domingo, 8 de marzo de 2015

¿Madres de alquiler y niños por encargo? No, gracias


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El debate sobre la llamada “maternidad subrogada” ha llegado a España.
La compra de niños “a medida” a madres de alquiler ya es legal en Estados Unidos, Rusia o India, entre otros países.
Celebridades del mundo del espectáculo han puesto de moda la práctica de “encargar” niños y pagar a mujeres para gestarlos mediante técnicas de reproducción asistida.
Distintos colectivos, entre ellos el lobby gay, promueven una ILP para que este negocio se legalice en España.
Los precios por adquirir un hijo mediante un vientre de alquiler oscilan entre los 33.000 y los 80.000 euros, según el país donde se firme el contrato.
En España, la Ley de Reproducción Asistida, de 2006, considera “nulos de pleno derecho” los contratos de maternidad de alquiler y no reconoce la inscripción en el Registro Civil de los niños nacidos por encargo.
Sin embargo, la práctica es legal en otros países y las parejas españolas que acuden a Estados Unidos, Rusia o La India para tener hijos por maternidad comercial se encuentran con que no pueden inscribirlos en los Consulados de nuestro país.
Desde 2010, una orden de la Administración, a través de la Dirección General de Registros y Notarías, ha apañado la inscripción de estos niños en el Registro Civil.
Pero la solución plantea dudas legales y el asunto ha llegado al Tribunal Supremo.
Los promotores de la ILP pretenden acabar con el limbo jurídico de los niños concebidos en vientres de alquiler y promueven su plena legalización en España.
Pero la iniciativa no puede soslayar los graves reparos éticos que plantea esta práctica:
  • La concepción de niños “a medida”. En Australia, ha sido muy debatido el caso de Gammy, un bebé con síndrome de Down abandonado en diciembre pasado, nada más nacer, por la pareja australiana que encargó su gestación en Tailandia. Gammy es una de las dos gemelas nacidas por este procedimiento. La pareja australiana intentó que la madre biológica abortara y, al no conseguirlo, abandonó a Gammy al nacer y se quedó con su hermana. Gammy ha despertado una ola de solidaridad en todo el mundo y va a ser criada por su madre biológica.
  • La manipulación de embriones humanos; la selección y el desecho de vidas humanas en estado embrionario para satisfacer los deseos de paternidad selectiva de las parejas que acuden a los servicios de maternidad subrogada.
  • La degradación de las mujeres a la condición de simples “vientres de alquiler”.
  • El tratamiento de los niños nacidos en este negocio como mercancía.
  • En el caso de las parejas del mismo sexo que recurren a estos servicios, se vulnera el derecho de los niños a tener un padre y una madre.
Son demasiadas implicaciones como para pasarlas por alto. La ILP no debe prosperar, sin abrir antes un debate ético a fondo sobre el negocio de los “vientres de alquiler”.
  • Firma la petición al Gobierno para que evite la importación de la maternidad comercial a España.

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