viernes, 28 de febrero de 2014

Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2014

[TEXTO COMPLETO] Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2014
El mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2014, el primero de su pontificado para este tiempo de la liturgia de la Iglesia, que ha titulado “Se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza” (cfr. 2 Cor 8, 9).
A continuación el texto completo del mensaje. Si desea descargarlo en PDF, haga click en este enlace:http://www.aciprensa.com/Docum/MensajeCuaresma2014.pdf
Queridos hermanos y hermanas:
Con ocasión de la Cuaresma os propongo algunas reflexiones, a fin de que os sirvan para el camino personal y comunitario de conversión. Comienzo recordando las palabras de San Pablo: «Pues conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza» (2 Cor 8, 9). El Apóstol se dirige a los cristianos de Corinto para alentarlos a ser generosos y ayudar a los fieles de Jerusalén que pasan necesidad. ¿Qué nos dicen, a los cristianos de hoy, estas palabras de San Pablo? ¿Qué nos dice hoy, a nosotros, la invitación a la pobreza, a unavida pobre en sentido evangélico?
La gracia de Cristo
Ante todo, nos dicen cuál es el estilo de Dios. Dios no se revela mediante el poder y la riqueza del mundo, sino mediante la debilidad y la pobreza: «Siendo rico, se hizo pobre por vosotros…». Cristo, el Hijo eterno de Dios, igual al Padre en poder y gloria, se hizo pobre; descendió en medio de nosotros, se acercó a cada uno de nosotros; se desnudó, se "vació", para ser en todo semejante a nosotros (cfr. Flp 2, 7; Heb 4, 15). ¡Qué gran misterio la encarnación de Dios! La razón de todo esto es el amor divino, un amor que es gracia, generosidad, deseo de proximidad, y que no duda en darse y sacrificarse por las criaturas a las que ama.
La caridad, el amor es compartir en todo la suerte del amado. El amor nos hace semejantes, crea igualdad, derriba los muros y las distancias. Y Dios hizo esto con nosotros. Jesús, en efecto, «trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de nosotros, en todo semejante a nosotros excepto en el pecado» (Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes, 22).
La finalidad de Jesús al hacerse pobre no es la pobreza en sí misma, sino —dice San Pablo— «...para enriqueceros con su pobreza». No se trata de un juego de palabras ni de una expresión para causar sensación. Al contrario, es una síntesis de la lógica de Dios, la lógica del amor, la lógica de la Encarnación y la Cruz. Dios no hizo caer sobre nosotros la salvación desde lo alto, como la limosna de quien da parte de lo que para él es superfluo con aparente piedad filantrópica.
¡El amor de Cristo no es esto! Cuando Jesús entra en las aguas del Jordán y se hace bautizar por Juan el Bautista, no lo hace porque necesita penitencia, conversión; lo hace para estar en medio de la gente, necesitada de perdón, entre nosotros, pecadores, y cargar con el peso de nuestros pecados. Este es el camino que ha elegido para consolarnos, salvarnos, liberarnos de nuestra miseria. Nos sorprende que el Apóstol diga que fuimos liberados no por medio de la riqueza de Cristo, sino por medio de su pobreza. Y, sin embargo, San Pablo conoce bien la «riqueza insondable de Cristo» (Ef 3, 8), «heredero de todo» (Heb 1, 2).
¿Qué es, pues, esta pobreza con la que Jesús nos libera y nos enriquece? Es precisamente su modo de amarnos, de estar cerca de nosotros, como el buen samaritano que se acerca a ese hombre que todos habían abandonado medio muerto al borde del camino (cfr. Lc 10, 25ss). Lo que nos da verdadera libertad, verdadera salvación y verdadera felicidad es su amor lleno de compasión, de ternura, que quiere compartir con nosotros.
La pobreza de Cristo que nos enriquece consiste en el hecho que se hizo carne, cargó con nuestras debilidades y nuestros pecados, comunicándonos la misericordia infinita de Dios. La pobreza de Cristo es la mayor riqueza: la riqueza de Jesús es su confianza ilimitada en Dios Padre, es encomendarse a Él en todo momento, buscando siempre y solamente su voluntad y su gloria. Es rico como lo es un niño que se siente amado por sus padres y los ama, sin dudar ni un instante de su amor y su ternura.
La riqueza de Jesús radica en el hecho de ser el Hijo, su relación única con el Padre es la prerrogativa soberana de este Mesías pobre. Cuando Jesús nos invita a tomar su "yugo llevadero", nos invita a enriquecernos con esta "rica pobreza" y "pobre riqueza" suyas, a compartir con Él su espíritu filial y fraterno, a convertirnos en hijos en el Hijo, hermanos en el Hermano Primogénito (cfr Rom 8, 29).
Se ha dicho que la única verdadera tristeza es no ser santos (L. Bloy); podríamos decir también que hay una única verdadera miseria: no vivir como hijos de Dios y hermanos de Cristo.
Nuestro testimonio
Podríamos pensar que este "camino" de la pobreza fue el de Jesús, mientras que nosotros, que venimos después de Él, podemos salvar el mundo con los medios humanos adecuados. No es así. En toda época y en todo lugar, Dios sigue salvando a los hombres y salvando el mundo mediante la pobreza de Cristo, el cual se hace pobre en los Sacramentos, en la Palabra y en su Iglesia, que es un pueblo de pobres. La riqueza de Dios no puede pasar a través de nuestra riqueza, sino siempre y solamente a través de nuestra pobreza, personal y comunitaria, animada por el Espíritu de Cristo.
A imitación de nuestro Maestro, los cristianos estamos llamados a mirar las miserias de los hermanos, a tocarlas, a hacernos cargo de ellas y a realizar obras concretas a fin de aliviarlas. La miseria no coincide con la pobreza; la miseria es la pobreza sin confianza, sin solidaridad, sin esperanza. Podemos distinguir tres tipos de miseria: la miseria material, la miseria moral y la miseria espiritual.
La miseria material es la que habitualmente llamamos pobreza y toca a cuantos viven en una condición que no es digna de la persona humana: privados de sus derechos fundamentales y de los bienes de primera necesidad como la comida, el agua, las condiciones higiénicas, el trabajo, la posibilidad de desarrollo y de crecimiento cultural. Frente a esta miseria la Iglesia ofrece su servicio, su diakonia, para responder a las necesidades y curar estas heridas que desfiguran el rostro de la humanidad.
En los pobres y en los últimos vemos el rostro de Cristo; amando y ayudando a los pobres amamos y servimos a Cristo. Nuestros esfuerzos se orientan asimismo a encontrar el modo de que cesen en el mundo las violaciones de la dignidad humana, las discriminaciones y los abusos, que, en tantos casos, son el origen de la miseria. Cuando el poder, el lujo y el dinero se convierten en ídolos, se anteponen a la exigencia de una distribución justa de las riquezas. Por tanto, es necesario que las conciencias se conviertan a la justicia, a la igualdad, a la sobriedad y al compartir.
No es menos preocupante la miseria moral, que consiste en convertirse en esclavos del vicio y del pecado. ¡Cuántas familias viven angustiadas porque alguno de sus miembros —a menudo joven— tiene dependencia del alcohol, las drogas, el juego o la pornografía! ¡Cuántas personas han perdido el sentido de la vida, están privadas de perspectivas para el futuro y han perdido la esperanza! Y cuántas personas se ven obligadas a vivir esta miseria por condiciones sociales injustas, por falta de un trabajo, lo cual les priva de la dignidad que da llevar el pan a casa, por falta de igualdad respecto de los derechos a la educación y la salud. En estos casos la miseria moral bien podría llamarse casi suicidio incipiente.
Esta forma de miseria, que también es causa de ruina económica, siempre va unida a la miseria espiritual, que nos golpea cuando nos alejamos de Dios y rechazamos su amor. Si consideramos que no necesitamos a Dios, que en Cristo nos tiende la mano, porque pensamos que nos bastamos a nosotros mismos, nos encaminamos por un camino de fracaso. Dios es el único que verdaderamente salva y libera.
El Evangelio es el verdadero antídoto contra la miseria espiritual: en cada ambiente el cristiano está llamado a llevar el anuncio liberador de que existe el perdón del mal cometido, que Dios es más grande que nuestro pecado y nos ama gratuitamente, siempre, y que estamos hechos para la comunión y para la vida eterna. ¡El Señor nos invita a anunciar con gozo este mensaje de misericordia y de esperanza!
Es hermoso experimentar la alegría de extender esta buena nueva, de compartir el tesoro que se nos ha confiado, para consolar los corazones afligidos y dar esperanza a tantos hermanos y hermanas sumidos en el vacío. Se trata de seguir e imitar a Jesús, que fue en busca de los pobres y los pecadores como el pastor con la oveja perdida, y lo hizo lleno de amor. Unidos a Él, podemos abrir con valentía nuevos caminos de evangelización y promoción humana.
Queridos hermanos y hermanas, que este tiempo de Cuaresma encuentre a toda la Iglesia dispuesta y solícita a la hora de testimoniar a cuantos viven en la miseria material, moral y espiritual el mensaje evangélico, que se resume en el anuncio del amor del Padre misericordioso, listo para abrazar en Cristo a cada persona. Podremos hacerlo en la medida en que nos conformemos a Cristo, que se hizo pobre y nos enriqueció con su pobreza.
La Cuaresma es un tiempo adecuado para despojarse; y nos hará bien preguntarnos de qué podemos privarnos a fin de ayudar y enriquecer a otros con nuestra pobreza. No olvidemos que la verdadera pobreza duele: no sería válido un despojo sin esta dimensión penitencial. Desconfío de la limosna que no cuesta y no duele.
Que el Espíritu Santo, gracias al cual «[somos] como pobres, pero que enriquecen a muchos; como necesitados, pero poseyéndolo todo» (2 Cor 6, 10), sostenga nuestros propósitos y fortalezca en nosotros la atención y la responsabilidad ante la miseria humana, para que seamos misericordiosos y agentes de misericordia. Con este deseo, aseguro mi oración por todos los creyentes. Que cada comunidad eclesial recorra provechosamente el camino cuaresmal. Os pido que recéis por mí. Que el Señor os bendiga y la Virgen os guarde.
Vaticano, 26 de diciembre de 2013
Fiesta de San Esteban, diácono y protomártir
FRANCISCUS

jueves, 27 de febrero de 2014

El fracaso matrimonial y los hijos


Los niños y adolescentes que ven su hogar roto por la separación o divorcio de sus padres sufren una experiencia traumática que les ocasiona muchas dificultades para aceptarse a sí mismos y tener una relación correcta consigo y con los demás

El alejamiento de Dios y la ausencia de oración en las familias, hace que a éstas les falte el apoyo de la presencia de Dios en los hogares. Una de las consecuencias es que en nuestra sociedad el divorcio se ha vuelto algo normal, e incluso se ve promovido por una serie de gobernantes que hacen unas leyes insensatas destructoras de la familia, como la ley del divorcio exprés, o aunque no las hayan hecho las mantienen, seguramente por temor a enfrentarse con lo políticamente correcto. El resultado es que el daño recae especialmente en los hijos. Una política que vaya en contra de la estabilidad de la familia o mengüe su fortaleza es una política suicida e inmoral porque socava los cimientos de la sociedad como si no existiera otra cosa que el individuo egoísta sin familia y sin obligaciones, con las consiguientes consecuencias desastrosas para los propios individuos, privados de la protección familiar, las familias y la sociedad. Además, las leyes tienden a configurar las mentes y la vida de los ciudadanos. Una legislación así deteriora la idea del matrimonio y de la familia, e induce a acoger la práctica del divorcio exprés, destructora de la estabilidad familiar, como normal y legítima. Es una ley que responde a los planteamientos de la ideología de género, pues la relación sexual que subyace al matrimonio en ella es pura afectividad espontánea y, por tanto, el matrimonio dura lo que dura esa afectividad. Sus efectos ya se han hecho sentir. Se quiera o no, se trata de un verdadero ataque al matrimonio y a la familia y por eso mismo a la felicidad de las personas y al bienestar social y su efecto es más matrimonios rotos y más personas heridas en sus afectos más profundos. Los hijos no sólo necesitan al padre como padre y a la madre como madre, sino también la relación de pareja que tienen y la relación de amor y de unidad que constituyen. Nunca hemos de olvidar que las dos necesidades básicas de cualquier ser humano, y muy en especial de los más débiles, son alimentación y afecto. El fracaso matrimonial de los padres tiene grandísimas repercusiones por los sufrimientos que ocasiona en los hijos, que son los grandes perjudicados, siendo lamentable que esta realidad no suela tener reflejo en las leyes sobre el divorcio o la separación matrimonial. Además, la precariedad y falta de estabilidad de muchas vidas matrimoniales ocasiona la menor propensión a la fecundidad, pues ésta requiere saber mirar a largo plazo, así como serias dificultades en la educación de los hijos, que resultan más propensos al fracaso escolar y a problemas de comportamiento, con los consiguientes inconvenientes para su futuro, incluso en la edad adulta, y el de la propia sociedad.
El divorcio es siempre un mal, porque es la ruina de un matrimonio y de una familia, aunque a veces sea un mal menor, pues también es cierto que los efectos de un hogar insufrible son devastadores para los niños. Éstos padecen el conflicto o divorcio de sus padres y sufren a consecuencia de ello, sintiéndose asustados y confundidos, quedando dañada su capacidad de confiar y amar, pues no han experimentado ni vivido, sino todo lo contrario, el amor mutuo de sus padres, lo que repercute en ellos, sufriendo una seria crisis de inseguridad, sin contar con que los traumas del divorcio les hace más vulnerables a problemas psicológicos, como una gran tristeza que les puede llevar a la depresión, una mayor rebeldía y fracaso escolar, así como a enfermedades, mientras que a largo plazo, al no haber tenido el ejemplo de un éxito conyugal que imitar, en su vida adulta tienen mayores probabilidades de divorciarse o de tener hijos fuera del matrimonio, siendo para ellos más difícil el que su matrimonio resulte. En efecto, cuando el divorcio es una posibilidad siempre presente en el horizonte de la pareja, es obvio que ello tiene un efecto desestabilizador. Por el contrario, la indisolubilidad matrimonial es un seguro fundamento de estabilidad, eficacia pedagógica y función social de la familia.
La ausencia de un hogar familiar adecuado destruye el medio natural en que debiera desenvolverse la vida de los hijos y causa a éstos muy graves daños. En efecto, los niños y adolescentes que ven su hogar roto por la separación o divorcio de sus padres sufren una experiencia traumática que les ocasiona muchas dificultades para aceptarse a sí mismos y tener una relación correcta consigo y con los demás, no siéndoles tampoco nada fáciles las relaciones ni con su padrastro o madrastra ni con los hijos de éstos, pues las nuevas convivencias son otro serio problema. Aunque se dan casos de buen entendimiento, con frecuencia surgen graves dificultades y desavenencias entre los hijos del matrimonio anterior y el nuevo cónyuge, o entre los hijos de ambos, o entre los hijos de la nueva pareja con sus hermanastros anteriores, siendo la situación más grave cuando se dan sucesivos divorcios, llegando los hijos no sólo a no vivir, sino incluso a no saber lo que es una familia.

Pedro Trevijano, sacerdote consiliario del MFC de Logroño

miércoles, 26 de febrero de 2014

El Papa pide a las familias que recen por el próximo sínodo extraordinario


Mons. Vincenzo Paglia, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia, ha presentado la Carta del papa Francisco a las Familias, en las que les invita a rezar por el próximo Sínodo de los Obispos que se celebrará en octubre en el Vaticano y cuyo tema será «Los retos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización». El prelado recuerda la peregrinación de las familias en el Año de la Fe, el encuentro del Santo Padre con los novios el pasado 14 de febrero, el Consistorio extraordinario de la pasada semana, el próximo Sínodo y el Encuentro mundial de las Familias en Philadelphia, en septiembre de 2015.

(VIS) «El Papa Francisco, con esta carta a las «queridas familias» del mundo -afirma el arzobispo- quiere involucrarlas en el camino sinodal. La oración es es la primera forma de participar en ese camino común. Las familias -y esta es la intención del Papa Francisco- no son sencillamente el objeto de una atención. Son también el sujeto de esta peregrinación, ya que en la Iglesia son mayoría y están marcadas por el Sacramento del Matrimonio».
«No se puede olvidar -añade- que la irradiación del primer cristianismo se produjo a través de la red de las familias. Es una gran lección también en nuestra época que invoca una nueva estación misionera de la predicación evangélica... El Papa pide a las familias cristianas que sientan la responsabilidad de su misión en este tiempo tan confuso e inquieto. Pide su ayuda. Por otra parte, si hay un tema en la vida cristiana, para el cual el respaldo de las familias es indispensable, tanto al Papa como a la Iglesia es éste. Si no hubiera familias, la palabra de Jesús -la palabra de la Iglesia, la palabra del Papa- sobre el amor conyugal que es capaz de abrirse al agape de Dios para todos, parecería abstracta, poco realista, ineficaz».
«Pero las familias -concluye el prelado- ,gracias a Dios, existen y su presencia se siente. Por eso es significativo que los pastores y las familias vivan en este tiempo «concordes en la oración», como en un cenáculo espiritual que da cabida al mundo entero, a la espera de que el Espíritu Santo suscite una renovada Pentecostes».

martes, 25 de febrero de 2014

Ante 8.000 niños y adolescentes, Rouco anima a ser valientes y evangelizar sin miedo al rechazo

Clausura de la Misión Madrid en los colegios ante la Almudena

Ante 8.000 niños y adolescentes, Rouco anima a ser valientes y evangelizar sin miedo al rechazo
Los jóvenes alumnos de la diócesis de Madrid acompañan al cardenal Rouco en este acto









Laura Daniele / ABC

El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ha clausurado el sábado al mediodía ante 8.000 alumnos de cien colegios de la diócesis, la Semana de la Misión Madrid (www.misionmadrid.es) que se ha vivido desde el pasado lunes en los centros educativos de la diócesis.

En la explanada de la Catedral de la Almudena, el presidente de la Conferencia Episcopal Española ha presidido una solemne Eucaristía, concelebrada por los tres obispos auxiliares de la diócesis –monseñor Fidel Herráez, monseñor César Franco y monseñor Juan Antonio Martínez Camino - así como el delegado de Enseñanza, Avelino Revilla, vicarios episcopales y numerosos sacerdotes.

Una explanada llena de estudiantes
Desde tempranas horas de la mañana, los estudiantes, acompañados por sus profesores, fueron llenando la explanada, donde se celebró una fiesta en la que no faltaron lostestimonios, los números musicales, bailes y canciones.

Fue el colofón a una semana de intensas actividades, en la que los alumnos han profundizado en la figura de Jesús y se les ha animado dar testimonio de su feen la acción misionera y la caridad.

"Hemos aprendido que para ser misioneros primero hay que seguir a Jesús", aseguró Juan Antonio, un alumno del Colegio San Bernardo, desde el altar momentos antes de comenzar la misa.

Durante la homilía, el cardenal afirmó que “con la Misión Madrid, queremos que los jóvenes se conviertan en misioneros”, porque “lo más importante de la misión es hablar de Jesucristo”.

“Jesús era una persona excepcional, el Hijo de Dios” que vivió hace unos 2.000 años, explicó con gran pedagogía el cardenal a los miles de chavales congregados frente a la Almudena.

«Tenemos que ser valientes»
“Lo que él enseñó, lo que él hizo, ha supuesto un antes y un después en la historia de la humanidad. Y es importante que la gente lo sepa”, añadió.

"Amar a Dios, a otros hermanos, a la familia, a los compañeros, a vuestros profesores yllevarles la buena noticia de Jesucristo: es el mejor bien, el mejor favor que les podéis hacer. Si no dais a Cristo, dais poco”, insistió.

“Con la Misión Madrid, prosiguió, queremos que los jóvenes se conviertan en misioneros, que sepan que el Señor nos envía para darle a conocer a los niños y a los jóvenes de Madrid. A través de la Eucaristía, Él os dice: sed misioneros en vuestros colegios, en Madrid, en la ciudad, llevad la noticia del Señor de ese gran acontecimiento para que todos se conviertan y sean de otro modo”, afirmó.

Aunque reconoció que no es una tarea fácil, y que incluso es difícil, por el rechazo, el cardenal recordó que “Jesús también fue rechazado, pero lo hizo por amor”. “Los niños, los jóvenes, los cristianos, todos tenemos que ser valientes, para que la buena noticia, la bondad, la alegría de Jesucristo llegue a todos”, concluyó.

Lea aquí más sobre el programa de actividades que MisiónMadrid desarrolló esta semana

lunes, 24 de febrero de 2014

¿Hijos? ¡Bendita locura!



El vídeo que propone Hero, la popular marca de mermeladas, va sin embargo por otro camino. Sí, habla de gozar. Sí, habla de noches inolvidables. Sí, habla de personas amadas. Pero lo refiere todo a una locura con hashtag propio: #lalocuradeserpadres.

Con humor y verismo, el spot comercial de la marca Hero Baby no sólo muestra los múltiples trances por los que atraviesan unos padres primerizos, sino que argumenta en su favor: "Te dirán que es una locura, que los tiempos no están para esto, que no sabes dónde te metes, que tu vida será otra...". 

Y mientras, las imágenes muestran la realidad feliz -incluso en las dificultades y privaciones- que implica la llegada de un nuevo ser humano a la vida. Incluso muestra por unos segundos una ecografía del feto durante el embarazo.


Un mensaje positivo y dulce -como no podía ser menos en una empresa que lleva décadas animando las mesas de desayuno-, pero también realista y motivador.

domingo, 23 de febrero de 2014

La segunda virginidad

Portada de Alfa y Omega

«Nosotros decidimos acostarnos, al principio de nuestro noviazgo. Era lo que se esperaba que hiciéramos. Sin embargo, poco a poco vimos que, de alguna manera, el sexo enturbiaba un poco nuestra relación; no nos sentíamos muy bien con eso, así que decidimos dejar de acostarnos hasta que nos casáramos. Eso nos ayudó a querernos más, muy por encima de nuestros cuerpos; y nos ayudó también a preparar mejor no sólo el día de nuestra boda, sino nuestra vida como matrimonio. Hoy vemos aquel tiempo como un tesoro»: así hablan dos recién casados que decidieron experimentar lo que don José María Contreras llama la segunda virginidad. Escritor, acompañante de muchos novios y autor del blog Pequeños secretos de la vida en común, don José María explica que «muchos chicos y chicas -especialmente éstas-, antes de quedar mal o de ver al otro frustrado, deciden tener relaciones por miedo a perderlo. Eso demuestra muy poca autoestima por parte de ella y poca madurez por la de él. Muchas veces el sexo rompe noviazgos que, desde mi punto de vista, hubieran sido buenos matrimonios». Y continúa: «El problema es que no se sabe lo que es el amor. Esto es lo más grave que está pasando hoy, no sólo a los novios, sino también a muchos casados. Nos están educando los programas y revistas del corazón, estos medios dicen que el amor es sólo un sentimiento», lamenta.
«Al ir teniendo relaciones, parece que hay ya obligación de seguir teniéndolas -afirma don José María-. La relación se focaliza mucho en el sexo y cuesta mucho después levantar la cabeza y ver cómo está la pareja. En las mujeres hay, por una parte, una adicción emocional más fuerte y, por otra, un sentimiento de querer comprobar que, sin sexo, también es querida; pero no se atreven a manifestarlo. El miedo a perder al otro después de tener relaciones aumenta muchísimo, y también la inseguridad, la cual es muy contraproducente para el noviazgo».
Entonces, ¿merece la pena esperar? «Claro que merece la pena-afirma-, porque eso es lo natural, y va a permitir a los novios conocerse más y mejor. Además, la fidelidad matrimonial se entrena en el noviazgo. Hay que tener claro que uno no es dueño de sus sentimientos, pero sí debe serlo de sus amores. Cuando no funciona el sentimiento hay que acudir a la inteligencia para saber qué es lo que hay que hacer para seguir queriendo; y acudir a la voluntad para hacer aquello que la inteligencia nos ha dicho. Con sólo el sentimiento se romperían todos los matrimonios. Cuando el noviazgo está focalizado en el sexo, esto no se aprende».

sábado, 22 de febrero de 2014

Presentado el libro Francisco. Vida y revolución, de Elisabetta Piqué

Presentado el libro Francisco. Vida y revolución, de Elisabetta Piqué
Un místico con los pies en la tierra
La corresponsal en Roma del diario argentino La Nación ha presentado esta semana en Madrid Francisco. Vida y revolución (ed. La Esfera de los Libros), con detalles hasta ahora inéditos sobre el último cónclave, y una completa narración de la trayectoria del padre Jorge en la Compañía de Jesús y en el Arzobispado de Buenos Aires. Ha hablado con Alfa y Omega

El cardenal Bergoglio entra en una de las reuniones
previas al cónclave
Elisabetta Piqué define a los profesionales de la prensa como «la raza más escéptica y descreída del mundo», y sin embargo -cuenta-, «muchos periodistas que conozco, muy alejados de la Iglesia, quizá sí nacidos y criados en familias católicas, ahora de repente están yendo a Misa, están mandando a sus hijos a catequesis... Hay un gran cambio en Roma», una gran ilusión, con muchedumbres nunca vistas antes en la Plaza de San Pedro, atraídas por «la coherencia, la autenticidad total y la simplicidad de este Papa, que llama al pan, pan, y al vino, vino».
Ella misma quedó fascinada por Jorge Mario Bergoglio cuando le entrevistó en 2001. El arzobispo de Buenos Aires iba a ser creado cardenal. La periodista acababa de ser destinada a Roma por el diario La Nación, tras varios años como corresponsal de guerra. Le gustó ese arzobispo, porque «no era el típico cura».
Le siguió tratando en los años siguientes en Buenos Aires, y durante las visitas del cardenal Bergoglio al Vaticano. Los dos se conocían ya bien cuando llegó ese último viaje de Argentina a Roma para elegir al sucesor de Benedicto XVI. Piqué llamó al cardenal por teléfono el domingo anterior al cónclave, para sondear sus últimas impresiones, y asistió con un nudo en la garganta a su elección como Papa. Esa misma semana, recibió una llamada del nuevo Pontífice, que no se olvidó de felicitarla en el día de su cumpleaños, como de costumbre. Ella estaba esperando esa llamada. Dicen que a Jorge Mario Bergoglio nunca le gustaron las entrevistas ni las ruedas de prensa, pero siempre tiene ese tipo de detalles con los informadores que conoce. Con toda la gente con quien se relaciona, en realidad.
La descripción que hace Piqué de ciertas o supuestas intrigas en la Curia romana dejan entrever a la periodista habituada a cubrir conflictos internacionales. «¿Ahora no vas más a las guerras?, me preguntan. Y yo digo, en chiste un poco: La guerra ahora está acá, por las resistencias que el Papa tiene en el Vaticano».
Francisco. Vida y revolución tiene, en algún capítulo, aires de novela de Dan Brown, pero, a cambio, ofrece numerosos detalles hasta ahora desconocidos del último cónclave. Por ejemplo, que fueron seis, y no cinco, las votaciones para la elección del nuevo obispo de Roma (debido a un error en la quinta votación, que obligó a repetir el escrutinio). «Sé que gente que participó en el cónclave quedó asombrada, al ver que la reconstrucción que hago es bastante fiel a los hechos», comenta.
Y al Papa, ¿qué le ha parecido el libro? «Prefiero no contestar a esa pregunta», responde con una sonrisa, tras meditarlo unos segundos. Pero añade: «Es importante decir, y quiero que quede claro, que ésta no es una biografía autorizada. Él sabía, porque yo le dije, que se iba a publicar este libro, pero jamás de los jamases me pareció correcto involucrarlo a él». Para obtener la información, «he hablado con distintos interlocutores, con mucha gente».

El Papa saluda a Elisabetta Piqué, durante
su encuentro con la prensa, el 16 de marzo de 2013
Las revelaciones del libro no se limitan a la Capilla Sixtina. Hay un completo relato de la trayectoria de Jorge Bergoglio en la Compañía de Jesús y en el Arzobispado de Buenos Aires. Piqué repasa la vida pública de «un místico con los pies en la tierra», de un santo de gran humanidad que se desvive por los hombres, para quien rezar es casi como respirar. Pero este místico «no tiene nada de ingenuo»; es un genuino hombre de poder, «un hombre de gobierno a quien no le tiembla el pulso», que reza y medita a fondo sus decisiones, y es capaz luego de mantener el rumbo en medio de cualquier tempestad. Le tocó ser Provincial en 1973, con sólo 36 años, y liderar la Compañía en Argentina en los duros años de la dictadura militar (y de los revuelos postconciliares). Veinticinco años más tarde, en 1998, se estrenó como arzobispo con el escándalo del colapso del Banco de Crédito Provincial. Nunca gustó ni a las derechas ni a las izquierdas, y en no pocas ocasiones pagó un alto precio por ser un hombre de Dios, un hombre libre.
Ese Jorge Mario Bergoglio que retrata Elisabetta Piqué es ahora el Papa Francisco, aunque en él se han producido algunos cambios. «Es muy interesante», dice. «Lo resumió un conocido periodista de radio argentino con el que hablé en Brasil. Me dijo: Le entrevistaba siendo arzobispo, y aunque dijera cosas interesantes, su tono de voz era aburrido. ¡Y ahora! Ha habido una transformación espectacular en ese sentido. ¡Parece 10 años más joven! Lo dicen todos los que lo conocían de Buenos Aires».
Este libro sirve ahora de base para el rodaje de una película sobre el padre Jorge hasta su elección como Pontífice, una coproducción argentina, española e italiana que se titulará Historia de un cura.
Ricardo Benjumea
«Todos sentíamos que el Señor lo había elegido a él»
Llueve a cántaros. Se despierta, como siempre, muy temprano. Son las cuatro de la mañana del 12 de marzo y todavía es de noche. Arrodillado, los ojos cerrados, concentrado, reza en silencio, como todas las madrugadas. Les pide especialmente a san José y a santa Teresita que lo iluminen. A Dios, perdón por sus pecados. Y a Jesús, poder servir, ser un instrumento. (...)
Desde que se ha enterado de la renuncia de Benedicto XVI, el 11 de febrero, cuando un amigo de Roma lo llamó a las 8 de la mañana para avisarle, algo le dice que su vida podría cambiar abruptamente. Aunque su parte cerebral -esencial en su ser- le dice que es imposible que él sea el elegido, porque ya ha renunciado a su cargo de arzobispo al cumplir los setenta y cinco, está viejo, a punto de retirarse, su parte intuitiva, su corazón -aún más esencial en su ser- le dice que tampoco es imposible.
No se olvida de aquella conversación premonitoria, esa misma mañana del 11 de febrero, con el padre Alejandro Russo, Rector del catedral metropolitana de Buenos Aires:
-Ay, Dios mío, qué barbaridad con este tema de la sede vacante -comenta el cardenal-. Vos sabés que yo en marzo pensaba que podía empezar el proceso de sucesión, en Buenos Aires... Esto va a retrasar todo de dos a tres meses...
-O lo va a adelantar -supone el Rector-.
-¿Vos pensás que el nuevo Papa me va a pegar una patada al otro día?
-No, no lo digo por eso, puedo pensar también que el nuevo Papa sea usted...
-¡Nooo, Alejandro! Yo acabo de renunciar a la sede, tengo setenta y seis años, de ninguna manera.
En el cónclave
Son más de las ocho de la tarde. En el comedor de la Domus Santa Marta, la cena, la primera de los 115 cardenales encerrados cum clave, está lista. El arzobispo de Buenos Aires se sienta a comer con su compatriota, Leonardo Sandri. (...) «Vení, sentate a mi lado, comamos juntos», le dice Bergoglio a Sandri, según cuenta el segundo. El menú de la noche es zuppa di verdura. Sandri no está bien de salud, tiene una especie de faringitis y le lagrimean mucho los ojos. Bergoglio, que ha estudiado química, examina el antibiótico que está tomando y le aconseja qué cantidad de miligramos de tal o cual sustancia debería tomar. Pero no pueden evitar hablar del cónclave. (...) «Prepárate, querido», le dice Sandri. (...) El nombre del arzobispo de Buenos Aires ya está en boca de todos. Esa noche, Bergoglio duerme poco. Si bien hay cardenales que se quedan hasta tarde conversando sobre el día siguiente, el día D, se encierra en su cuarto, el 207. Lo único que quiere es rezar, encomendarse a la Virgen de Luján, a san José, a santa Teresita, a Dios. Ellos saben lo que hacen.
La elección
En la cuarta votación, Bergoglio, rostro serio, pero sereno, entregado, ha estado muy cera de los 77 votos. Es claro como el agua que se encamina a ser el próximo Papa. Y ahora, en la quinta, está a punto de alcanzar y superar con creces el mágico umbral de los 77 votos. Pero pasa lo inesperado (...): el cardenal escrutador, que primero mezcla las papeletas depositadas en la urna, se da cuenta, al contarlas, de que hay una de más: son 116 y no 115, como deberían ser. De hecho, parece que, por error, un purpurado ha puesto dos papeletas en la urna: una con el nombre de su elegido y la otra, en blanco, que quedó adherida a la verdadera. Esa votación es inmediatamente anulada. (...) La tensión, ahora, está por los cielos. (...)
«Lo tenía enfrente de mí y podía ver en su rostro que estaba aceptando la voluntad de Dios y obedeciendo a lo que el Señor quería. Él sentía, y todos nosotros también, que el Señor lo había elegido a él, y que no iba a rechazar la cruz que se le estaba ofreciendo», cuenta el cardenal Oswald Gracias, arzobispo de Bombay.
Cuando Bergoglio llega a los 77 votos, estalla un fuerte aplauso. Un aplauso liberador de emociones y tensión. El primero que abraza al cardenal primado de Buenos Aires elegido Papa es su amigo y compañero de banco, el cardenal brasileño Claudio Hummes. «No te olvides de los pobres», le dice, en una frase que entra en la mente y en el corazón del primer Papa argentino, el primer latinoamericano, el primer jesuita.
De Francisco. Vida y revolución
Otros libros sobre el Papa Francisco
 
Estos días ha aparecido un precioso libro, editado por San Pablo, gracias al trabajo coordinador de Paola Daltoso. Se titula El Papa Francisco y las familias y recoge, en 120 páginas impagables, todo lo que el Santo Padre ha expresado hasta hoy sobre la familia, desde el comienzo de su pontificado. La obra se ha ofrecido como contribución a la 47 Semana Social de los católicos italianos, que tuvo lugar en Turín, del 12 al 15 de septiembre de 2013, sobre el tema La familia, esperanza y futuro para la sociedad italiana y constituye un material de trabajo excepcional en vísperas del próximo Sínodo que el Santo Padre quiere dedicar a la familia, que según el Papa no sólo es una de las bases de la sociedad, sino la clave fundamental para la supervivencia de la Humanidad.
¿En qué consiste la revolución reformadora del Papa Francisco? A éstas y otras preguntas responde el arzobispo y teólogo argentino Víctor Manuel Fernández, Rector de la Universidad Católica Argentina (UCA) y amigo personal del Papa, en el libro La Iglesia del Papa Francisco. Los desafíos de la «Evangelii gaudium». Editado también por San Pablo, el volumen recoge una larga conversación entre monseñor Fernández y el periodista italiano Paolo Rodari, en la que se plantean temas como la relación de la Iglesia con la política o la economía, el diálogo religioso y el ecumenismo, o la reforma de las estructuras de la Iglesia.
Finalmente, Espasa, coincidiendo con el primer aniversario del pontificado, recopila en un libro los principales textos pronunciados por Francisco. Por orden cronológico, el volumen Una Iglesia de todos. Mis reflexiones para un tiempo nuevo rescata las homilías de las grandes festividades y los discursos que han marcado la línea de su magisterio.

viernes, 21 de febrero de 2014

Mensaje de Francisco para la Jornada Mundial de la Juventud

Bienaventurados los pobres de espíritu», título del mensaje de Francisco para la Jornada Mundial de la Juventud

«Las bienaventuranzas y Mateo 25, no necesitan leer otra cosa», les dijo el Papa durante la JMJ de Río a los jóvenes argentinos. Acaba de presentarse el mensaje de la Jornada Mundial de la Juventud 2014, el primero de Francisco. Lleva por título «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos» (Mt 5,3). En él, el Santo Padre anuncia que el Beato Juan Pablo II será, después de su canonización, el Patrono de las JMJ
alfayomega.es

El Mensaje del Santo Padre a los jóvenes para la preparación de la XXIX Jornada Mundial de la Juventud 2014, que se celebra a nivel diocesano el Domingo de Ramos, estará centrado en el tema: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos» (Mt 5,3).
Se trata del primer Mensaje que el papa Francisco dirige a los jóvenes, incorporándose así en la tradición iniciada por el beato Juan Pablo II y continuada por Benedicto XVI con ocasión de cada Jornada Mundial de la Juventud. Después de la extraordinaria JMJ vivida en Río de Janeiro en el mes de julio de 2013, el Papa retoma su diálogo con los jóvenes del mundo y les presenta los temas de las tres próximas ediciones del evento, dando inicio al itinerario de preparación espiritual que, a lo largo de tres años, guiará a la celebración internacional en Cracovia, en el mes de julio de 2016.
Los temas de las tres próximas JMJ, tomados de las Bienaventuranzas del Evangelio, muestran cómo el Santo Padre considere este pasaje del Evangelio de Mateo un punto de referencia central para la vida de los cristianos, llamados a hacer de él un concreto programa de vida.
En el Mensaje, el Santo Padre recuerda a los jóvenes que Jesús mismo mostró el camino que debemos seguir, encarnando las Bienaventuranzas en toda la vida. Vivir las Bienaventuranzas hoy es para los jóvenes un verdadero desafío al seguir a Cristo, yendo contracorriente y testimoniando su novedad revolucionaria. Puesto que no es posible ser cristianos y tener una idea «en pequeño» de la vida, el Papa exhorta a los jóvenes a que rechacen toda oferta de felicidad «a bajo precio», a encontrar el valor de la felicidad auténtica que sólo Dios puede dar.
Papa Francisco explica a los jóvenes lo que significa ser pobres de espíritu, entrando en la parte esencial del tema de la próxima Jornada Mundial de la Juventud. Jesús mismo eligió un camino de humillación y de pobreza, y el Papa dirige a los jóvenes la invitación insistente de imitarle, indicándoles el ejemplo de San Francisco de Asís. Por ello, los jóvenes cristianos están llamados a la conversión, a abrazar un estilo de vida evangélico marcado por la sobriedad, la búsqueda de lo esencial y la solidaridad concreta en relación a los pobres. Los pobres son, así explica el Papa, por una lado la carne que sufre de Cristo, que todos estamos llamados a tocar personalmente, pero por otro lado podemos convertirnos en verdaderos maestros de vida, pues podemos ofrecer tanto a nivel humano y espiritual.
El Papa subraya a continuación el profundo vínculo entre el tema de la JMJ de Río -«Id y haced discípulos a todos los pueblos» (cfr. Mt 28,19)- y las Bienaventuranzas de los pobres de espíritu. De hecho, el Papa Francisco explica que, «la pobreza evangélica es una condición fundamental para que el Reino de Dios se difunda», pues a menudo es de los corazones más sencillos de donde brota la auténtica alegría, que es el motor mismo de la evangelización.
El Santo Padre recuerda, por último, el trigésimo aniversario de la entrega de la Cruz del Jubileo de la Redención a los jóvenes, que se celebrará el próximo 22 de abril. «Precisamente a partir de ese acto simbólico de Juan Pablo II comenzó la gran peregrinación juvenil que, desde entonces, continúa a través de los cinco continentes». Y elPapa Francisco anuncia a los jóvenes que, después de su canonización, un «acontecimiento que llena nuestro corazón de alegría», Juan Pablo II «será el gran Patrono de las JMJ, de las que fue iniciador y promotor».
News.va

jueves, 20 de febrero de 2014

Monseñor Baldisseri, Secretario General del Sínodo sobre la Familia

Monseñor Baldisseri, Secretario General del Sínodo, sobre la publicación de las respuestas al cuestionario:
«¿Presión? Sí, un poco»

La publicación de las respuestas al cuestionario sobre la familia que han hecho las Conferencias Episcopales de Suiza, Alemania, Austria, Bélgica y Luxemburgo no ha sentado bien en el seno de los trabajos preparatorios del Sínodo de los Obispos. Monseñor Lorenzo Baldisseri, Secretario General del Sínodo y uno de los nuevos cardenales que el Papa Francisco va a crear en el Consistorio del 22 de febrero, ha señalado, en declaraciones a Il Quotidiano, que «la publicación de este material no estaba prevista. Se trata de una iniciativa unilateral de algunas Conferencias Episcopales. La indicación concreta era enviar el material al Vaticano de manera reservada. No me ha parecido correcto, porque se trata de material que aún no ha sido examinado, de documentos no oficiales. Si después alguno hace lo que quiere, nosotros ya no podemos hacer nada, pero ése no era el programa». Por el contrario, los Episcopados que no han publicado sus respuestas «han hecho bien, porque hay mucho material y es la Secretaría del Sínodo la que debe elaborar el Instrumentum laborissobre el que trabajará la Asamblea sinodal. Del resto de respuestas, no se puede esperar que sean publicadas como tales», confirma monseñor Baldisseri.
Entonces, «¿por qué las han publicado algunas Conferencias Episcopales?; ¿se trata de un modo de presionar los trabajos del Sínodo?», pregunta Il Quotidiano. «¿Presión? Un poco. Digamos que ésa sería una interpretación posible», reconoce Baldisseri.
O'Malley: No veo al Papa cambiando la doctrina
Otros pesos pesados de la Iglesia en el mundo se lo han tomado con humor, sin renunciar tampoco a dejar las cosas claras. Así, el cardenal Sean P. O'Malley, arzobispo de Boston y uno de los miembros del Consejo de cardenales que asesora directamente al Papa, ha afirmado sobre el contenido de las respuestas publicadas que «es algo bien conocido que algunos católicos rompen con la Iglesia en estos temas. No es una revelación sorprendente. Te podrías haber ahorrado algunos sellos si eso es todo lo que has sacado en claro» del cuestionario.
En una reciente entrevista al Boston Globe, sobre algunos de los temas de fondo que abordará el Sínodo sobre la Familia, el cardenal O'Malley ha dejado claro que «sería poco realista esperar que la Iglesia considere que los católicos divorciados y vueltos a casar puedan recibir la Comunión. No veo al Papa cambiando la doctrina» en este sentido.
«La Iglesia necesita ser fiel al Evangelio y a las enseñanzas de Cristo. A veces puede ser muy difícil, pero tenemos que seguir lo que Cristo quiere, y confiar en que lo que nos pide es lo mejor para nosotros», explicó el que es uno de los colaboradores más cercanos al Santo Padre. Asimismo, señaló que, «aunque el Papa es consciente de la situación de los católicos vueltos a casar, que quieren seguir en la Iglesia, yo no veo ninguna justificación teológica para relajar las normas». Por eso, pese a reconocer que algunas enseñanzas de la Iglesia pueden resultar impopulares en las sociedades occidentales, el cardenal O'Malley señala que «la Iglesia no puede cambiar sus puntos de vista para acomodarse a los tiempos. En lugar de eso, debe encontrar nuevas formas de explicar sus enseñanzas a una cultura dominada por los valores humanos secularistas».

miércoles, 19 de febrero de 2014

Los cardenales de todo el mundo, convocados para empezar a preparar el Sínodo

El Papa lanza una reflexión mundial sobre la familia
En vísperas del Consistorio para la creación de 16 nuevos cardenales, el Papa ha convocado a los cardenales de los cinco continentes para reflexionar sobre la familia y preparar el terreno para el Sínodo extraordinario que se celebrará en octubre. Algunas Conferencias Episcopales han presentado los resultados del cuestionario enviado no sólo a los obispos, sino también a los fieles, que reflejan una clara tendencia a vivir una fe a la carta en materia de moral sexual o de doctrina sobre el matrimonio. El gran reto es cómo evitar que este tipo de cuestiones se conviertan en motivo de alejamiento de la fe para muchas personas

El Papa Francisco con una familia, en la Eucaristía
de la fiesta de la Epifanía, el pasado 6 de enero
Para la Iglesia la cuestión de la familia se ha convertido en una cuestión decisiva. Con frecuencia, su ruptura termina siendo uno de los motivos de mayor sufrimiento. Y, en ocasiones, es la causa de alejamiento de la comunidad eclesial. El sufrimiento de las familias supone, por tanto, profundo sufrimiento para la Iglesia. Y el Papa Francisco, que tiene como prioridad de su pontificado acompañar a los hombres y mujeres en sus sufrimientos, ha convocado una reflexión global sobre la realidad, fragilidades y desafíos de la familia hoy.
Una consulta mundial
Esta reflexión tendrá un momento culminante, el Sínodo de los Obispos del mundo, que se celebrará en el Vaticano, el próximo mes de octubre. Será el primer Sínodo de este pontificado, y el Papa ha reformado su metodología para promover una interacción mucho más activa entre sus participantes. Pero el Papa no quiere escuchar sólo la voz de los obispos. Por este motivo, ha enviado a todas las diócesis del mundo un cuestionario con algunas preguntas fundamentales para comprender cuál es la situación de la familia en los diferentes continentes. Algunas de las preguntas son muy directas. Por ejemplo, la Secretaría del Sínodo pide evaluar el porcentaje en cada región de parejas que en vez de casarse, deciden convivir para ver si funciona, a prueba. Asimismo, pide analizar los datos estadísticos sobre las uniones libres en los diferentes países.
Otra de sus preguntas evalúa la relevancia numérica dentro de la Iglesia de las personas separadas y de los divorciados que se han vuelto a casar. «En estos casos -pregunta-: ¿cómo viven los bautizados su irregularidad? ¿Son conscientes de ella? ¿Manifiestan simplemente indiferencia? ¿Se sienten marginados y viven con sufrimiento la imposibilidad de recibir los sacramentos?»
Las diócesis han recogido las respuestas de los fieles a éstas y otras preguntas y las han enviado a la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, para la elaboración del documento de trabajo, que será analizado por los participantes en el Sínodo.
Aprovechando que el 22 de febrero el Papa creará a 16 nuevos cardenales, ha convocado además a todos los cardenales de los cinco continentes durante los dos días precedentes, para reflexionar con ellos sobre la familia y preparar el terreno del Sínodo.
A Roma han comenzado a llegar las respuestas de los diferentes países a las preguntas del cuestionario. Como ha aclarado el padre Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede, no se trata de un sondeo para decidir cuál será la posición de la Iglesia, pues sobre las cuestiones de fe el Papa no puede cambiar el Evangelio y la doctrina de dos mil años de la Iglesia. Se trata más bien de una oportunidad para escuchar y comprender, con datos concretos y números, los desafíos que hoy afronta la Iglesia.
Respuestas que se convierten en desafíos
La Conferencia Episcopal Suiza ha sido la primera en publicar los resultados de las respuestas al cuestionario. Para hacer la consulta, se ha basado en el Instituto Suizo de Sociología Pastoral, que ha entrevistado a 25 mil personas. La primera conclusión es que, para el 80% de los bautizados, el matrimonio religioso es algo importante y, por tanto, queda claro el deseo de dar una dimensión religiosa a la decisión de los contrayentes.
El 97% confirma el deseo de los bautizados de dar una formación religiosa a los hijos. En general, los católicos (el 90%) tienen dificultad para comprender la posición de la Iglesia que no permite comulgar a los divorciados vueltos a casar. Y en general, la mayoría de los católicos suizos piden un cambio de práctica, en este sentido, por parte de la Iglesia.
En el caso de las uniones homosexuales, la situación es polarizada: el 60% espera que la Iglesia bendiga a estas parejas, mientras que el resto se opone categóricamente a esta posibilidad. La mayor parte de los católicos tampoco comprende la posición de la Iglesia sobre los métodos anticonceptivos artificiales.
Las respuestas de Suiza son parecidas a las que también han llegado de Luxemburgo, Bélgica, Alemania, o Austria y que han sido compartidas por el Episcopado de esos países. A grandes rasgos, se constata que los fieles son informados sobre la doctrina de la Iglesia sobre estos argumentos a través de los medios de información, que no siempre son claros o que, en ocasiones, revelan prejuicios.
El resultado que constatan estos cuestionarios es que, si bien una minoría católica se esfuerza por vivir la propuesta de la Iglesia, la mayoría vive una fe a la carta; es decir, los bautizados (no los practicantes) toman aquello que consideran aceptable de la Iglesia, mientras que rechazan aquello que les parece difícil de vivir o, incluso, incomprensible.
El Papa no va contra la doctrina
Como han dejado claro los organizadores del Sínodo de los Obispos, esta asamblea no puede cambiar la doctrina de la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio, o sobre el respeto a la vida humana no nacida. Se trata de cuestiones que quedan muy claras en la Biblia y en la tradición de dos mil años de la Iglesia. Un Papa no puede ir en contra de la enseñanza de Jesús ni de la Iglesia.
Lo que el Papa busca es hacer un examen de conciencia para evitar que esta propuesta de felicidad que hace la Iglesia se convierta en un motivo de alejamiento de la fe para muchas personas. Un fracaso en la vida no debe ser motivo para dejar la Iglesia, sino más bien para sentirse acogido por la madre. Quien sufre la infidelidad o la ruptura necesita aún más cercanía de la Iglesia.
Cuando la Iglesia pregunta...

Un grupo de cardenales, durante las Congregaciones
Generales previas al último cónclave
Según monseñor Marcello Semeraro, el obispo Secretario del Consejo de los ocho cardenales para la reforma de la Curia romana, creado por el Papa, «la belleza de este momento es que las Iglesias locales se sienten alentadas a plantear preguntas. La Iglesia no sólo tiene que dar respuestas, también tienen necesidad de plantear preguntas de la manera adecuada».
El prelado aclara que el Papa no busca hacer un sondeo para encontrar el consenso de la mayoría. El Papa escucha para comprender la situación y encontrar caminos para anunciar el Evangelio de la vida.
La posición del Papa
Hace pocos días, el 7 de febrero, el Papa presentó su visión sobre la familia, al recibir a un grupo de obispos polacos. Tras definirla como la «célula fundamental de la sociedad», recordó que es «el lugar donde se aprende a convivir en la diferencia, a pertenecer a los demás y en el que los padres transmiten la fe a los hijos».
«Hoy el matrimonio se considera a menudo una forma de gratificación emocional que se puede constituir de cualquier forma y modificar de acuerdo a la sensibilidad de cada uno -siguió aclarando-. Por desgracia , esta visión también afecta a la mentalidad de los cristianos y desemboca en la facilidad para recurrir al divorcio o a la separación de hecho». Por eso, el Santo Padre pidió que la Iglesia se interrogue «sobre cómo ayudar a los que viven en esta situación, para que no se sientan excluidos de la misericordia de Dios, del amor fraternal de otros cristianos, ni de la solicitud de la Iglesia por su salvación». También debe plantearse la cuestión de como ayudarlos «a no abandonar la fe y a hacer crecer a sus hijos en la plenitud de la experiencia cristiana».
En este ámbito, hay que preguntarse igualmente cómo mejorar la preparación de los jóvenes para el matrimonio, para que «descubran la belleza de esta unión fundada en el amor y la responsabilidad», y cómo «ayudar a las familias a vivir y apreciar tanto los momentos de alegría como los de dolor y debilidad».
Jesús Colina.

martes, 18 de febrero de 2014

Celebración del Día de los Enamorados

El pasado 15 de febrero el Movimiento Familiar Cristiano de Madrid celebró su ya tradicional Fiesta del Amor.

Un grupo de matrimonios jóvenes y sus hijos del MFC de Madrid celebraron el pasado 15 de febrero el Día de los Enamorados en la Parroquia de la Beata María Ana Mogas. Comenzaron la tarde con la celebración de la Eucaristía y posteriormente pasaron a la lectura de la Biblia. Finalmente terminaron con una bonita fiesta en la que los niños fueron los protagonistas.


lunes, 17 de febrero de 2014

Del 17 al 21 de febrero, más de 6.000 escolares participan en la Misión Madrid


Así se aprende la alegría de ser misionero en mi clase
Entre las muchas actividades escolares del curso académico, no es difícil encontrar la Semana del Libro, la Semana de la Ciencia, la Semana de la Música... y, a partir de este año, también la Semana de la Misión. Ése es uno de los objetivos que se ha marcado la archidiócesis de Madrid, que a través de su Delegación de Enseñanza ha llevado las actividades de la Misión Madrid a las aulas de los colegios católicos -e incluso de muchos centros públicos, desde la clase de Religión. El objetivo es que los alumnos conozcan, entiendan y valoren «que todos los católicos somos llamados a ser misioneros, o sea, a anunciar a Cristo y a vivir el Evangelio, desde nuestro entorno más inmediato»
alfayomega.es
Más de 6.000 alumnos de 80 colegios católicos de Madrid, además de otros muchos alumnos que reciben clase de Religión en centros públicos, van a participar, del 17 al 21 de febrero, en la Semana de la Misión, el gran acto de la Misión Madrid que la archidiócesis madrileña está desarrollando este curso de forma especial en el ámbito escolar.
Como explica el Delegado diocesano de Enseñanza, don Avelino Revilla, «todas las actividades de la Misión Madrid en los colegios, y de forma especial esta Semana de la Misión, tienen un doble objetivo: primero, conocernos entre nosotros para sentirnos miembros de la Iglesia, que desarrollamos actividades juntos y que rezamos juntos. Y el segundo y más concreto, caer en la cuenta de la importancia que tiene para la vida de un cristiano el anuncio de Jesucristo, darnos cuenta de que todos los católicos estamos llamados a ser misioneros, o sea, a anunciar a Cristo y a vivir el Evangelio desde nuestro entorno más cercano: en nuestras familias, con nuestros amigos, o en las clases de nuestros colegios».
Y para que esas intenciones evangelizadoras se hagan realidad, la Delegación de Enseñanza ha propuesto a todos los colegios católicos de Madrid, así como a todos los alumnos de centros públicos que han escogido cursar la asignatura de Religión católica, una serie de actividades concretas que se llevarán a cabo en cada centro. Como muchos de los colegios católicos de Madrid ya tienen sus propios itinerarios pastorales, no todos se han sumado de forma explícita a las actividades de la Semana de la Misión, aunque sí que podrán seguirlas a través de Internet, pues cada una de las acciones de esta apostólica Semana será retransmitida en directo a través de la página webwww.misionmadrid.es.
Apostolado por las calles
Cada día de la Semana de la Misión, los centros desarrollarán una actividad concreta, que será la misma para todos aunque cada colegio la lleve a cabo de forma autónoma. Acciones que van desde adornar el centro con cruces de fieltro y carteles relativos a la misión, repartir por las calles y entre las familias sobres con frases evangelizadoras, componer canciones, grabar videos, escribir en un blog interactivo, actividades caritativas, mesas redondas, oraciones junto a las familias y ratos de adoración ante el Santísimo. Como colofón, el viernes 21, los más de 6.000 alumnos, junto a padres y profesores, participarán en los actos de clausura en la explanada de la catedral de la Almudena, que comenzará con actividades lúdicas y musicales y concluirá, a las 12:30 h., con la celebración de la Eucaristía, presidida por el cardenal Rouco Varela, arzobispo de Madrid. En resumen: una semana para aprender, con alegría, a ser misioneros en el cole.
José Antonio Méndez

domingo, 16 de febrero de 2014

El papa Francisco encontró a miles de novios por el dí­a de San Valentí­n


En el Vaticano unas 25 mil parejas hicieron fiesta y recibieron al Santo Padre que ilustró la belleza del sí­ para siempre
Por H. Sergio Mora
CIUDAD DEL VATICANO, 14 de febrero de 2014 (Zenit.org) - En una mañana con un sol radiante después de varias semanas de intensa lluvia, unas 25 mil parejas se reunieron hoy en Roma, en la plaza de San Pedro, para festejar San Valentín junto al papa Francisco.
Una fiesta para recordar la belleza del sí para siempre en la que música, poesías, testimonios, prepararon el ambiente para la llegada del Papa que poco después del medio día llegó despertando una ovación.
La iniciativa organizada por el Pontificio Consejo para la Familia, contó con confirmaciones de 28 países del mundo. “Un tal éxito de la iniciativa no estaba previsto hace tres semanas atrás” indicó Mons. Vincenzo Paglia, presidente del dicasterio. Y añadió: “Demuestra que hay jóvenes que van contracorriente y desean que su amor dure para siempre y sea bendecido por Dios, mismo en un mundo en el que viven no crea que esa relación dure eternamente y prefiere que cada uno piense sólo a sí mismo”.
Se escucharon canciones como: 'Vorrei trovarti fra cent'anni' o “A te che sei l'unica al mondo...”
Uno de ellos contó algunas historias divertidas como que su novia le había pedido 'un diamante' pero que el verdadero diamante fue ese 'sí' delante del altar. O el testimonio de un periodista estadounidense con una joven inglesa que se conocieron al visitar el pesebre en la Plaza de San Pedro... Y el noviazgo crece hasta que llega el matrimonio.
También presente, un matrimonio de media edad, casado hace 35 años. Ella y él se conocieron en un campo de verano. Él, ateo, no creía en una unión para toda la vida y ella, poco practicante, hasta que la invitaron a un encuentro y descubrió a Jesús. Ella lo invita a él.
Poco después de las 12 llegó el Papa en el jeep, mientras sonaba el canto de la Jornada Mundial de la Juventud, en medio de la ovación de las casi 25 mil parejas.
Mons Paglia, tras recordar que San Valentín era obispo de la ciudad de Terni que fue martirizado tras casar a un soldador romano con una cristiana, indicó que estos jóvenes presentes en la plaza quieren 'un sí para siempre' en una cultura de lo provisorio y de lo descartable.
A continuación tres parejas le hicieron una a la vez, una pregunta al Papa, que las respondió, y aunque precisó que las preguntas se las habían hecho antes y que por lo tanto había preparado las respuestas, aunque si bien leyó parte de estas, otra parte las respondió improvisando y despertando aplausos y entusiasmo, como es su estilo.
Primera pregunta: ¿Es posible amarse por siempre?
Segunda pregunta: ¿Cómo vivir juntos?
Tercera pregunta: ¿Cómo celebrar bien el matrimonio?
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El papa a los novios por San Valentín: ¿Es posible amarse por siempre?
Francisco a la primera pregunta de los novios: Importante no sólo la duración sino también la calidad. Recen: 'Señor, dadnos hoy muestro amor cotidiano'. Texto completo
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 14 de febrero de 2014 (Zenit.org) - Esta mañana el papa Francisco en la plaza de San Pedro encontró a las miles de parejas de novios allí presentes, y respondió a algunas preguntas. A continuación las palabras del Santo Padre. Presentamos el texto completo de la primer pregunta.
Primera pregunta: El miedo del “por siempre” Santidad, muchos hoy piensan que prometerse fidelidad para toda la vida sea demasiado difícil. Muchos sienten que el desafío de vivir juntos por siempre es bello, fascinante, pero demasiado exigente, casi imposible. Le pedimos una palabra para iluminarnos sobre esto.
Les agradezco por la pregunta y el testimonio. Les explico a los presentes, que ellos me han enviado las preguntas antes, ¿se entiende, verdad? Así yo he podido reflexionar y pensar a una respuesta así, más sólida.
Es importante pedirse si es posible amarse 'para siempre'. Esta es una pregunta que tenemos que hacernos. ¿Es posible amarse para siempre? Hoy tantas personas tienen miedo de tomar decisiones definitivas, para toda la vida, parece imposible.
Un joven le decía a su obispo: quiero hacerme sacerdote pero solamente por diez años. Es un miedo general, típico de nuestra cultura. Tomar decisiones para toda la vida parece imposible.
Hoy todo cambia rápidamente, nada dura mucho... Y esta mentalidad lleva a decir a tantos que se preparan para el matrimonio: “Estamos juntos mientras dure el amor”. Y después: “Te saludos y nos vemos”, y termina así el matrimonio. Pero ¿qué entendemos por amor?, es solamente un sentimiento, un estado psicofísico?
Claro que si es solamente esto no se pueden construir encima nada que sea sólido. En cambio si el amor es una realidad que crece, y podemos decir como ejemplo, como se construye una casa. Crece y se construye como una casa. Y la casa se construye juntos y no cada uno por su lado. Construir aquí significa favorecer el crecimiento.
Queridos novios, ustedes se están preparando para crecer juntos, para construir esta casa, para vivir juntos para siempre. No la cimienten en la arena de los sentimientos, que van y vienen, sí en cambio en la roca del amor verdadero, el amor que viene de Dios. La familia nace de este proyecto de amor que quiere crecer, de la misma manera que se construye una casa, que sea lugar de afecto, de ayuda, de esperanza, de apoyo. Pero todo junto: afecto, ayuda, esperanza, apoyo.
Como el amor de Dios es estable y para siempre, así también el amor en el que se funda la familia queremos que sea estable y para siempre. ¡Por favor, no nos dejemos convencer por la 'cultura de lo provisorio'.Por esta cultura que nos invade a todos, porque esta cultura no va!.
¿Cómo curarse de este miedo del 'sí para siempre'? Se cuida día a día, confiándose al Señor Jesús en una vida que se vuelve un camino espiritual cotidiano, hecho de pasos, pasos pequeños, pasos de crecimiento común, compuesto por el empeño para volverse mujeres y hombres maduros en la fe. ¡Porque, queridos novios, el 'para siempre', no es solamente una cuestión de duración! Un matrimonio se logra no solamente por la duración, sino también es importante su calidad.

Estar juntos y saberse amar para siempre es el desafío de los esposos cristianos. Me viene en mente el milagro de la multiplicación de los panes: también para ustedes el Señor puede multiplicar vuestro amor y donárselo fresco y bueno de cada día. ¡Él tiene una reserva infinita!, Él les dona el amor que es el fundamento de vuestra unión y cada día lo renueva, lo refuerza. Y lo vuelve aún más grande cuando la familia crece con los hijos.
En este camino es importante, es necesaria la oración, siempre, él por ella y ella por él, y ambos piden juntos. Pidan a Jesus que multiplique vuestro amor. En la oración del Padre Nuestro nosotros decimos: “Dadnos hoy el pan nuestro cotidiano”. Los esposos pueden aprender a rezar también así: “Señor, dadnos hoy muestro amor cotidiano”, ¡Porque el amor cotidiano de los esposos es el pan, del alma, el pan que nos sostiene para ir adelante!
Esta oración veamos si sabemos decirla: Señor dadnos hoy nuestro amor cotidiano, digámoslo todos juntos, (Señor dadnos...). otra vez. Y esta es la oración de los novios y de los esposos: enséñanos a amarnos y a querernos mucho. Más se confiarán en Él, más vuestro amor será siempre capaz de renovarse y le ganará a todas las dificultades. Esto es lo que quería responder a vuestra pregunta.
Sepa cómo se desarrolló el encuentro del Santo Padre con los novios y las otras respuestas