martes, 9 de julio de 2013

La Cruz de los jóvenes y el Icono de la Virgen ya están en Río


La archidiócesis de Río de Janeiro vivió, durante este fin de semana, un paso más en la cuenta atrás hacia la Jornada Mundial de la Juventud: la llegada de la Cruz de los Jóvenes y el Icono de la Virgen. Con motivo de su llegada, se celebró una gran fiesta, dedicada en especial a las familias que acogerán peregrinos. También estuvieron presentes en la Eucaristía celebrada con motivo de la llegada a la ciudad de una reliquia del Beato Juan Pablo II, que se podrá venerar durante la JMJ
alfayomega.es

La Cruz de los jóvenes y el Icono de la Virgen están ya, desde el sábado, en la ciudad de Río de Janeiro. La archidiócesis carioca, que, a partir del 23 de este mes, acogerá la Jornada Mundial de la Juventud, aprovechó la llegada de estos dos símbolos para celebrar una gran fiesta de acogida. En ella, fueron protagonistas las familias que abrirán las puertas de sus casas a los dos millones de peregrinos.
El momento principal de esta fiesta, que se celebró el sábado por la tarde en la catedral de San Sebastián, fue la llegada de los dos símbolos, y la celebración de la Eucaristía, presidida por el arzobispo de Río, monseñor Orani Joao Tempesta. Esta Cruz -subrayó monseñor Tempesta- «demuestra la belleza de la fe cristiana, y al mismo tiempo la alegría de la juventud que, durante estos años, vio en esos símbolos un poco de su vida, sus sueños, su búsqueda, su alegría». Durante la celebración, se bendijo a las familias de acogida
Las celebraciones continuaron, por la noche, con una fiesta en el céntrico barrio de Lapa. Pasada la medianoche, los fieles acompañaron a la Cruz y el Icono, en procesión, de vuelta a la catedral. Otro momento significativo se vivió el domingo por la mañana, cuando la Cruz y el Icono se reencontraron, simbólicamente, con el Beato Juan Pablo II, quien se los confió hace años a los jóvenes del mundo. Fue en una Misa presidida por el cardenal Satnislaw Rylko, Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, en el Santuario de la Medalla Milagrosa. Durante la misma, se presentó a la diócesis carioca la reliquia utilizada en la beatificación del Papa polaco, que permanecerá en Río durante toda la Jornada.
Tras los pasos de los primeros misioneros
La Cruz y el Icono, procedentes de la diócesis de Itaguaí, entraron en Río por el barrio de Santa Cruz, en la zona oeste de la ciudad. No fue una elección al azar, como explicó monseñor Tempesta durante el acto de recepción: el barrio se levanta sobre el lugar donde los misioneros jesuitas plantaron por primera vez la Cruz, y en el cual comenzó su labor de evangelización en esta región. «La Cruz -añadió- representa una señal para los jóvenes en tiempo de cambios. Ellos deben ser protagonistas de un mundo nuevo con justicia, paz, fraternidad y llevando los valores cristianos para todos. Y el Icono de Nuestra Señora representa la compañía de la madre junto a Jesús. Mucho más que símbolos, representan la unión con Jesús y el cambio de vida».
Durante los 15 días que quedan hasta el comienzo de la Jornada, hay un centenar de actos previstos, que incluyen la visita a hospitales, asilos y cárceles; vigilias de oración y la subida de la Cruz y el Icono al Cristo Redentor de Corcovado.
M.M.L.

No hay comentarios: