domingo, 6 de mayo de 2012

Sábana Santa: congreso en Valencia y exposición en Málaga


¿Es la Sábana Santa de Turín la que envolvió el cuerpo de Jesucristo cuando lo crucificaron? Esa es la pregunta que se están haciendo durante todo el fin de semana pasado más de 400 investigadores y estudiosos de todo el mundo en Valencia, dentro del marco del Congreso Internacional sobre la Sábana Santa que organiza el Centro Español de Sindonología (CES), cuyo presidente es Jorge Manuel Rodríguez.
  
Durante el congreso los profesores Ian Wilson, de la Universidad de Oxford, y Marc Guscin, de la de Manchester, han explicado los nuevos descubrimientos de la historia de la Síndone.

Pruebas textuales sobre la veracidad de la SábanaEn sus intervenciones han citado que hay "numerosas pruebas textuales" de la conservación de la Sábana Santa, entre ellas el llamado "evangelio apócrifo hebreo", del siglo II. También existen la liturgia mozárabe del siglo VIII en España, en lo relativo al Sábado de Pascua, que fue abolida por Alfonso VI, y una carta del obispo de Zaragoza Braulio del año 632.

"Hay muchos testimonios de que la Síndone se conservó y, si bien en los primeros siglos no se evidencian datos concretos que puedan identificarla con la que hoy se venera en Turín, lo cierto es que a partir del siglo VII todos los datos ya conducen a ello", han indicado a Efe.

Así, el códice de Pray, del siglo XII que se conserva en la Biblioteca Nacional de Budapest, en el que se incluye el primer vocablo en húngaro, reproduce una miniatura en la que se representa el cuerpo de Cristo "cuando es amortajado, siendo colocado, exactamente, en la misma posición que el hombre cuya imagen se refleja en la Sábana Santa".

"Los brazos doblados en la misma forma, las mismas manchas de sangre, y los dedos pulgares de las manos doblados hacia el interior, al igual que en la Síndone de Turín", ha señalado Guscin.

Aunque el rastro histórico de la Sábana Santa en Europa está documentado desde el siglo XIV, estas y otras pruebas confirman que hay pruebas textuales que evidencian su presencia desde el siglo II, ha insistido Guscin. 

Revelar la verdad
"Queremos clarificar las cosas y si es posible marcar una línea de estudio que ayude a revelar el misterio que envuelve la Síndone", manifestó el presidente del CES.
Religionenlibertad.com

La catedral de Málaga acoge, hasta mediados de junio, la exposición La Sábana Santa. La pieza clave de la muestra es una escultura del catedrático don Juan Manuel Miñarro, que reconstruye la figura de Jesucristo según la información que proporciona la Sábana Santa. Otras obras destacadas de la exposición son los facsímiles de la Sábana Santa y del Santo Sudario, y una recreación del sepulcro en el que fue enterrado Jesucristo

Facsímil de la Sábana Santa y escultura del Hombre
que fue envuelto en ella, tal como se ven en la exposición
La catedral y la diócesis de Málaga son las primeras del mundo que acogen esta exposición itinerante, que después viajará a otras ciudades de Europa y América.
La pieza clave de la muestra es una escultura de madera que refleja fielmente cómo era el cuerpo de Jesucristo después de su Pasión y muerte. La obra es del imaginero don Juan Manuel Miñarro, catedrático de la Universidad de Sevilla y miembro del EDICE, órgano formado por forenses y científicos de distintas disciplinas. Miñarro lleva doce años estudiando la Sábana Santa, y es la máxima autoridad en el estudio del rostro y el cuerpo del Hombre de la Sábana Santa. Asimismo, ha utilizado técnicas forenses y antropomórficas.
Otras obras destacadas de la exposición son los facsímiles del Santo Sudario y de la Sábana Santa. Éste último ha sido realizado por un laboratorio de Turín, con la autorización de la Santa Sede.
Es interesante también la recreación del sepulcro en el que fue enterrado Jesús de Nazaret. Está basado en los estudios llevados a cabo en Tierra Santa por el arqueólogo padre Florentino Díez, agustino y una eminencia en la materia.
Reproducciones nunca vistas
La exposición ocupa 600 metros cuadrados del trascoro de la catedral malagueña, y se puede visitar todos los días, de 9 a 21 horas, sin interrupción. Dividida en doce salas, la muestra analiza y compara la Sábana Santa de Turín y el Santo Sudario de Oviedo, a través de estudios científico-forenses, por primera vez de un modo abierto al público.
Según don Francisco Aranda, director del departamento de Patrimonio cultural y artístico de la diócesis de Málaga, la muestra incluye «reproducciones virtuales que no se han visto jamás en ningún sitio».
Un desafío para la mente
Dos salas de la exposición -la forense y la científica- incluyen los estudios llevados a cabo, hasta hoy, por los máximos expertos en la materia, y aportan interesantes datos sobre la Sábana Santa. El visitante puede contemplar un análisis con tecnología 3D, que permite conocer aspectos de los sufrimientos y muerte del Hombre de la Síndone, desde una perspectiva nunca vista hasta ahora.
Don Francisco Aranda explica que «la Sábana Santa es un desafío para la mente y el corazón. La Medicina forense ha avanzado mucho, al igual que los estudios arqueológicos y de los usos y costumbres funerarios antiguos. Todo ello hace que la exposición haga pensar y responda a las expectativas. Ofrece los descubrimientos científicos sobre la Síndone, para que cada visitante -creyente o no- saque sus propias conclusiones».
Con sistema de audioguía digital en seis idiomas, la muestra también permite al espectador adentrarse en la historia de Jesús de Nazaret, a través de piezas de arte, monedas, códices... Entre estos objetos, se puede contemplar la moneda Solidus Justiniano II (año 685), primer retrato de Jesús esculpido en una moneda, imagen que concuerda con el rostro de la Sábana Santa.
La muestra ha recibido el apoyo del Ayuntamiento de Málaga.
Enrique García Romero
La Túnica Santa
Miles de peregrinos acuden, estos días, a la catedral de Tréveris (Alemania), con motivo del V centenario de la primera ostensión pública de la Túnica Santa. Dicha túnica es la que Jesús habría usado antes de la crucifixión y que, como se lee en el evangelio de San Juan, los soldados romanos echaron a suertes. Según la tradición, esa túnica llegó a manos de la emperatriz Elena, madre de Constantino el Grande, que la habría entregado al arzobispo de Tréveris, san Agricio.
Los fieles pudieron ver la reliquia, por primera vez, en el año 1512, gracias al emperador Maximiliano I, que pidió al entonces arzobispo Richard von Greiffenklau que la mostrase al público. La última vez que fue expuesta fue en 1996.
El 13 de abril, con motivo del inicio de la peregrinación -que durará hasta el 13 de mayo-, el Papa Benedicto XVI envió un mensaje al actual obispo de Tréveris, monseñor Stephan Ackermann. El Santo Padre recuerda que el evangelio de San Juan nos dice que la túnica era de una sola pieza; por eso, los soldados no quisieron rasgarla, y la echaron a suertes.
«Los Padres de la Iglesia -escribe el Papa- ven en este hecho la unidad de la Iglesia, fundada como comunidad única e indivisible del amor de Cristo. El amor del Salvador une lo que está dividido. [...] La túnica, además, está tejida enteramente de arriba a abajo. Ésta también es una imagen de la Iglesia, que no vive gracias a sus propias fuerzas, sino a la acción de Dios».
Alfayomega.es

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