mucha gente en la misa, y gente que sabía rezar, cantar y manifestar su devoción. Nada de advenedizos. Gente capaz de emocionarse ante su Virgen, que sabe sacar de ellos lo mejor que hay en su corazón. Todo un signo ver ante el altar a los alcaldes de esos siete municipios que acuden cada año, con sus vecinos, a agradecer especialmente ese favor, desdibujado con el paso del tiempo, que ella quiso hacerles hace siglos. Gente que, tras la misa, procesionó por los alrededores del santuario cantando las letanías del rosario, que compartió un precioso día de campo y acabó la jornada rezando el rosario.
La segunda, la importancia de la pastoral familiar en la Iglesia. Matrimonios, algunos bastante jóvenes, niños, muchos niños, y un saber que en la familia nos jugamos el futuro. Hace años acogimos en la parroquia al Movimiento Familiar Cristiano de Madrid, que aquí tiene ahora su sede, y desde entonces atiendo como consiliario a dos de sus grupos. Familias cristianas darán frutos cristianos, vocaciones y un saber estar en el mundo como hijos de Dios.
Una jornada feliz donde el Señor nos bendijo con una climatología que ni de encargo, una misa sentida, vivida y gozada, la fraternidad de estos pueblos que saben acudir juntos, con sus alcaldes al frente, a dar gracias por lo que la Virgen del Milagro de Hornuez hizo con sus padres y sigue haciendo con todos a y cada uno de ellos. Se nota. Cuando en la homilía les hacía recordar cuántas veces habían acudido el santuario para dejar ante la Virgen alegrías y penas, sobre todo muchas penas, vi ojos llorosos y emocionados. Bendición fue compartir con esas familias un día de gozo.
Y para acabar, otra foto. Ya saben, si no bebes, eres raro. Si bebes, amigo de comilones y borrachos. Pues bendito sea Dios que nos lo da.

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