La pareja, que contrajo matrimonio en el año 1937, ha tenido cinco hijos, uno de los cuales falleció ahogado a los 11 años de edad, en la actualidad son abuelos de 8 nietos y 10 biznietos, y aseguran en el último número del semanario diocesano PARAULA, que “seguimos queriéndonos como el primer día”.
María y Miguel, que reconocen que nunca pensaron en “llegar a esta edad” , contrajeron matrimonio en plena Guerra Civil. A los pocos días, él fue movilizado y acabó la contienda preso en Bilbao, en un campo de trabajo en minas de carbón. “Entonces mi abuela se dejó a su primer hijo, de poco más de un año, con su familia, y se fue a buscarlo con avales -cartas de recomendación- para ver si lo dejaban libre”, señala su nieta Cristina, que precisa que su abuela “tuvo que trabajar haciendo ojales en una camisería hasta que consiguió sacarlo; fue muy valiente”.

El Ayuntamiento de Bicorp, el Hogar del Jubilado y la cooperativa local les han entregado placas conmemorativas y ramos de flores mientras que el coro de Bicorp y la Coral Bolbaitina, que dirige su nieta Cristina, cantaron para ellos.
A sus 97 años, María sigue ocupándose de las labores de casa, donde vive también un hijo del matrimonio, soltero, y Miguel, con 100 años recién cumplidos, aún va a jugar al dominó al Hogar del Jubilado y a los jardines a pasear. “Qué más podemos pedir si somos felices y tenemos una vida que aún vale la pena disfrutar”, exclama Miguel.
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